Lo ves llegar, a lo lejos, con la bonhomía nonagenaria de quien ya ha vivido demasiado y no por eso pierde su calambre entusiasta. Trae una sonrisa colgando en el labio, las pupilas anchas, las manos lentas, la mirada viva. Regresa para impulsar un nuevo librito, que viene a acoplarse a aquel otro, '¡Indignaos!' (Destino), del que ha despachado en España más de 400.000 ejemplares. La nueva aventura viene con otro título exclamativo, '¡Comprometeos!' (también en Destino), y recoge una larga conversación con un joven activista francés de 25 años, Gilles Vanderpooten, donde Hessel traza en ocho aspectos su concepto de democracia, su idea del compromiso, de la rebeldía, de la protesta, del desacato, de la insurgencia siempre con las palabras en el punto exacto para que el alegato no sea un artefacto inflamable.
Mantiene la fe en la semilla del 15-M, pero ayer, atajado por los periodistas, el discurso ágil pero reservado de Hessel (candidato al Nobel de la Paz), dejó ver alguna fisura por la que se colaron propuestas, guiños y apuestas. Una de ellas tiene que ver con sus preferencias políticas: "En Francia simpatizo con el Partido Socialista. Aquí en España tengo una gran simpatía por Zapatero... Y creo que Rubalcaba puede ser también un gran español", explicó. Respecto a la posible victoria del PP en las próximas elecciones del 20N, un partido alejado de los propósitos del movimiento social en marcha, tiró de una ironía espolvoreada con cierta pimienta: "No conozco en profundidad la situación política de este país, pero si hay un partido contrario al espíritu del 15-M también habrá uno contrario a ese partido, así que cada cual reflexione qué va a votar". Dejó un breve silencio y amagó con lo que pudo entenderse como un paso atrás: "De todos modos, no he venido aquí a hacer campaña por nadie". Se hizo tarde.
Hessel no esquivó ninguna pregunta, cierto, pero sus respuestas se acogieron al salvoconducto de lo general.
-¿Debería confluir el movimiento 15-M en un partido político?
-En España hay que seguir indignándose y decir no a lo inaceptable. Pero también hay que decir sí a la acción y a la inovación constructiva. Ahora me preocupan las fuerzas con las que estamos obligados a trabajar, que no están equipadas para hacer frente al desorden en el que vivimos: la injusticia, la pobreza... Hay que inventar una nueva democracia y crear nuevas fuerzas políticas para lograr un nuevo panorama.
Una idea que también defendió el coautor de '¡Comprometeos!', Gilles Vanderpooten. "Hay que innovar, claro que sí, pero tampoco podemos olvidar a los políticos actuales... Me gusta esa frase de Antonio Machado: 'No hay camino, se hace camino al andar'"... Y quizá no fuera lo que más gustó a algunos miembros fundacionales de la chispa del 15-M, Fabio Gándara y Óscar Rivas, autores de otro libro de esta 'serie' en la misma editorial: 'Nosotros, los indignados'.
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