De hacerse realidad las últimas encuestas, el líder socialdemócrata Jack Layton hará historia en las elecciones del 2 de mayo y podría convertirse de forma insólita en el primer ministro de Canadá.
Lo que al principio de la campaña electoral canadiense, el pasado 25 de marzo, era impensable, dos encuestas han declarado más que probable un Gobierno dominado por los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD).
Las dos encuestas, realizadas por las empresas Ekos y Nanos Research, indican que el NPD, hasta ahora el cuarto partido en el Parlamento canadiense, superará al independentista Bloque Quebequés y al centrista Partido Liberal, hasta el momento el principal partido de la oposición, y hará imposible que el gobernante Partido Conservador consiga la mayoría absoluta.
Y lo que es más importante para los socialdemócratas, su ascenso permitirá un Gobierno de coalición entres el NPD y los liberales que desbancaría al primer ministro en funciones, el conservador Stephen Harper.
Todo gracias al líder socialdemócrata, que en las últimas semanas se ha convertido en el político en el que más confían los canadienses, según Nanos Research.
Que Layton es apreciado incluso por sus enemigos quedó evidente cuando a mediados de abril aceptó la invitación de Sun News, un nuevo canal de televisión abiertamente conservador (y que ha sido calificado como el "Fox del norte"), y sus entrevistadores se deshicieron en elogios hacia el político socialdemócrata.
Sus políticas pueden que no gusten a todos, especialmente su promesa de aumentar los impuestos a las empresas, pero su personalidad se está demostrando irresistible.
Layton pasó de ser un político municipal de Toronto a convertirse en uno de los líderes más carismáticos de la izquierda canadiense, que se ha mantenido fiel a sus principios.
A pesar de su cargo, Layton todavía acude en bicicleta a las sesiones del Parlamento y en más de una ocasión ha utilizado el mismo medio de transporte para llegar a entrevistas con periodistas.
Layton, un ardiente defensor del sistema público de sanidad del país, también se está recuperando de un cáncer de próstata que le fue detectado en febrero de 2010 y de una cirugía de cadera que la ha obligado a utilizar un bastón durante toda la campaña electoral.
Gran parte del despegue de Layton en las encuestas se inició tras el debate televisado celebrado en francés el pasado 13 de abril entre los líderes de los cuatro principales partidos políticos del país.
Layton, que nació en Montreal el 18 de julio de 1950, demostró un mejor control de la lengua francesa que los líderes del Partido Conservador, Stephen Harper, y del Partido Liberal, Michael Ignatieff. Y una mayor frescura de ideas que el líder del separatista Bloque Quebequés, Gilles Duceppe.
Tras el debate, la intención de voto hacia el NPD en Québec empezó a aumentar de forma imparable hasta el punto que los socialdemócratas podrían convertirse en el partido más votado en la provincia francófona, pasando de tener un diputado en las elecciones de 2008 a superar la veintena.
La "Jackmania", como ya se denomina el fenómeno, ha empezado a trasladarse a otras provincias, hasta el punto que Layton tiene grandes posibilidades de convertirse en el próximo primer ministro de Canadá si no hay grandes cambios en los últimos días de la campaña.
Una campaña que el propio Layton ha calificado de "increíble".
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