miércoles, 28 de octubre de 2009

Genealogia de la Izquierda Cultural Estadounidense - 2008

CLARÍN
JORGE AULICINO

UPTON SINCLAIR, LA MORAL CALVINISTA Y LAS UTOPIAS REFORMISTAS DE LOS AÑOS 30
Genealogía de la izquierda cultural estadounidense
Sinclair encabeza la lista de escritores que mostraron el lado oscuro de su país
Un tono sepia, un virado al amarillo, al estilo del filme Barrio Chino de Roman Polansky, sería el adecuado para el retrato de Upton Sinclair, escritor y político socialdemócrata, autor de La jungla y ¡Petróleo! entre unas 80 obras en prosa. El mismo tono parece ajustarse al ambiente de California entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión que evoca ¡Petróleo!, la novela que ahora fue desempolvada y filmada por Paul Anderson. En la propia evocación de Sinclair, este sepia amarillento no sería nostálgico. Correspondería a un período industrial casi primitivo, como las fotos de esa etapa, no menos despiadada y compleja que la actual. Igualmente sepia era el color de la industria de Hollywood, a la que no hicieron asco muchos autores cuyos nombres configuran una etapa decisiva de la cultura de los Estados Unidos.Sinclair escribió sobre la industria -su tema más popular- y lo hizo con métodos industriales: fue un best seller de prosa fácil, pero incisiva. Vendió millones de ejemplares y ganó lectores en los idiomas más diversos, principalmente en ruso, después del inglés. No pudo evadirse de dos premisas genéticas de su pueblo: el amor por el héroe y el pionero y la convicción de que la reforma del sistema debe ser constante, para contrabalancear los abusos del individualismo y del heroísmo y la detestable corrupción, palabra que -sobre el fondo protestante de la formación estadounidense- tiene resonancias bíbli cas. En Sinclair, esa moral calvinista tomó el nombre de socialismo, con más reminiscencias de Thoreau -el predicador de la desobediencia civil- que de Marx.Entre la Primera Guerra Mundial y el macartismo, la cultura de los Estados Unidos estuvo inficionada de aquellas ideas. Joseph McCarthy, también calvinista a su modo, tenía razón en cierto sentido: Hollywood y las editoriales eran cuevas de "comunistas", si por comunismo se entiende a todas las formas ideológicas que tienen en común el cambio social. Algunos eran reformistas y otros eran realmente afiliados al Partido Comunista o simpatizaban con él. McCarthy, puritano reaccionario, hizo una purga estalinista. Y, una vez vencido, se hizo patente la sombra que lo acompañaba como a casi todo estadounidense forjado en el puritanismo: el alcohol.El 24 de octubre de 1929, el pánico provocó una venta masiva de acciones que derrumbó la Bolsa de Nueva York. La caída no pudo detenerse. Miles de indus trias cerraron, la desocupación llegó en un par de años a la cuarta parte de la población laboral. En 1933, el demócrata Franklin D. Roosevelt asumió la presidencia y puso en práctica el "New Deal", una política de fuerte intervencionismo estatal. ¡Petróleo! fue publicada apenas dos años antes del "jueves negro" de Wall Street, refiere a una realidad imperante hasta 1929. La nación pasó de la épica al drama en un año. Chicago y Nueva York quedaron dominadas por la Mafia, cuyo desarrollo tuvo que ver principalmente con la ley de abstinencia alcohólica impuesta en los años 20, los "años locos". El jueves negro pronto convirtió en realidad la cara oscura del país que Sinclair había querido develar. La frase de Sinclair sobre sus novelas sociales es significativa en este sentido: "Yo apunté al corazón del público y por accidente le dí en el estómago".La Gran Depresión jugó a favor de los reformistas y de los comunistas. Aquello que denunciaban se hacía evidente. Sinclair Lewis, nacido en 1885, había publicado en los años 20 Calle Mayor y Babbitt, relatos descarnados sobre el vulgar materialismo de la vida estadounidense. Howard Fast, miembro del PC, escribiría en 1941 su obra cumbre, Espartaco, narración de un levantamiento de esclavos en el Imperio Romano que filmaría Stanley Kubrick. En 1933, John Steinbeck publica Las praderas del cielo, que inicia una serie de novelas sobre el país profundo. En esos años, John Dos Passos abarca -con su trilogía USA- la nación entera y el crecimiento del capitalismo. Clifford Odets, autor de Esperando al zurdo y creador del "teatro proletario" durante la Depresión, formó el grupo teatral de Nueva York con Elia Kazán, Lee Strasberg, Harold Clurman y Stella Adler. El modelo del grupo era el Teatro de Arte de Moscú.La "caza de brujas" golpeó a fondo a aquel movimiento. En las listas negras del macartismo figuraron Howard Fast, Dashiell Hammett, Lilian Hellman, Charles Chaplin, Elia Kazán, Arthur Miller, Lauren Bacall, Humphrey Bogart, Adolphe Menjou, John Ford y hasta Walt Disney. Treinta mil libros fueron censurados. Una época cayó mientras el Plan Marshall sacaba a Europa de las ruinas de la guerra y el capitalismo se encaminaba a su etapa de mayor brillo financiero.

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