Héctor Silva fue la primera figura de la izquierda salvadoreña con gran éxito en las urnas tras el fin de la guerra civil. Su independencia y moderación lo convirtieron en el primer presidente fallido de una izquierda hegemonizada por un FMLN radical. Presidente del FISDL hasta este día, a sus 64 años se encontraba haciendo una exposición en Casa Presidencial cuando se desvaneció.
Daniel Valencia, Ricardo Vaquerano, Sergio Arauz
La primera gran figura de la izquierda salvadoreña que tuvo el potencial de ganar la Presidencia de El Salvador después de la guerra civil falleció este mediodía. Según la conclusión de los médicos que lo atendieron, sufrió un colapso en una de las arterias fundamentales del organismo: "Héctor Silva falleció a las 12:10 por un aneurisma en la aorta", dijo el galeno Víctor Segura.
Silva en una década
El Hamlet“Tengo que aceptar que fue un error vacilar tanto alrededor de esa decisión de esa trascendencia(correr por la presidencia con el Frente).” Junio de 2004.
Diferencia con Schafik“En el mente de Schafik creo que fui “villalobizado” ja, ja, ja”, El Faro, junio de 2004.
En la cumbre de su carrera política“Yo tuve a los más altos dirigentes de ARENA diciéndome: “Salite de ahí o te vamos a quebrar, a deshacer”, Junio de 2004.
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Consejo al FMLN“Dejemos la política del no.”, en 2001, Carta enviada a la Comisión Política del FMLN.
Su paso por el FMLN“¡Qué bueno que no fui candidato por el frente!, porque si llego a ser presidente con este FMLN imaginate el problema en el que estaría ahora”, El Faro, junio 2004
El centro y la izquierda“Yo quiero para este país un cambio con estabilidad. Hice un esfuerzo bueno, sano, por tratar de promover ese cambio dentro del FMLN y no lo pude hacer.”, La Prensa Gráfica , noviembre de 2003
Sobre liderazgo "Una vez que el concejo termina su sesión y se levantan, el que manda aquí soy yo. Ninguno de los concejales tiene autoridad ni sobre mí, ni sobre los gerentes, ni sobre ningún empleado de la municipalidad”, El Diario de Hoy, marzo de 2000.
Caso CINTEC“Fue un proceso en respuesta a una necesidad. Creo que lo hicimos bien, hicimos lo mejor que pudimos. Ha sido cuestionado tantas veces que con seguridad puedo decirle que fue un proceso legalmente adecuado. Y resolvió un problema importantísimo del área metropolitana”, La Prensa Gráfica, Noviembre 2003
Sobre Mauricio Funes Veo un muchacho joven, Mauricio es un hombre inteligente, creo en su integridad. Esa inteligencia, a través de su carrera periodística, se ha traducido en mucho conocimiento de la realidad nacional, al menos teóricamente. Tiene el vacío de la poca experiencia, ha tenido muy poca responsabilidad en el manejo, pero por las razones que te he dicho me entusiasma, me parece que es un buen candidato, La Prensa Gráfica, noviembre de 2007
Sobre la derecha “El poder económico del país tiene que entender que tiene que pagar los costos del desarrollo, los costos de la seguridad y no lo está haciendo.”, La Prensa Gráfica, noviembre de 2007.
Cita con jerarquía del FMLN “Cuando estábamos en Toledo, ahí estaban Medardo González, Leonel González, Roberto Lorenzana y “Hato” Hasbún. “Hato” me preguntó qué me parecía la actuación del FMLN en este momento y yo le respondí exactamente lo que te dije hoy. Le dije que me parecía que estaba cometiendo muchos errores. Medardo me dijo que respetaba mi forma de pensar.”, La Prensa Gráfica, 2007.
Su primera vez en la comuna“La primera vez nadie creía que fuéramos a ganar, entonces no hubo mucha resistencia. Acordate que era 1997, tres años antes Schafik había tenido una derrota aplastante, entonces nadie creía. Para el segundo período fue claro que el determinante era el candidato y fue fácil superar las presiones.”, La Prensa Gráfica, 2007.
Silva, un ginecólogo de centroizquierda, se convirtió en figura nacional en 1997, cuando ganó la alcaldía de San Salvador como candidato de la coalición de los partidos FMLN-Convergencia Democrática-Movimiento de Unidad. Sin embargo, ya para entonces era un político experimentado. Apenas empezaba la guerra cuando a inicios de los años 80 ya era parte del Movimiento Popular Social Cristiano (MPSC), que integró el Frente Democrático Revolucionario.
Desde entonces hasta ahora, el día de su muerte, acumuló dos períodos como alcalde de San Salvador, dos como diputado a la Asamblea Legislativa, una precandidatura presidencial por el FMLN y una candidatura presidencial por la coalición CDU-PDC. Al morir este jueves, tenía dos años y medio de presidir el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL), un organismo estatal encargado de la gestión de proyectos de desarrollo para los municipios.
Esta mañana, Silva se encontraba en una reunión con otros funcionarios para hacer el lanzamiento de la consulta sobre la política de transparencia que el gobierno de Mauricio Funes pretende elaborar. En una sala de Casa Presidencial le acompañaban, entre otros, el secretario presidencial de Asuntos Estratégicos, Franzi Hato Hasbún; el ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez; el director de la Defensoría del Consumidor, Armando Flores, y el subsecretario de Transparencia, Marcos Rodríguez.
"Él se encontraba exponiendo en ese momento... de repente, se le comenzaron a trabar las palabras y entonces cayó", relató uno de los testigos. Lo que planteaba Silva en ese momento era que la pobreza en El Salvador se había reducido en el período de 30 meses que él dirigió el FISDL. Esto ocurrió alrededor de las 11 de la mañana. Fue trasladado al Hospital de Diagnóstico, en San Salvador, donde recibió ingreso a las 11:08 a.m. A las 12:10 de la tarde fue declarado muerto.
Según parientes y amigos, Silva era hipertenso. Uno de los funcionarios que estuvieron con él en la actividad en Casa Presidencial reveló que el exalcalde de 64 años de edad le confió, minutos antes de comenzar su participación, que no se sentía bien físicamente. Un aneurisma de aorta es una dilatación de esta arteria que puede devenir en rotura y provocar una hemorragia masiva.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, David Rivas, hizo una breve valoración del significado de la muerte de Silva: "No solo el gobierno ha perdido una pieza muy importante, sino también el país".
Silva y su equipo fueron una especie de invento para El Salvador en aquellos años. Para empezar, su candidatura a la alcaldía en 1997 era posible por una inusitada alianza entre tres partidos políticos y una organización cívica no partidaria. El FMLN tenía cinco años de haber dejado las armas, mientras que Convergencia Democrática era una mutación de un viejo partido socialdemócrata que venía cambiando de nombre desde los años 70. Además, el Movimiento de Unidad era un agrupamiento de centroderecha pro evangélico que coqueteaba con lo confesional. Y a estos partidos se sumó la Iniciativa Ciudadana, un grupo de ciudadanos de centroizquierda interesados en buscar nuevas maneras de gobernar y lanzaron el nombre de Silva.
Luego, una vez ganó la alcaldía, Silva inventó para este país -el país más polarizado del continente, según los estudios de la Universidad de Salamanca- una novedosa manera de gobernar: la concertación de intereses históricamente contrapuestos para ponerlos a trabajar en favor de la capital. Con hábiles pasos logró la colaboración de los empresarios para iniciar el rescate progresivo de espacios públicos de la ciudad, y encontró la manera de que los vendedores de la vía pública se integraran a su proyecto.
En su primer mandato como alcalde capitalino logró rescatar algunas de las vías del centro de San Salvador y despejó del caos de ventas ambulantes la plaza Gerardo Barrios. Su trabajo resultó tan evidente y novedoso que ya para 1998 a muchos les parecía natural que en la elección presidencial de 1999 su nombre compitiera por la postulación de la izquierda. Pero su vacilación repetida entre ser candidato o no serlo en varios momentos de su carrera política posiblemente le evitó la llegada a la Presidencia de la República.
En 1998, el FMLN dirigido por Facundo Guardado lanzó internamente la propuesta de que Silva fuera el candidato a la presidencia. Las encuestas de opinión mostraban ya un desgaste en el partido Arena, mientras este carismático y barbado político que exhibía un verbo conciliador y pronunciaba palabras suaves seducía a buena parte del electorado. Sin embargo, pronto iba a producirse el primero de varios encontronazos que marcaron la relación de Silva con el partido de la ex guerrilla. La primera escaramuza se produjo temprano en 1998, cuando el ala más radical del FMLN le hizo una demostración pública de rechazo y le opuso la potencial precandidatura de Victoria Marina de Avilés. A Silva le disgustó que un sector del partido que estaba pidiéndole considerar ser su candidato presidencial le lanzara una "barra brava" y optó por apartarse. Años más tarde admitiría que había sido un error no persistir.
Guardado, con su carta tirada en el suelo, optó por lanzarse él mismo como el candidato presidencial, y fracasó estrepitosamente en marzo de 1999 ante el arenero Francisco Flores.
La imagen de Silva se fortaleció y siguió sumando adeptos. Y si en 1997 había derrotado con poco margen al alcalde saliente Mario Valiente, en 2000 obtuvo la reelección con tranquilidad ante un Luis Cardenal que quizás no podía ofrecer mucho ante la evidencia de cambios en la capital gobernada por Silva, que utilizó como eslogan de campaña el estribillo "San Salvador mejor".
Eventualmente Silva se afilió al FMLN, y en general mantuvo una silenciosa guerra de baja intensidad con la dirección de un partido a menudo intransigente en sus valoraciones públicas sobre los proyectos de los gobiernos del partido Arena. La dirección efemelenista se radicalizó en 1999 y se cayó la visión moderadora que había emprendido Guardado como coordinador general.
A inicios de la nueva década, ya mientras ejercía su segundo período como alcalde, Silva se atrevió a enviar a la dirección del partido una moción que tácitamente cuestionaba el rumbo del partido y su discurso: "Dejemos la política del "no"", le pedía, haciendo eco de las quejas del gobierno de Francisco Flores y del partido Arena, en cuanto a que los efemelenistas simplemente querían boicotear la administración.
Los años 2000 y 2001 supusieron una ebullición de un movimiento reformador en el FMLN del que Silva fue parte junto a otros dirigentes que ahora también están en el gobierno de Funes. Hicieron un esfuerzo por empujar al partido de izquierdas hacia el centro, pero solo ganaron aversión y con el tiempo muchos de los involucrados terminaron expulsados.
En 2002, el gobierno de Flores afrontaba una crisis en el sector salud: los médicos habían logrado unificarse en un movimiento huelguista que tenía como origen los planes de privatización de la salud que según ellos había preparado a escondidas el entonces secretario técnico Juan José Daboub. Las protestas fueron creciendo tanto que pronto se sumaron las enfermeras e incluso otros gremios y las calles con frecuencia estaban abarrotadas de empleados estatales y particulares que exigían a Flores no privatizar los servicios de salud. El FMLN era una de las organizaciones que se había unido -ya sin disimulo- a las manifestaciones, aunque muchos estaban convencidos de que en realidad eran la mano que manejaba los hilos de la agitación.
El país se encaminaba a otras elecciones -la legislativa y municipal de marzo de 2003- y las encuestas mostraban a una Arena muy deteriorada ante los electores. El FMLN, por el contrario, subía en las preferencias electorales y parecía que por primera vez iba a ser el partido con mayor representación legislativa. Se avecinaba el fin de año y la precampaña ardía y Silva tenía el camino allanado para obtener un tercer período en la municipalidad de San Salvador. Fue entonces cuando Silva públicamente lanzó un salvavidas al gobierno de Flores: se ofreció como mediador entre las partes. Para el FMLN, que era un actor pro huelga, fue insoportable. El 1 de noviembre de 2002, el dirigente Schafik Hándal, miembro de la Comisión Política efemelenista y jefe de la bancada legislativa, pronunció sentencia: "Para el FMLN está claro que él ya no es el candidato". Entonces murió su relación con el FMLN.
Silva fue diputado en el trienio 2003-2006 en representación de Centro Democrático Unido (ya desaparecido). Ya había sido legislador de 1991 a 1994, por el partido Convengencia Democrática (también ya desaparecido). En 2004 lanzó su candidatura presidencial por la coalición CDU-PDC y resultó un rotundo fracaso. Su última relación -aunque de manera indirecta- con el FMLN fue cuando en 2009 Funes lo llamó a incorporarse a su gobierno, al primer gobierno del FMLN.
Antes de su llegada al parlamento en 1991 dedicaba su tiempo a una organización no gubernamental que había creado para proveer servicios de salud a personas de escasos recursos económicos. Cuando ganó la diputación, tuvo que dejar en otras manos la Fundación Maquilishuat.
Después del fin de su diputación de 2003 a 2006 Silva dejó la política partidaria. Entre septiembre de 2006 y julio de 2007 fue profesor visitante en la Universidad de Harvard. Solo reapareció en la vida pública hasta 2009.
Silva nació en Boston, el 19 de septiembre de 1947. Uno de sus hijos, de profesión periodista, trabaja en la administración Funes. Esta tarde, en el Hospital de Diagnóstico, un grupo de parientes, amigos y funcionarios estaban reunidos lamentando la muerte de este personaje a quien el politólogo Arturo Cruz comparó una vez con el Hamlet shakespereano: "Su característica es que nunca se decide: ser o no ser (candidato)".
Silva en una década
El Hamlet“Tengo que aceptar que fue un error vacilar tanto alrededor de esa decisión de esa trascendencia(correr por la presidencia con el Frente).” Junio de 2004.
Diferencia con Schafik“En el mente de Schafik creo que fui “villalobizado” ja, ja, ja”, El Faro, junio de 2004.
En la cumbre de su carrera política“Yo tuve a los más altos dirigentes de ARENA diciéndome: “Salite de ahí o te vamos a quebrar, a deshacer”, Junio de 2004.
Ver más
Consejo al FMLN“Dejemos la política del no.”, en 2001, Carta enviada a la Comisión Política del FMLN.
Su paso por el FMLN“¡Qué bueno que no fui candidato por el frente!, porque si llego a ser presidente con este FMLN imaginate el problema en el que estaría ahora”, El Faro, junio 2004
El centro y la izquierda“Yo quiero para este país un cambio con estabilidad. Hice un esfuerzo bueno, sano, por tratar de promover ese cambio dentro del FMLN y no lo pude hacer.”, La Prensa Gráfica , noviembre de 2003
Sobre liderazgo "Una vez que el concejo termina su sesión y se levantan, el que manda aquí soy yo. Ninguno de los concejales tiene autoridad ni sobre mí, ni sobre los gerentes, ni sobre ningún empleado de la municipalidad”, El Diario de Hoy, marzo de 2000.
Caso CINTEC“Fue un proceso en respuesta a una necesidad. Creo que lo hicimos bien, hicimos lo mejor que pudimos. Ha sido cuestionado tantas veces que con seguridad puedo decirle que fue un proceso legalmente adecuado. Y resolvió un problema importantísimo del área metropolitana”, La Prensa Gráfica, Noviembre 2003
Sobre Mauricio Funes Veo un muchacho joven, Mauricio es un hombre inteligente, creo en su integridad. Esa inteligencia, a través de su carrera periodística, se ha traducido en mucho conocimiento de la realidad nacional, al menos teóricamente. Tiene el vacío de la poca experiencia, ha tenido muy poca responsabilidad en el manejo, pero por las razones que te he dicho me entusiasma, me parece que es un buen candidato, La Prensa Gráfica, noviembre de 2007
Sobre la derecha “El poder económico del país tiene que entender que tiene que pagar los costos del desarrollo, los costos de la seguridad y no lo está haciendo.”, La Prensa Gráfica, noviembre de 2007.
Cita con jerarquía del FMLN “Cuando estábamos en Toledo, ahí estaban Medardo González, Leonel González, Roberto Lorenzana y “Hato” Hasbún. “Hato” me preguntó qué me parecía la actuación del FMLN en este momento y yo le respondí exactamente lo que te dije hoy. Le dije que me parecía que estaba cometiendo muchos errores. Medardo me dijo que respetaba mi forma de pensar.”, La Prensa Gráfica, 2007.
Su primera vez en la comuna“La primera vez nadie creía que fuéramos a ganar, entonces no hubo mucha resistencia. Acordate que era 1997, tres años antes Schafik había tenido una derrota aplastante, entonces nadie creía. Para el segundo período fue claro que el determinante era el candidato y fue fácil superar las presiones.”, La Prensa Gráfica, 2007.
Silva, un ginecólogo de centroizquierda, se convirtió en figura nacional en 1997, cuando ganó la alcaldía de San Salvador como candidato de la coalición de los partidos FMLN-Convergencia Democrática-Movimiento de Unidad. Sin embargo, ya para entonces era un político experimentado. Apenas empezaba la guerra cuando a inicios de los años 80 ya era parte del Movimiento Popular Social Cristiano (MPSC), que integró el Frente Democrático Revolucionario.
Desde entonces hasta ahora, el día de su muerte, acumuló dos períodos como alcalde de San Salvador, dos como diputado a la Asamblea Legislativa, una precandidatura presidencial por el FMLN y una candidatura presidencial por la coalición CDU-PDC. Al morir este jueves, tenía dos años y medio de presidir el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL), un organismo estatal encargado de la gestión de proyectos de desarrollo para los municipios.
Esta mañana, Silva se encontraba en una reunión con otros funcionarios para hacer el lanzamiento de la consulta sobre la política de transparencia que el gobierno de Mauricio Funes pretende elaborar. En una sala de Casa Presidencial le acompañaban, entre otros, el secretario presidencial de Asuntos Estratégicos, Franzi Hato Hasbún; el ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez; el director de la Defensoría del Consumidor, Armando Flores, y el subsecretario de Transparencia, Marcos Rodríguez.
"Él se encontraba exponiendo en ese momento... de repente, se le comenzaron a trabar las palabras y entonces cayó", relató uno de los testigos. Lo que planteaba Silva en ese momento era que la pobreza en El Salvador se había reducido en el período de 30 meses que él dirigió el FISDL. Esto ocurrió alrededor de las 11 de la mañana. Fue trasladado al Hospital de Diagnóstico, en San Salvador, donde recibió ingreso a las 11:08 a.m. A las 12:10 de la tarde fue declarado muerto.
Según parientes y amigos, Silva era hipertenso. Uno de los funcionarios que estuvieron con él en la actividad en Casa Presidencial reveló que el exalcalde de 64 años de edad le confió, minutos antes de comenzar su participación, que no se sentía bien físicamente. Un aneurisma de aorta es una dilatación de esta arteria que puede devenir en rotura y provocar una hemorragia masiva.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, David Rivas, hizo una breve valoración del significado de la muerte de Silva: "No solo el gobierno ha perdido una pieza muy importante, sino también el país".
Silva y su equipo fueron una especie de invento para El Salvador en aquellos años. Para empezar, su candidatura a la alcaldía en 1997 era posible por una inusitada alianza entre tres partidos políticos y una organización cívica no partidaria. El FMLN tenía cinco años de haber dejado las armas, mientras que Convergencia Democrática era una mutación de un viejo partido socialdemócrata que venía cambiando de nombre desde los años 70. Además, el Movimiento de Unidad era un agrupamiento de centroderecha pro evangélico que coqueteaba con lo confesional. Y a estos partidos se sumó la Iniciativa Ciudadana, un grupo de ciudadanos de centroizquierda interesados en buscar nuevas maneras de gobernar y lanzaron el nombre de Silva.
Luego, una vez ganó la alcaldía, Silva inventó para este país -el país más polarizado del continente, según los estudios de la Universidad de Salamanca- una novedosa manera de gobernar: la concertación de intereses históricamente contrapuestos para ponerlos a trabajar en favor de la capital. Con hábiles pasos logró la colaboración de los empresarios para iniciar el rescate progresivo de espacios públicos de la ciudad, y encontró la manera de que los vendedores de la vía pública se integraran a su proyecto.
En su primer mandato como alcalde capitalino logró rescatar algunas de las vías del centro de San Salvador y despejó del caos de ventas ambulantes la plaza Gerardo Barrios. Su trabajo resultó tan evidente y novedoso que ya para 1998 a muchos les parecía natural que en la elección presidencial de 1999 su nombre compitiera por la postulación de la izquierda. Pero su vacilación repetida entre ser candidato o no serlo en varios momentos de su carrera política posiblemente le evitó la llegada a la Presidencia de la República.
En 1998, el FMLN dirigido por Facundo Guardado lanzó internamente la propuesta de que Silva fuera el candidato a la presidencia. Las encuestas de opinión mostraban ya un desgaste en el partido Arena, mientras este carismático y barbado político que exhibía un verbo conciliador y pronunciaba palabras suaves seducía a buena parte del electorado. Sin embargo, pronto iba a producirse el primero de varios encontronazos que marcaron la relación de Silva con el partido de la ex guerrilla. La primera escaramuza se produjo temprano en 1998, cuando el ala más radical del FMLN le hizo una demostración pública de rechazo y le opuso la potencial precandidatura de Victoria Marina de Avilés. A Silva le disgustó que un sector del partido que estaba pidiéndole considerar ser su candidato presidencial le lanzara una "barra brava" y optó por apartarse. Años más tarde admitiría que había sido un error no persistir.
Guardado, con su carta tirada en el suelo, optó por lanzarse él mismo como el candidato presidencial, y fracasó estrepitosamente en marzo de 1999 ante el arenero Francisco Flores.
La imagen de Silva se fortaleció y siguió sumando adeptos. Y si en 1997 había derrotado con poco margen al alcalde saliente Mario Valiente, en 2000 obtuvo la reelección con tranquilidad ante un Luis Cardenal que quizás no podía ofrecer mucho ante la evidencia de cambios en la capital gobernada por Silva, que utilizó como eslogan de campaña el estribillo "San Salvador mejor".
Eventualmente Silva se afilió al FMLN, y en general mantuvo una silenciosa guerra de baja intensidad con la dirección de un partido a menudo intransigente en sus valoraciones públicas sobre los proyectos de los gobiernos del partido Arena. La dirección efemelenista se radicalizó en 1999 y se cayó la visión moderadora que había emprendido Guardado como coordinador general.
A inicios de la nueva década, ya mientras ejercía su segundo período como alcalde, Silva se atrevió a enviar a la dirección del partido una moción que tácitamente cuestionaba el rumbo del partido y su discurso: "Dejemos la política del "no"", le pedía, haciendo eco de las quejas del gobierno de Francisco Flores y del partido Arena, en cuanto a que los efemelenistas simplemente querían boicotear la administración.
Los años 2000 y 2001 supusieron una ebullición de un movimiento reformador en el FMLN del que Silva fue parte junto a otros dirigentes que ahora también están en el gobierno de Funes. Hicieron un esfuerzo por empujar al partido de izquierdas hacia el centro, pero solo ganaron aversión y con el tiempo muchos de los involucrados terminaron expulsados.
En 2002, el gobierno de Flores afrontaba una crisis en el sector salud: los médicos habían logrado unificarse en un movimiento huelguista que tenía como origen los planes de privatización de la salud que según ellos había preparado a escondidas el entonces secretario técnico Juan José Daboub. Las protestas fueron creciendo tanto que pronto se sumaron las enfermeras e incluso otros gremios y las calles con frecuencia estaban abarrotadas de empleados estatales y particulares que exigían a Flores no privatizar los servicios de salud. El FMLN era una de las organizaciones que se había unido -ya sin disimulo- a las manifestaciones, aunque muchos estaban convencidos de que en realidad eran la mano que manejaba los hilos de la agitación.
El país se encaminaba a otras elecciones -la legislativa y municipal de marzo de 2003- y las encuestas mostraban a una Arena muy deteriorada ante los electores. El FMLN, por el contrario, subía en las preferencias electorales y parecía que por primera vez iba a ser el partido con mayor representación legislativa. Se avecinaba el fin de año y la precampaña ardía y Silva tenía el camino allanado para obtener un tercer período en la municipalidad de San Salvador. Fue entonces cuando Silva públicamente lanzó un salvavidas al gobierno de Flores: se ofreció como mediador entre las partes. Para el FMLN, que era un actor pro huelga, fue insoportable. El 1 de noviembre de 2002, el dirigente Schafik Hándal, miembro de la Comisión Política efemelenista y jefe de la bancada legislativa, pronunció sentencia: "Para el FMLN está claro que él ya no es el candidato". Entonces murió su relación con el FMLN.
Silva fue diputado en el trienio 2003-2006 en representación de Centro Democrático Unido (ya desaparecido). Ya había sido legislador de 1991 a 1994, por el partido Convengencia Democrática (también ya desaparecido). En 2004 lanzó su candidatura presidencial por la coalición CDU-PDC y resultó un rotundo fracaso. Su última relación -aunque de manera indirecta- con el FMLN fue cuando en 2009 Funes lo llamó a incorporarse a su gobierno, al primer gobierno del FMLN.
Antes de su llegada al parlamento en 1991 dedicaba su tiempo a una organización no gubernamental que había creado para proveer servicios de salud a personas de escasos recursos económicos. Cuando ganó la diputación, tuvo que dejar en otras manos la Fundación Maquilishuat.
Después del fin de su diputación de 2003 a 2006 Silva dejó la política partidaria. Entre septiembre de 2006 y julio de 2007 fue profesor visitante en la Universidad de Harvard. Solo reapareció en la vida pública hasta 2009.
Silva nació en Boston, el 19 de septiembre de 1947. Uno de sus hijos, de profesión periodista, trabaja en la administración Funes. Esta tarde, en el Hospital de Diagnóstico, un grupo de parientes, amigos y funcionarios estaban reunidos lamentando la muerte de este personaje a quien el politólogo Arturo Cruz comparó una vez con el Hamlet shakespereano: "Su característica es que nunca se decide: ser o no ser (candidato)".
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