lunes, 13 de septiembre de 2010

Julia Gillard toma las riendas del laborismo australiano - 2010

ASIARED
Julia Gillard toma las riendas del laborismo australiano y sustituye a Kevin Rudd al frente del gobierno
Redacción 25/06/2010 La pérdida de popularidad del hasta ahora primer ministro de Australia, Kevin Rudd, ha propiciado su relevo tanto al frente del Partido Laborista como del ejecutivo. Su correligionaria Julia Gillard se convierte así en la primera mujer que ocupa el cargo de primera ministra en el país. La laborista Julia Gillard ha sido investida como primera ministra de Australia en sustitución del también laborista Kevin Rudd. Gillard, que era la segunda en el gobierno de Rudd, le propuso someter a votación el apoyo de la ejecutiva del partido, ante lo cual Rudd se retiró para evitar el ridículo. Rudd, que llegaba al poder en noviembre de 2007 poniendo fin a once años de gobiernos conservadores, ha visto como la gran popularidad que consiguió en su primer año en el cargo, gracias a las reformas económicos y a gestos como el perdón a los indígenas o la retirada de tropas de Irak, descendía en picado en los últimos meses.Innovador y reformista, pero también considerado por algunos como radical e intransigente, su gestión ha provocado la división en el seno de su propio partido. En cambio, Gillard, a pesar de ir siempre asociada a Rudd, ha conseguido no caer con él y presentarse como un recambio moderado capaz de unir de nuevo al laborismo australiano. Gillard había reiterado su negativa a sustituir a Rudd, pero finalmente ha liderado la rebelión en el seno del partido al considerar que el gobierno sufría una falta de liderazgo. La nueva líder, que ha escogido como viceprimer ministro al secretario del Tesoro, Wayne Swan, ha anunciado que convocará elecciones antes de fin de año.Revisión de las políticasEn su primer día en el cargo, Gillard ha anunciado que revisará las políticas más impopulares de su predecesor y que devolverá el gobierno al buen camino. Entre los principales temas que han propiciado la caída de popularidad de Rudd se encuentran su propuesta para frenar el cambio climático, que no consiguió aprobar en el Senado, y la iniciativa de imponer una tasa a la minería que levantó al potente sector en su contra.Así, una de las primeras medidas de Gillard ha sido anunciar la creación de una comisión ministerial encargada de elaborar una nueva estrategia de negociación con el sector minero. La propuesta de Rudd pretendía que una parte de los elevados beneficios de esta potente industria ayudaran a equilibrar otros sectores de la economía australiana. Gillard, considerada del ala izquierdista del partido, ha conseguido los votos más moderados para desbancar a su hasta hace poco aliado.

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