sábado, 2 de abril de 2011

El momento Schroeder de Zapatero - El País - 2010

TRIBUNA: Laboratorio de ideas STEPHAN RICHTER El momento Schröder de Zapatero STEPHAN RICHTER 29/08/2010
En las décadas de 1990 y 2000, respectivamente, dos socialdemócratas encantadores y un tanto dejados destacaban en las filas de los líderes europeos. Básicamente, ambos se habían labrado una notable carrera a base de no preocuparse demasiado por el sufrimiento que suele conllevar el hecho de llegar a un alto cargo político. Los asuntos mundanos como los déficits presupuestarios y las reformas estructurales estaban por debajo de su idea de la dignidad, o eso creían ambos caballeros. Schröder dotó a Alemania de una economía ágil y capaz de competir en los mercados internacionales La amenaza de que España siguiera los pasos de Grecia hizo ver la luz del día a Rodríguez Zapatero Cuando Gerhard Schröder se convirtió en canciller de Alemania en octubre de 1998, deleitaba más a su ciudadanía luciendo trajes de diseño y fumando puros cubanos caros que centrándose realmente en el talón de Aquiles del país: los abrumadores costes sociales y las inflexibles estructuras del mercado laboral. Es cierto que durante ocho años fue primer ministro de la Baja Sajonia, uno de los 16 Estados federados de Alemania, de modo que no era ningún novato en puestos políticos de responsabilidad. Cuando fue reelegido para una segunda legislatura, en septiembre de 2002, daba la impresión de que superaría fácilmente su estancia en el cargo centrándose en tareas internacionales como congraciarse con los rusos y batallar con George W. Bush, el belicoso presidente estadounidense. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la presidencia española, en abril de 2004, tenía solo 43 años. Estaba decidido a dejar huella a base de simpatía y se centró en cuestiones como reforzar el papel de la mujer en la política y la sociedad españolas. Aunque hay que reconocer que esta reforma vital tiene un mérito considerable, Zapatero -como ese otro simpático líder socialdemócrata antes que él, el alemán Gerhard Schröder- dejó bien claro que no quería ensuciarse las manos lidiando con la economía nacional. Sí, había pájaros de mal agüero que presagiaban un recalentamiento de la economía, una economía que dependía con exceso de la vivienda y de la construcción. Y el desempleo en general, y el nivel de paro entre los jóvenes en particular, era irritante, pero ¿qué puede hacer un presidente español ante esos desafíos, teniendo en cuenta la apabullante naturaleza de la economía mundial? En semejantes circunstancias, Zapatero -igual que Gerhard Schröder, su alma gemela política- prefirió dorar la píldora y engatusar a sus compatriotas para que se olvidaran de los sombríos horizontes. No estaba por la labor de deslucir su mandato centrándose excesivamente en los presupuestos y las políticas estructurales. Pero volvamos al caso alemán. Poco después de finalizar su primer mandato, Schröder tuvo su momento y se puso las pilas. Un hombre al que se consideraba el equivalente de un calavera decidió de golpe y porrazo que no iba a perder más el tiempo en el cargo y que iba a hacer frente a los problemas económicos del país lanzando la denominada Agenda 2010 en marzo de 2003. Con ese ambicioso programa se recortarían las prestaciones sociales hasta alcanzar unos niveles manejables en un contexto económico mundial. La reforma de las pensiones significaría que la gente tendría que trabajar más tiempo. Los parados ya no podrían rechazar tan fácilmente una oferta laboral alegando que el trabajo les quedaba demasiado lejos de casa y, por tanto, no podían aceptarlo. Para que las reformas calaran, los subsidios por desempleo en Alemania descendieron prácticamente a niveles comparables a los de EE UU, lo cual significa que eran cualquier cosa menos generosos. Las ventajas de ese severo planteamiento han quedado plenamente de manifiesto durante la actual recesión, con unos niveles de desempleo en Alemania que son los más bajos de los últimos 20 años. Es difícil determinar cuál fue la causa exacta de ese cambio de Schröder, si no de opinión, sí al menos de actitud. A lo sumo podemos imaginar que su conversión guarda relación con la revelación de que es terrible desperdiciar dos mandatos al timón de la política del país de uno. Schröder deseaba que su tiempo en el cargo de canciller sirviera para algo, y al final lo consiguió. En lo que respecta a Zapatero, su conversión no ha sido tan voluntaria. La reacción de los mercados internacionales a raíz de la crisis griega en la primavera de 2010 -y la amenaza de que "España sería la siguiente"- le hicieron ver por fin la luz del día. Es verdad, ha habido que llevarlo a rastras al altar de la rectitud fiscal y las reformas estructurales entre pataleos y gritos, pero el hecho es que ahora está ahí. En estos momentos, Zapatero afronta su prueba de fuego política: conseguir que se apruebe el paquete de reformas que ha anunciado su Gobierno. Hay quienes dudan de su fortaleza interna. Creen que cuando se tope con protestas en la calle lo suficientemente fuertes, cederá en cuestiones clave como el mercado laboral y la reforma de las pensiones. Y, en efecto, puede que lo haga. ¿Quién puede saber su grado de fortaleza interna? Pero en este periodo de considerable incertidumbre política en España por el futuro de su proceso de reforma económica y social, hay unas cuantas cosas que Zapatero puede dar por sentado. La versión de los noventa de primer ministro despreocupado, el también socialdemócrata Gerhard Schröder, lo consiguió. Se mostró firme y puso a su país en el buen camino. Sí, hubo quienes dudaron en todo momento, convencidos de que la política alemana y la sociedad en general nunca tragarían con unas reformas profundas. Pero a la postre lo hicieron. ¿Por qué? Probablemente porque en la era de la democracia mundial y la integración económica internacional, los electores tienen la sensación instintiva de que todas esas protestas que enfrentan a capital y trabajadores son cosa del pasado. En realidad, las empresas tienen tantos problemas como los ciudadanos para afrontar las cambiantes circunstancias mundiales. Lo principal es que ciudadanos y empresas consigan un justo equilibrio que siga motivando a los ciudadanos-empleados y que permita a las empresas prosperar y competir. En este mundo feliz, los ciudadanos también son conscientes de que aferrarse a unas prestaciones demasiado elevadas ya no equivale en esencia a un acto de desafío y conciencia social como es debido, sino a mirarse el bolsillo. A fin de cuentas, los gastos sociales son sufragados en buena parte por los contribuyentes, y no por organizaciones capitalistas amorfas. Y, por último, Schröder desarrolló un sentido innato para entender que no podía pedir a sus compatriotas que consintieran un cambio a menos que él también estuviera dispuesto a someterse a una transformación. Un líder político de verdad es aquel que planta cara a las dificultades y dirige desde el frente, y no el que se limita a difundir trivialidades. Todo eso debería infundir a Zapatero fortaleza interna, determinación y la confianza en que puede, y debe, mantener el rumbo, aunque las batallas presupuestarias que se avecinan en el Parlamento quizá sean duras. Si lo consigue, puede que incluso se enfrente a lo impensable para un político profesional: perder la reelección. Al fin y al cabo, Schröder era la misma clase de animal político que Zapatero, y su determinación y éxito a la hora de encarrilar la Agenda 2010 le pasaron a él -y a su partido- una factura elevada en lo que se refiere a unos partidarios profundamente decepcionados. Algunos de ellos estaban tan frustrados que se escindieron y fundaron otro partido férreamente a la izquierda de los socialdemócratas de Schröder, lo cual menguó todavía más sus probabilidades de salir reelegido en otoño de 2005. Al final, Schröder perdió esas elecciones y tuvo que retirarse de la política, aunque, ante la gran sorpresa de todos, casi se las apañó para salvar la diferencia de votos en los últimos días de campaña. Pero Schröder hizo bien lo importante, que era transformar la economía de Alemania, hinchada y con unos costes poco competitivos, en una economía ágil y capaz de competir en los mercados internacionales, y ese es un mérito imperecedero. Quedará ante la historia como un legado más que respetable para alguien que en opinión de todos siempre sería un calavera que se toma las cosas a la ligera. - Stephan G. Richter es editor y director de theglobalist.com Traducción de News Clips.

Harald Edelstan, el heroe olvidado - La Nación - 2009

Harald Edelstam, el héroe olvidado / La Nación Por Pamela Gutiérrez El ex embajador de Suecia en Chile rescató personalmente a cientos de chilenos, cubanos y uruguayos, entre otros, al impedir que cayeran en manos de los organismos represivos del régimen militar. Han pasado 20 años de su muerte, y su nieta Caroline Edelstam Molin estuvo en nuestro país la semana pasada para promover la fundación que busca reivindicar su memoria.
“Él iba contra la corriente de lo que era la política de relaciones exteriores en Suecia y puso mucho en juego para llevar a cabo sus acciones. Cuando regresó a Suecia, no le quedaban amigos y muchos le dieron la espalda, incluidos miembros de su familia. Su carrera diplomática estaba en el ocaso y, aunque tenía una alta reputación como embajador, al final de sus días era algo que Suecia ni siquiera mencionaba”. El relato es de Caroline Edelstam Molin, nieta de ex embajador sueco en Chile Harald Edelstam, quien se atrevió a rescatar a chilenos, uruguayos y cubanos de las manos de la dictadura militar y convenció a las autoridades suecas de darles refugio a varios de ellos. A 20 años de su muerte, su nieta estuvo en Chile esta semana como parte de la fundación que lleva el nombre de su abuelo y que busca difundir la obra de este defensor de los derechos humanos. Caroline, junto a los miembros de la fundación Henrik Janbell y Ulf Hermelin, asistió el miércoles al homenaje que le rindió la Cámara de Diputados a la memoria del ex embajador sueco. Uno de los principales oradores, el diputado Tucapel Jiménez llegó refugiado junto a su familia a Suecia, luego del asesinato de su padre por parte de la CNI en 1982. “Harald Edelstam, como embajador, salvó cientos de vidas. Para Chile, los dos personajes más importantes son el ex Primer Ministro Olof Palme y Harald Edelstam, porque nos abrieron las puertas y nos tendieron una mano”, dijo Jiménez. De hecho, durante el homenaje, le dirigió a Caroline un saludo en sueco, expresando agradecimiento por la solidaridad. “Nunca es tarde para un homenaje”, dijo la joven, al preguntarle si no había pasado demasiado tiempo para un reconocimiento a su abuelo. Por ahora, hay una sala que lleva el nombre de Edelstam en la biblioteca de San Miguel, por iniciativa del alcalde Julio Palestro, también refugiado en ese país. “Pero es muy poco un colegio (con el nombre de Palme en La Cisterna) y una sala de una biblioteca por todo lo que hicieron ambas figuras. Chile tiene una deuda tremenda con esos personajes”, dijo el diputado Jiménez. El parlamentario se quejó por la ausencia de representantes de la Alianza, ya que sólo estuvieron presentes el diputado UDI Felipe Salaberry y el RN Osvaldo Palma. Edelstam había llegado a Chile en 1972, cuando Caroline aún no nacía. La diputada Isabel Allende, que también estuvo en el homenaje, recordó la activa participación de la Agencia de Cooperación Sueca con el gobierno de la Unidad Popular. “Pero después vino el golpe y él se la jugó mil por mil. Mi hermana Beatriz trabajaba en la secretaría privada (de La Moneda) y la vio muy afectada y decidió llevarla a la embajada de México, donde ya estábamos (asiladas) con mi madre, para que tuviera la oportunidad de despedirse y eso era algo que no estaba previsto. Tuvo una discusión muy violenta con los militares, porque tenían prohibido salirse del trayecto, pero logró pasar por la embajada de México”, dijo a LND. En ese momento, Beatriz iba a abandonar el país rumbo al exilio en Cuba. Aquel gesto fue sólo uno de los que Edelstam tuvo durante el golpe. La embajada cubana, ubicada al lado de la sueca, fue declarada territorio nórdico gracias a sus gestiones e intervino directamente en plena balacera entre militares y el personal de la embajada que se encontraba el 11 de septiembre de 1973. Uno de los que se encontraba dentro de la repartición diplomática caribeña fue el responsable político de la campaña de Marco Enríquez-Ominami, Max Marambio. “Se jugó la vida en una noche llena de amenazas. Los que estábamos en la embajada lo vimos aparecer como una figura irreal. Era un hombre muy alto, de un metro noventa y tantos, delgado, con un perfil romano aguileño, con una pinta muy imponente, muy digno. Iba con ropa impecable, de traje cruzado brillante y gastado en las sentaderas. Parecía que el traje lo había usado en los últimos 15 años y no me olvido de sus zapatos, unos ingleses cuarteados por el uso. Era un aristócrata old fashion”, recuerda Marambio. Isabel Allende indica que tras el exilio de su familia y mientras él permanecía en Suecia, “mantuvimos bastante contacto, porque él siguió en actividades de solidaridad. Coincidimos con él en una jornada de derechos humanos en París, con el Presidente Mitterrand, en la década del 80, era muy afectuoso, de gran modestia… (suspira). En fin, una persona maravillosa”. El 4 de diciembre de 1973 el gobierno militar lo declaró persona non grata y fue expulsado del país. Edelstam volvió a Suecia con la misión de convencer a su gobierno que no podía ser indiferente con la situación política que atravesaba Chile y, así, permitió el ingreso de al menos 1.500 exiliados chilenos. Su nieta explica que, aunque viajó solo una vez a Washington en 1974, utilizó principalmente a los medios de comunicación para denunciar las violaciones de los derechos humanos, “porque era muy difícil sacar a la luz la información sobre Chile y estaba siempre presionando para contactar la prensa internacional y la sueca”. El ocaso “Él tenía una muy buena carrera diplomática antes de llegar a Chile. Incluso era mencionado como candidato a ser embajador de Suecia en Estados Unidos. Después de ser declarado persona non grata, lo enviaron a Argelia y Turquía. Su carrera quedó completamente acabada y en la Cancillería fue considerado como si fuera nada”, cuenta su nieta Caroline. Marambio, que había salido directamente desde la embajada de Cuba hacia Suecia, donde estuvo casi un año, confirmó este frío recibimiento de los pares de Edelstam: “Se había convertido en un personaje extraño, porque era muy popular entre los exiliados, pero muy impopular en su Cancillería. Es curioso cómo lo miraban como un bicho raro y no le tenían ningún aprecio y consideraban que lo que había hecho era una cuestión exótica”. Marambio salió de Suecia, pero siempre se las arreglaba para volver un par de veces al año a ese país por razones familiares. Edelstam le prestaba su auto para que pudiera trasladarse. Edelstam, según Marambio, vivía solo en un departamento, aunque la nieta asegura que se mantuvo unido a su familia más cercana. Los últimos años de su vida estuvo batallando con un cáncer que lo mató en abril de 1989, a los 76 años. La fundación El principal objetivo del viaje de Caroline Edelstam es la difusión de la fundación que honra la memoria de su abuelo. La institución busca financiamiento para erigir un premio a quien encarne de mejor manera las acciones que realizó el embajador en defensa de los derechos humanos. Los directivos esperan que al 2011 pudiera entregarse el primer galardón, aunque esperan que en el mejor caso pudiera efectuarse en el 2010. Con el fin de preservar su memoria, también se realizó en febrero de este año una exposición de la resistencia noruega, donde Edelstam jugó un papel relevante, al “exportar” judíos hacia la frontera de Suecia, para impedir que fueran enviados a campos de prisioneros, en la Segunda Guerra Mundial. Fue allí donde se ganó el apodo de “Clavel Negro”, su chapa para sus actividades encubiertas a favor de la resistencia antinazi.

Montevideo homenajeó a Harald Edlestam - La República - 2011

Ex embajador sueco Montevideo homenajeó a Harald Edelstam Ayer jueves a las 10 horas, en la plaza que lleva su nombre, la intendencia de Montevideo realizará un homenaje al ex embajador de Suecia en Chile cuando ocurrió el golpe de Estado en setiembre de 1973, y que, arriesgando su vida, salvó a centenares de latinoamericanos y decenas de uruguayos de la muerte. En el acto participó la nieta del ex embajador y dirigente del Partido Socialdemócrata de Suecia, Caroline, que preside la fundación Edelstam, la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, el ministro itinerante Julio Baráibar, la ex vicecanciller Belela Herrera, entre otras personalidades. Considerado un héroe olvidado, trascendió un poco más al público general cuando se realizó la película "El clavel negro", que narra en forma novelada los sucesos en los que estuvo envuelto en los días posteriores al golpe de Estado pinochetista. Edelstam es recordado por los latinoamericanos y uruguayos a los que salvó la vida al extender la protección de la embajada sueca al edificio asediado de la embajada cubana en Santiago de Chile, y por los muchos que rescató yendo a buscarlos a los centros de torturas, incluso bajo amenazas de muerte. En 1972 el gobierno sueco designó a Edelstam como embajador en Chile, donde pronto demostró un claro compromiso y simpatía por el proceso popular que había iniciado el gobierno del presidente Salvador Allende. Cuando se produce el golpe de Estado, Edelstam comienza una instantánea labor de ayuda a cientos de perseguidos políticos chilenos y exiliados latinoamericanos, entre ellos a una cincuentena de exiliados uruguayos que estaban prisioneros en el Estadio Nacional y que seguramente sin su mediación hubieran sido fusilados o desaparecidos. Testigo de esta labor fue el hoy embajador itinerante de Uruguay, Julio Baráibar. El presidente de la república, José Mujica, recibió en su despacho a Caroline Edelstam, y firmó la proclama de apoyo a la creación del Premio Harald Edelstam, que entregará a partir de 2012 la fundación homónima y que reconocerá la labor de quienes luchan por la defensa de los Derechos Humanos. Mujica es el segundo presidente en firmar esta proclama de apoyo, siendo la primera la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, en setiembre de 2009.

Muere Enrique Curiel, el defensor de la casa común de la izquierda - Público - 2011

Muere Enrique Curiel, el defensor de la casa común de la izquierda Fallece en Madrid a los 63 años el ex vicesecretario general del PCE, exdiputado y ex senador que intentó acercar a IU y al PSOE // Un cáncer acabó con su vida // Hoy será enterrado en Vigo, su ciudad natal // Condolencias de Zapatero y Lara JUANMA ROMERO Madrid 03/03/2011 01:00 Actualizado: 03/03/2011 13:12 El ex vicesecretario general del PCE, exdiputado y exsenador Enrique Curiel, en una imagen de archivo, el pasado 1 de abril de 2009.EFE / CHEMA MOYA Noticias relacionadas Bono y Carrillo dicen adiós a Curiel en un emotivo acto de despedida Enrique Curiel. Nos ha dejado un demócrata Fallece a los 63 años Enrique Curiel, ex vicesecretario general del PCE Las claves de IU: diagnóstico y pronóstico A la búsqueda de la nueva IU Ese puente, el que une las dos orillas de la izquierda, la socialista y la comunista, quizá siempre quede pendiente de construir. Algunos intentaron componerlo. Algunos como Enrique Curiel Alonso, obrero socialdemócrata de cabeza y corazón. Falleció ayer miércoles 2 de marzo, a las tres de la madrugada, en el hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid, víctima de un cáncer, a los 63 años. Su cuerpo fue trasladado al tanatorio de La Paz de la capital y hoy será enterrado en Vigo, su ciudad natal. Nacido el 15 de abril de 1947, militante del Partido Comunista de España (PCE) desde 1969, bien parecido y un gran comunicador, salvó la primera crisis interna de su formación en los primeros ochenta, entre los renovadores y el aparato. Después, tras la debacle de 1982, cuando Santiago Carrillo dimitió y cedió su bastón de mando a Gerardo Iglesias, llegó a lo alto del PCE. Se convirtió en su vicesecretario general, escalón de poder que compartió con Nicolás Sartorius. Fue con Iglesias con quien Curiel muñó la plataforma anti-OTAN e Izquierda Unida, en 1986. Fue con él, y sobre todo con Julio Anguita, con quien discrepó y por quienes se marchó. Dejó su cargo en diciembre de 1987 y en noviembre de 1988, abandonó su carnet del PCE y su escaño por Córdoba. “Abogué por la casa común de la izquierda y fracasó. Por eso me fui”, relataba a este diario 20 años más tarde. Del PCE al PSOE En 1990 recaló en el PSOE. Logró acta de concejal en el Ayuntamiento de Madrid en 1991, de diputado en la Cámara baja en 1993 y de senador en 2004. En esa legislatura, la primera de José Luis Rodríguez Zapatero en el poder, desempeñó el cargo de secretario general adjunto del PSOE en la Cámara alta. O sea, de número dos del portavoz, Joan Lerma. En 2008, fuera de toda representación institucional, se volcó en su actividad como profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde ejerció hasta octubre de 2010, cuando el estado avanzado de su enfermedad le impidió seguir con sus clases. Zapatero destaca su "legado de rigor, cordialidad, honestidad y compromiso" Ayer, tras conocerse su muerte, llovieron los elogios. Tanto del presidente del Gobierno –que alabó su “legado personal de cordialidad, de honestidad, rigor y compromiso” con España y le pintó como "protagonista activo de la Transición"–, como de compañeros de IU (Cayo Lara, Gaspar Llamazares) y del PSOE (Juan Barranco, Joan Lerma, Pedro Antonio Ríos). Lara, coordinador federal de IU, glosó en un telegrama enviado a la familia, "el ejemplo" de la vida de Curiel, que ha de "fortalecer el ánimo" de toda la izquierda "para afroantar las enormes tareas por delante en aras de hacer el mundo un poco mejor". "Ese ejemplo de Enrique", un "valioso compañero y camarada", "mostrado en el desempeño de sus quehaceres políticos y docentes, también ha de servir para que avancemos hacia un futuro que no contempla el desánimo ni la estrechez de miras". “Siento su muerte como la de un hermano en la lucha, como la de un hombre honesto. Pese a las disputas que tuvimos, mantuvimos nuestra relación. Él acarició la idea de la casa común de la izquierda, como muchos otros luchadores. Aún hoy debemos deplorar que la izquierda esté fragmentada y desmovilizada. La unidad que él predicaba es aún un objetivo histórico”, decía Carrillo a Público por teléfono, afectado. El exlíder del PCE recordaba los inicios de Curiel en el partido, cuando "trabajaba con enorme entusiasmo". Luego cree que el PSOE acabó deshaciéndose de él. "Como pasó con otros antiguos camaradas, estuvo como marcado". “Fue un gran incomprendido –argüía Llamazares–. Representó la pulsión de unión y desunión de la izquierda, de apertura y renovación frente a la ruptura, el ángel y el demonio, siempre desde el diálogo”. El portavoz de IU resalta sobre todo su función como impulsor denodado de IU y de la renovación del PCE. "Su vocación unitaria, esa cordialidad con el adversario, era vista con desconfianza desde el PSOE y desde IU", censuró. Llamazares sostenía conversaciones frecuentes con Curiel, y comentaban juntos la actualidad ("Era uno de esos políticos de raza, de esos que son políticos 24 horas al día, que ha mamado la política y al que le gusta estar muy informado"). También departieron el día de arranque de la IX Asamblea Federal de IU, el 15 de noviembre de 2008: "Con toda la tensión de aquellos días, cuando se producía mi relevo en el liderazgo de IU, me dijo: 'Es la ley de hierro de los partidos. No te lo tomes como algo personal'. Él veía todo desde la comprensión. No se extrañaba del trazo grueso de algunos, de la desconfianza, y también de la generosidad de los otros". Para Llamazares, Curiel simboliza la "pulsión" de las dos almas de la izquierda en España Carmela Silva, portavoz del PSOE en el Senado, y viguesa como Curiel, destacó su “brillantez, su capacidad de comunicación, su valentía, su esfuerzo por el consenso” y retomó, con él, su convicción de que “la izquierda piense en la necesidad de defender posiciones comunes”. "La derecha está agrupada y la izquierda no puede permitirse el lujo de estar desunida". Silva conocía "hacía mucho tiempo" al ex vicesecretario general. Ambos comenzaron en el PCE y mantenían una estrecha "relación política y personal". "Era un político de altísimo nivel, de una formación política, jurídica y económica extraordinaria, que siempre defendió la igualdad y la justicia. Era un hombre de diálogo, de consenso. De verdad que estoy muy afectaba", relataba ayer. La portavoz también recordaba las "incomprensiones" que tuvo que enfrentar Curiel por su "valentía de dar un paso adelante", pero matiza que el PSOE "siempre" le cuidó. Marcha callada y elegante Barranco, Silva, Lerma, Lara o Carrillo resaltan su talante de consenso y su ejemplo de vida A pesar de su marcha del PCE y de IU, el ex senador no perdió el respeto de los primeros suyos. De hecho, ayer en el partido apuntaban que se fue de forma "elegante", no del modo estentóreo por el que optó, años después, Nueva Izquierda. También lo rememora así Pedro Antonio Ríos, militante de IU hasta el verano de 2010 y hoy director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar en el Ministerio de Medio Ambiente, que tutela Rosa Aguilar. "Él no quería batalla interna, fragmentación interna. Se fue discretamente". Curiel reclamó a Ríos en la dirección central del PCE a partir de 1985, en la época de convergencia de la izquierda que luego desembocaría, primero, en la creación de la plataforma del no a la OTAN y luego, en la creación de IU. "Buscaba el socialismo democrático, abrir el PCE. Y defendió esa casa común de la izquierda. Hablaba de la izquierda como ese encuentro de las dos familias, la comunista y la socialista, que se separaron en los años 1920. Por eso se defraudó de IU, porque se convirtió en un instrumento de una parte de la izquierda que atacaba a la otra izquierda y no tanto a la derecha". "Y eso que fue él el que buscó a Anguita a Córdoba para que dirigiera el PCE, y yo se lo desaconsejé. Luego él me dio la razón. Julio debilitó a Gerardo [Iglesias]". El director general cree que "seguirán quedando retazos vivos de Enrique", porque "nunca habló mal de nadie" e inspiraba un "cariño sacerdotal" en muchos compañeros, como en los del Partido Socialista de Madrid. De hecho, uno de sus últimos gestos políticos fue apoyar a Tomás Gómez como candidato para las autonómicas de mayo en las primarias que finalmente ganó a Trinidad Jiménez. Juan Barranco, hoy diputado y senador en la pasada legislatura, también respaldó a Gómez. Ahora recuerda sus primeros años en política, sus charlas –"era un magnífico tertuliano, daba gusto hablar con él, era un hombre con buena cabeza y muy comprometido, un tipo entrañable, que se dejaba querer, que discutía de forma civilizada y serena, no era el típico broncas"–, sus años juntos en el Ayuntamiento, cuando le encargó la cartera de Cultura ya en la oposición y también su trabajo conjunto en la dirección socialista en el Senado. "Era un socialdemócrata que luchó por modernizar el PCE. Se inspiró en los pensadores del PCI [los comunistas italianos], como Enrico Berlinguer, los eurocomunistas, deslindándose de los atavismos soviéticos". Lerma resalta asimismo su espíritu de "consenso, de unidad, su magnífica relación" con sus compañeros y el resto de grupos. El puente de la izquierda, por ahora, seguirá sin edificar.

Enrique Curiel, profesor y político - El País - 2011

OBITUARIO Enrique Curiel, profesor y político Rostro amable del comunismo español, se integraría más adelante en el PSOE JOAQUÍN PRIETO / RAFAEL FRAGUAS 03/03/2011
Enrique Curiel (Vigo, 1947), un comunista templado que trató de sobrevivir políticamente en el PSOE durante las dos últimas décadas, falleció la madrugada de ayer a consecuencia de un cáncer en el hospital universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), a los 63 años. Su temprana muerte evoca la vida de una persona que vivió intensamente las crisis que han azotado a las organizaciones de izquierda en España, convirtiendo la trayectoria de un buen profesor de Ciencia Política y ex vicesecretario general del PCE en una de las muchas personas a las que el PSOE atrajo a sus filas sin darles un papel a la altura de sus potencialidades aunque en la legislatura anterior fuera secretario general del Grupo Socialista en el Senado. Fue uno de los dirigentes más importantes del PCE en la Transición Hijo del catedrático de Lengua Francesa Luis Curiel y de Pilar Alonso, fue dirigente del movimiento estudiantil español en las postrimerías del franquismo. Inició su militancia en el Partido Socialista del Interior de Enrique Tierno y Raúl Morodo. Fue detenido varias veces y perseguido con saña por la brigada Político-Social, la policía política del franquismo. Expulsado de la Universidad Complutense, volvió en 1975 ya como profesor de Ciencia Política y de la Administración. En 1969 se integró en el PCE, que dirigían desde fuera de España Santiago Carrillo, Dolores Ibarruri y otros veteranos. Apuesto, cordial y afable, más pragmático que doctrinario, agitador sutil, dotado de una lógica convincente y provisto de un evidente carisma, su imagen contrastaba abiertamente con el estereotipo del comunista estalinista -sectario, amargado, dogmático-, difundido por el franquismo. Posteriormente y durante la transición, Curiel descollaría por sus dotes organizativas y negociadoras, en ocasiones como virtual lugarteniente de Carrillo. Resultó herido de bala durante una manifestación convocada para exigir la liberación del líder comunista, detenido en diciembre de 1976. Curiel realizó toda la travesía de la transición democrática con el PCE. "Fue uno de sus dirigentes más importantes en aquella época", afirma Nicolás Sartorius. Candidato por Teruel al Congreso de los Diputados en las elecciones parlamentarias de 1979, después resultó elegido diputado por Córdoba, entre 1983 y 1986. Trató de no verse implicado en la primera crisis del partido durante la democracia, a raíz de la cual personas relevantes salieron de sus cuadros dirigentes. El PCE se quedó solo con cuatro diputados tras el desplome electoral de 1982, que el PSOE ganó con 202 escaños, lo cual marcó al partido comunista el camino de la marginalidad. Carrillo dimitió, fue sustituido por Gerardo Iglesias y Curiel fue nombrado vicesecretario general en 1983. Pero la crisis continuó instalada entre los comunistas y Curiel terminó renunciando a su cargo a finales de 1987, tras intentar una alternativa a Iglesias. Muy desanimado por la marcha del PCE y el intento de la formación de superar su debilidad liderando la fundación de Izquierda Unida (IU) en 1986, se refugió en la docencia. Sin embargo, siguió siendo militante y estuvo entre los que apoyaron inicialmente a Julio Anguita. El giro radical adoptado por este y su grupo de confianza le llevó a abandonar definitivamente ese partido en 1988, denunciando "un alejamiento progresivo de la orientación eurocomunista". Curiel puso también su escaño a disposición de la dirección. El propio Anguita elogió esa decisión, señalando lo raro que era ver a un parlamentario renunciando al escaño al dejar el partido. Dos años después ingresó en el PSOE. Fue concejal del Ayuntamiento de Madrid entre 1991 y 1993 y luego, hasta 1996, diputado por Pontevedra. En 2004 resultó elegido senador, también por Pontevedra, pero no pudo concurrir a las siguientes elecciones. Eran tiempos de otras personas y otros equipos. Hasta hace pocas semanas, continuó como profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Madrid. Por expreso deseo suyo su féretro fue cubierto ayer con una bandera del PCE durante la capilla ardiente celebrada en el tanatorio de La Paz.

Manuel Aelgre, la voz de la conciencia del socialismo portugues - EFE - 2011

Lisboa, 18 ene (EFE).- Intelectual, literato, de carácter díscolo y voz de la conciencia del socialismo portugués desde hace más de tres décadas, Manuel Alegre esgrime su verbo más agudo y lacerante estos días para intentar desbancar de la Presidencia de Portugal a su rival y favorito de los sondeos, Aníbal Cavaco Silva. Alegre se enfrenta al reto de vencer a las encuestas, pero también a la estadísticas de Portugal, donde todos los presidentes que tuvo el país desde la instauración de la democracia, en 1974, fueron reelegidos una segunda vez. El objetivo del candidato socialista es reunir los suficientes votos en las elecciones del próximo 23 de enero para forzar la segunda vuelta, dejando atrás al resto de aspirantes de la izquierda -tres de un total de seis- y capitalizar sus votos. Alegre, nacido en Agueda (norte del país) y de 74 años, es un reconocido poeta portugués, galardonado con el Premio Fernando Pessoa en 1999 por la relevancia de su obra, y que participa de forma activa en la política del país desde la década de los años 60, en la época del dictador Antonio de Oliveira Salazar. Entonces comunista y crítico con la dictadura, fue llamado al servicio militar en 1961, lo que le llevó a las Islas Azores y a Angola, donde estuvo encarcelado seis meses, tras lo que regresó por un breve período a Portugal para salir exiliado en 1964, con destino a Argel. Precisamente su paso por el servicio militar es motivo de fuerte polémica en Portugal, ya que sus detractores le acusan de desertar y colaborar con el enemigo en Angola, pese a que el aspirante lo ha negado en repetidas ocasiones. Gran aficionado a la caza y reconocido admirador de los versos de Lorca, su experiencia como gestor se limita a su participación entre 1976 y 1978 en un Gobierno socialista como secretario de Estado para la Comunicación Social, aunque tiene un largo currículum como diputado y miembro destacado del Partido Socialista, donde incluso se postuló como secretario general, aunque sin éxito. Independiente, combativo y de fuertes convicciones, ha mantenido enconados -y sonoros- desencuentros con su propio partido, al que ha criticado en diferentes épocas, muestra de una personalidad alejada de la disciplina partidista. Un ejemplo es su relación con quien fuera primer ministro y presidente de la República, el también histórico del socialismo luso Mário Soares, deteriorada hasta tal punto que incluso compitieron entre sí durante los últimos comicios presidenciales, en 2006. Entonces era Soares el candidato apoyado por el Partido Socialista, y Alegre se presentó como independiente sin el apoyo de ningún partido, una desventaja que logró superar en parte, ya que consiguió más votos que su antiguo amigo y compañero, aunque no los suficientes como para impedir la victoria de Cavaco Silva. Ahora, en contraste, cuenta con el respaldo de los socialistas y los marxistas del Bloque de Izquierda -cuarto partido en el Parlamento con 16 diputados-, que confían en sus posibilidades de victoria. Alegre ha mostrado un tono notablemente más agresivo de lo que en él es habitual durante esta campaña electoral, y ha sido el principal instigador del llamado "caso BPN", por el que se acusa a Cavaco Silva de recibir trato de favor en la compraventa de unas acciones. Erigido como heredero del espíritu de la llamada "Revolución de los claveles" del 25 de abril de 1974, el literato ha planteado la batalla contra su principal rival como un enfrentamiento clásico entre izquierda-derecha, y ha destacado que llegar al palacio de Belem no cambiará su actitud independiente ni será "rehén" de los partidos que lo apoyan. Hombre clave en el regreso de la democracia al país luso y uno de los redactores de la Constitución, Alegre cree que su momento ha llegado, y que esta segunda tentativa puede ser la definitiva para convertirse en el nuevo presidente de Portugal, contra todo pronóstico. O cómo él mismo dice en su poema "Ser o no ser": "Ya de esperar se desespera (...) Porque un solo tiempo es el nuestro. Y el tiempo es hoy". EFE

Los socialdemcratas arrebatan Hamburo al partido de Merkel - El País - 2011

Los socialdemócratas arrebatan Hamburgo al partido de Merkel La CDU cae derrotada en la primera de las siete elecciones regionales de 2011 JUAN GÓMEZ - Hamburgo - 21/02/2011
Los socialdemócratas alemanes obtuvieron ayer una holgada mayoría en la ciudad-Estado de Hamburgo, donde según los sondeos podrán gobernar en solitario. El triunfo del candidato Olaf Scholz, que obtuvo el 48,9% de los votos, se llevó por delante a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel. El jefe del Gobierno saliente, Christoph Ahlhaus (CDU), solo arañó un raquítico 21,5% de los sufragios, 21 puntos menos que en 2008. El SPD reconquista así su tradicional bastión hamburgués tras 10 años de gobiernos democristianos presididos por Ole von Beust, cuya novedosa coalición con Los Verdes fracasó en verano tras sólo dos años. La izquierda recobra su feudo tras 10 años de gobiernos democristianos Las elecciones de ayer abrieron paso a un maratoniano año electoral que coincide con el ecuador de la segunda legislatura de Merkel. Además de Hamburgo, otros seis de los 16 Estados federados de Alemania elegirán en 2011 sus respectivos parlamentos. Este llamado "superaño electoral" comienza de la peor manera posible para los democristianos, pero no para sus socios en el Gobierno de centro-derecha. El liberal FDP atravesó en 2010 un calvario demoscópico que no contó ayer en Hamburgo, donde el 6,5% de los votos les permitió regresar al Parlamento. Tanto Los Verdes como el partido La Izquierda (Die Linke) superaron también el umbral del 5% exigido para entrar en la Asamblea de Hamburgo y sumaron apoyos respecto a 2008. En previsión de su éxito, el SPD de Hamburgo había alquilado un centro de cultura municipal en el corazón del popular barrio de Altona. Cuando llegó Scholz, hacia las seis y media de la tarde, los más de mil simpatizantes reunidos en la Fabrik explotaron de júbilo. Durante la retransmisión en directo de los primeros sondeos a pie de urna, media hora antes, los socialdemócratas habían celebrado la victoria coreando el nombre del futuro jefe del Gobierno y "¡cincuenta, cincuenta!", en referencia a la mayoría absoluta. Llevaban veinte años sin un éxito semejante. No obstante, Scholz convirtió su primer discurso el enésimo alarde de contención nórdica. El que fuera ministro federal de Trabajo llevó en Hamburgo una campaña muy centrada en asuntos locales. Desde la berlinesa Willy-Brandt-Haus, sede federal del SPD, llegaban ayer felicitaciones y deseos de que la victoria preludie la recuperación socialdemócrata. En 2009, el SPD sufrió una debacle del 23% en las generales. La jornada de ayer fue gélida en la ciudad hanseática. El sol no alcanzó a derretir la nieve congelada de las jardineras cercanas al hotel de cinco estrellas donde la CDU se lamía las heridas. En Berlín se afanaban en minimizar el alcance del "duro golpe" recibido. Según el secretario general Hermann Gröhe, "Hamburgo nunca fue un lecho de rosas" para los democristianos. Olvidaba la mayoría absoluta que Beust obtuvo hace siete años. Los de ayer fueron unos comicios marcadamente locales. Pero si señalaran el punto de inflexión que tanto anhela el SPD, 2011 podría ser un año fatal para Merkel, aún tocada por el annus horribilis que fue 2010 para su Gobierno.

Rojo llama a recordar a Joaquín Costa - Europapress - 2011

CONGRESO NACIONAL Rojo llama a recordar a Joaquín Costa y recuperar su "patriotismo no retórico"
Iglesias destaca la apuesta del intelectual aragonés por un modelo territorial "integrador" que compara con el autonómico MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) - El presidente del Senado, Javier Rojo, ha hecho este lunes un llamamiento a recordar el legado del intelectual español Joaquín Costa y también a recuperar su concepto de "patriotismo no retórico" porque, a su juicio, España "lo necesita". En el acto de inauguración del Congreso Nacional 'Joaquín Costa y la modernización de España', organizado por el Gobierno de Aragón y la Sociedad Estatal de Acción Cultural, Rojo ha evocado la figura de este pensador de finales del siglo XIX y le ha situado como "uno de los españoles con mayor lucidez, una lucidez brillante y magnánima", exponente del movimiento llamado Regeneracionismo con el que pretendió "modernizar España, limpiarla de caciques y hacerla más Europa". Según el presidente de la Cámara Alta, debido al "empeño constante" de Costa de modernizar España, "es un deber de todos contribuir a conservar en la memoria colectiva" pensamientos como el de este intelectual "que hacen mejores a las sociedades en las que viven". "Es imprescindible que su figura sea patrimonio de todos", ha remarcado Rojo, quien a su vez ha calificado a Costa como un "político de casta" que luchó por "la igualdad y la solidaridad en una sociedad libre por encima de las discriminaciones y humillaciones". En los mismos términos se ha pronunciado el presidente del Gobierno de Aragón y secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, quien ha dicho que lo que mejor define a este pensador aragonés es su "programa de política constructiva", dejando "uno de los más ricos legados de iniciativas legislativas de la España contemporánea" con la paradoja de que siempre "se le cerraron las puertas del Parlamento". Además de subrayar la reivindicación de Costa de forjar una política en la que los derechos civiles y sociales fueran una realidad, Iglesias ha destacado, como ha hecho Rojo, su deseo de "hacer de España una nación europea", pero ha advertido de que compete a todos los españoles "avanzar en la conclusión del proyecto europeo" porque en un momento de crisis económica como el actual, "la única salida sólo puede ser más Europa, una Europa más social, política y con mayor gobernanza económica y no un mero mercado común". "NACIONALISMO INTEGRADOR" Pero además, el dirigente aragonés ha destacado el rechazo que expresó siempre Costa a "todo nacionalismo excluyente", ya que, según ha explicado, el pensador "abogó por un nacionalismo integrador, respetuoso con la diversidad", es decir, un "nacionalismo de suma y no de resta", que ha comparado con el modelo territorial autonómico. "La opción de un Estado autonómico no es, como algunos quieren hacer creer, una arriesgada ocurrencia, sino una opción democrática que se ha demostrado válida, más que el viejo Estado centralista, en parte responsable de los fracasos de los últimos siglos. La realidad nos informa que no es más defensor de la Constitución quien pide menos autonomía", ha afirmado. Por último, Cristóbal Gómez Benito, el comisario del centenario de la muerte de Joaquín Costa, ha emplazado a "recuperar, para las nuevas generaciones, la figura" de este intelectual aragonés por "crear las condiciones para un futuro mejor".

La vigencia de un regeneracionista - Marcelino Iglesias - El País - 2011

TRIBUNA: MARCELINO IGLESIAS La vigencia de un regeneracionista Joaquín Costa fue un intelectual que soñó con reformar España para atajar la corrupción, promover el desarrollo y aproximarla a Europa. Desencantado de la Restauración, terminó acercándose a los republicanos MARCELINO IGLESIAS 08/02/2011
El hombre de origen campesino, y sin recursos, del Pirineo aragonés, dotado de una extraordinaria curiosidad desde la cuna, que fue fraguando desde muy joven un carácter tenaz y de esfuerzo, aparece hoy, a los 100 años de su muerte, como una figura que se convierte en uno de los pilares centrales de una constelación intelectual, investigadora, científica, política y periodística que bebe -a la que vez que alimenta- del mejor pensamiento de la época. La prensa será para él otro instrumento, junto con la política, para transformar el mundo Se conmemora ahora el centenario de la muerte de este aragonés que se adelantó al 98 Tomando como base la necesidad de la mejora y extensión social de la enseñanza y de transformaciones agrarias, y sin dejar de tener la vista puesta en Europa, Joaquín Costa y Martínez (Monzón 1846-Graus 1911) no se conformó únicamente con el desarrollo de un ingente trabajo investigador que abarca las áreas científicas, sociales, del derecho, la pedagogía, la enseñanza, la geografía o la agricultura, la más conocida, pero no necesariamente su faceta más importante, en unos años del despertar industrial. Intelectual activo y enérgico se comprometió hondamente con la realidad que le tocó vivir. Propulsó expediciones geográficas, difundió los avances tecnológicos, creó patrones de comportamiento con gran sentido didáctico en sus campañas sobre el árbol y el amor por la naturaleza y participó activamente, con sus planteamientos morales y pedagógicos, en la Institución Libre de Enseñanza dirigida por su maestro Giner de Los Ríos y de cuyo Boletín Costa fue director. En suma, fue un agitador social en un territorio atrasado. De sus teorías pedagógicas, es preciso incidir en la importancia dada a la herencia de la casa donde vivimos, en un país en crisis. Costa apostaba por la enseñanza de los padres como medio para que los hijos sintieran la sensibilidad por el conocimiento. Y, claro está, junto a sus correligionarios, una educación por métodos europeos, polifacética, con un buen presupuesto para poder salir del atraso secular. Costa sabía de lo que hablaba, vivió la realidad más dura en sus carnes, aplicó teorías para la renovación del país, se embarcó en iniciativas investigadoras, colonizadoras y científicas e impulsó empresas privadas, públicas y de organizaciones sociales como medio de cambiar el país. Y entre otras, las de promover organizaciones y sindicatos para, a través de cuotas, dotar a los agricultores de planes de previsión que pudieran garantizar su futuro y ser un instrumento contra el caciquismo. Combinó su profesión de notario, tras no lograr con dignidad el reconocimiento máximo en su carrera universitaria, con el impulso de la Cámara Agraria del Alto Aragón (1892) y la construcción del Canal de Aragón y Cataluña, inaugurado en 1906 por Alfonso XIII. Sus planteamientos sobre el agua fructificarían años más tarde en las confederaciones hidrográficas. Cien años después de la muerte de Costa, España dista mucho de aquel país de hace un siglo que, entre cosas, presentaba un índice de analfabetismo del 70%, una redecilla de caminos, muchos de ellos de herradura y cabras, que impedían el desarrollo y una mirada introspectiva de una clase dirigente que, en la mayoría de los casos, ignoraba a Europa. De su primer viaje a París, como artesano observador, en 1867 y a la edad de 21 años, Joaquín Costa escribió en sus manuscritos y artículos enviados a la prensa española: "1867 ha sido el año del despertar de mi entendimiento...; el desperezo de un sueño de 20 años... En Francia he concluido de aprender lo que son las grandes obras y las grandes empresas". Era, conviene tenerlo presente, 30 años antes de lo que ya en su época se denominó "desastre del 98", con la pérdida de los últimos restos del Imperio colonial, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y de que España se iniciase en una peligrosa aventura militar en Marruecos, en la que iba a sacrificar, además de a una buena parte de sus hombres más jóvenes, recursos económicos y técnicos, que no conducía más que al abismo. Costa, por el contrario, ya había asumido su idea europeísta enfrentada a la imperialista en África. Por otra parte, a esa misma edad -los 21 años-, Costa es muy consciente, como escribe, con fundamentos sólidos y bien argumentados, en su Receta para ser periodista, del poder de la prensa y la comunicación. De ahí que cuando finalmente se decida a bajar a la arena política, a finales de siglo, se mueva a caballo entre su fe en la divulgación y la transmisión de ideas y su desconcierto ante la falta de rigor y la, tan habitual como vacía, aireación de trifulcas en un mundo que no controla. No hace falta solo ser consistente y escribir bien. Es necesario poseer, o cuando menos disponer, de un medio. La prensa será para él otro instrumento, junto con la política, para transformar el mundo desde actitudes vitales e incluso ideológicas dispares pero con un rasgo común y permanente: su honradez a carta cabal. Republicano sui géneris, desde la revolución de la Gloriosa que le sorprende en Madrid en el inicio de su carrera universitaria, es un demócrata que ataca sin contemplaciones, con virulencia verbal, los comportamientos caciquiles de los protagonistas del régimen de alternancia y turno de la Restauración. En su creciente desespero, agudizado por una dolorosa enfermedad, conjuga sus propios males con los de España. Y a veces, confuso y temperamental en grado sumo, combina los conceptos polémicos del paternalista cirujano de hierro con los del selfgovernment, de gobierno del país por el país. Su vida es, ante todo, una continuada y tenaz lucha que, en la esfera pública, encuentra una de sus plasmaciones en su creación, a principios del siglo pasado, de un proyecto tan cargado de enorme voluntad como de ingenuidad: la Unión Nacional. Aliado coyuntural de los presidentes de las Cámaras de Comercio de Valladolid y Zaragoza, Santiago Alba y Basilio Paraíso, con la Unión Nacional pretende aglutinar a las "clases neutras", pequeños empresarios y comerciantes rurales y urbanos, para ser una cuña entre los dos partidos políticos hegemónicos, el conservador que había fundado Cánovas y el liberal de Sagasta. No consiguió, desde luego, sus propósitos y, siempre al borde del sistema, se presenta por los republicanos en 1903 y 1905. En los últimos años de su vida, sintió admiración por la labor de Pablo Iglesias, al que, sin llegar a conocer de cerca, consideró idóneo para ser presidente de la República. La prensa de corte liberal y republicano, que ya ha iniciado su proceso de transformación tecnológica y empresarial, terminará utilizando habitualmente a Costa, al final de la primera década del siglo y ya muy enfermo, porque sus ataques feroces contra Antonio Maura son contundentes o, simplemente, dan titulares. Cien años después vale la pena no olvidar la figura de este hombre que puede considerarse como uno de los ejes de una constelación intelectual, social y política, para la que la palabra, el debate, la confrontación dialéctica y la participación en la vida pública tenían un profundo sentido. Es cierto que Costa, en parte, fue un apocalíptico. Pero no lo es menos que resumió su ideal en transformar no solo el sistema político sino la España de su época. Respecto a lo primero, ensayó propuestas, buscando la "causa de los males" mediante su muy conocido informe sobre Oligarquía y caciquismo (1900-1901), realizado a partir de encuestas y debates en los que participaron lo más granado de la intelectualidad y el pensamiento de la época. En relación con lo segundo, nunca dejó de mirar y emular a Europa: "Sin eso -expresa refiriéndose a la necesidad de esta mirada- despidámonos y despídanse nuestros descendientes de ver jamás a España rehabilitada, libre, culta, rica, fuerte, europea, y colaborando en la formación de la historia y en sus reivindicaciones y adelantos". La conmemoración del centenario de su muerte, que se inicia hoy con actos, congresos, jornadas y exposiciones en Graus, Monzón, Huesca, Zaragoza, Jaén, Madrid y otras ciudades de España, es una muy buena oportunidad para analizar la obra y hasta la vigencia de la figura clave del Regeneracionismo español. Y hacerlo sin pasiones ni fanatismos interesados porque solo así podremos quedarnos con lo mejor de su legado. Marcelino Iglesias Ricou es presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón y secretario de Organización del PSOE.

Inauguran un museo dedicado a Willy Brandt en su última residencia - El Correo - 2011

ÚLTIMAS NOTICIAS DE Mundo 15:20 Inauguran museo dedicado a Willy Brandt en su última residencia Noticias EFE Berlín, 20 mar (EFE).- La pequeña localidad de Unkel am Rhein, a orillas del gran río que cruza Alemania de norte a sur, inauguró hoy un museo dedicado a la figura de Willy Brandt (1913-1992), el legendario líder socialdemócrata que fue alcalde de Berlín y canciller federal. El ex-jefe del gobierno español Felipe González figuró entre los 400 invitados al acto solemne de la inauguración por parte del primer ministro del occidental estado federado de Renania-Palatinado, el también socialdemócrata Kurt Beck. El nuevo mueso debe convertirse en un foro de diálogo y "Unkel un pueblo del mundo", dijo en su intervención Felipe González para elogiar a Brandt, que vivió los últimos años de su vida en la pequeña e idílica localidad renana. El corazón de la exposición permanente, situada en una antigua sucursal de la Caja de Ahorros local, es una reconstruycción del despacho de Willy Brandt con sus muebles y objetos originales, aportados por su viuda, Brigitte Seebacher, presente también en la ceremonia. Bautizado como "Foro Willy Brandt" es nuevo museo pretende no ser solo un reflejo de la vida del padre de la Ostpolitik, la política de recuperación de las relaciones de Alemania con sus vecinos del Este, sino un lugar de encuentros, simposios y debates. El comisario de la muestra, Jürgen Reiche, señaló que esta tiene también como objeto "mostrar a Willy Brandt como ciudadano entre los ciudadanos, la última estpa de su vida en Unkel y su trabajo en favor de la paz, la libertad y la democracia".

Socialdemocracia, solidaridad, internacionalismo - George Papandreu - El País - 2011

TRIBUNA: GEORGE PAPANDREU, ALPHA CONDÉ, JALAL TALABANI Y RICARDO LAGOS Socialdemocracia, solidaridad, internacionalismo Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de la Internacional Socialista en áreas como la economía mundial, el cambio climático, la democracia y la solución de conflictos GEORGE PAPANDREU, ALPHA CONDÉ, JALAL TALABANI Y RICARDO LAGOS 31/03/2011
El mundo árabe se ha visto inundado por unos movimientos que han sido una auténtica inspiración para todos, impulsados por el pueblo unido en una causa común. Dicha causa es el cambio político, social y económico. El cambio político para obtener un Estado abierto, democrático y moderno, basado en el respeto a las libertades y los derechos de las personas. El cambio social para acabar con la corrupción, el favoritismo, el clientelismo y la marginación y alienación crecientes de grandes sectores de la sociedad, en particular las nuevas generaciones que, sin oportunidades ni esperanza, han decidido salir a la calle. El cambio económico para proporcionar puestos de trabajo y perspectivas a quienes los necesitan desesperadamente y para reducir la pobreza crónica que afecta a millones de personas que merecen un futuro mejor. En África los partidos socialdemócratas de la IS están contribuyendo a la democracia Ha roto esquemas en los últimos años, apelando a un verdadero internacionalismo Con estos movimientos estamos reviviendo las mismas luchas que hubo anteriormente en otras partes del mundo por la democracia, los derechos civiles y la igualdad de oportunidades. Lo que vemos hoy en el norte de África y Oriente Próximo nos recuerda las experiencias de Europa Central y del Este, donde la voluntad del pueblo derrocó regímenes autocráticos. Antes, el sur de Europa y Latinoamérica también vivieron sus propias transiciones del autoritarismo a la democracia, en las que los partidos socialdemócratas, laboristas y socialistas, miembros de la Internacional Socialista, desempeñaron un papel fundamental. Ahora, en otros países de África, los partidos socialdemócratas de la Internacional Socialista están haciendo de nuevo una contribución significativa a la democracia. Una de las más recientes es la del Gobierno dirigido por el presidente John Atta Mills, que está cambiando y mejorando Ghana desde 2009; en Guinea, Alpha Condé tomó posesión como presidente en diciembre, tras las primeras elecciones libres y limpias de la historia del país; la transición de Níger a la democracia, que se encuentra en su última fase después de la segunda ronda de las elecciones presidenciales y parlamentarias, celebrada el 12 de marzo, está a cargo del miembro de la IS y vicepresidente Mahmadou Issoufou, que jurará el cargo de presidente el 6 de abril. La socialdemocracia, con su visión de una humanidad común, tiene cada vez más influencia y credibilidad en muchas de las democracias más nuevas del mundo. Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de contactos, discusiones, transmisión de experiencias y apoyo mutuo que tiene su origen en la Internacional Socialista. A sus puertas llegan numerosos partidos políticos de todas partes, procedentes de realidades, culturas y experiencias muy distintas, y a menudo con un difícil pasado de conflicto o dictadura, dispuestos a emprender un nuevo camino de esperanza y progreso. Todos juntos están engendrando una nueva socialdemocracia mundial y un internacionalismo genuino y renovado, con nuevos conceptos y nuevas ambiciones. De ahí que, en los últimos años, la Internacional haya sido un foro en el que desarrollar una respuesta socialdemócrata unificada a la crisis financiera y económica mundial. A través del trabajo de sus comisiones y comités, los debates en Naciones Unidas y en la OCDE, las discusiones mantenidas en Europa, África, Latinoamérica y Asia, las propuestas del impuesto sobre las transacciones financieras, las estrategias para el crecimiento y la creación de empleo y la definición de prioridades para avanzar en la lucha contra la pobreza se han abierto paso en los programas de los partidos y las políticas de los Gobiernos. El cambio climático, el gran desafío que afronta esta generación, también ocupa un lugar importantísimo en el trabajo de la Internacional Socialista. Su Comisión para una Sociedad Mundial Sostenible ha involucrado a Gobiernos, líderes, expertos desde el sur de África hasta China, desde las Maldivas hasta Chile, desde Norteamérica hasta Rusia, en la definición de una serie de propuestas específicas contenidas en el informe De una economía de alto nivel de carbono a una economía de bajo nivel de carbono, resultado de un intenso programa de diálogos y actividades que han tenido reflejo en Copenhague y Cancún. Todos estos esfuerzos han producido una nueva doctrina de "justicia climática" que tiene en cuenta tanto a los fuertes como a los débiles. Si, en el pasado, la paz llegó a ser el tema más importante para la socialdemocracia, hoy, en un mundo muy distinto, sigue siendo una de nuestras prioridades. A pesar de las profundas diferencias entre los palestinos y los israelíes, que afectan a nuestros miembros en la región, en la Internacional Socialista ha sido posible que las dos partes encontraran elementos sobre los que estar de acuerdo para poder avanzar. Asimismo, hace solo unos meses, bajo los auspicios de la Internacional, los armenios y los azerbaiyanos pudieron reunirse y encontrar un terreno común en un problema insoluble, el de Nagorno-Karabaj, y es también el patrocinio de la IS lo que permite que los representantes marroquíes y saharauis compartan una tribuna en la que presentar sus opiniones y que se preste atención a conflictos como el de Nepal y el de los Balcanes. En todas estas áreas, la democracia, la economía mundial, el cambio climático y la paz y la resolución de conflictos, la Internacional ha roto esquemas en los últimos años, apelando a un verdadero internacionalismo en una época en la que las agendas políticas se limitan cada vez más a los intereses fundamentalmente nacionales y excluyen los objetivos comunes de la comunidad internacional. Las revoluciones democráticas en el mundo árabe están creando una condicionalidad democrática mundial, porque están dejando claro que la gente no está dispuesta a aceptar en ninguna parte cualquier cosa que no sea la democracia. Todos los países y todas las instituciones internacionales deben tomar nota y tener el valor y la visión que exige este momento. Europa tiene mucho que hacer al respecto, igual que nuestros amigos en otros continentes. Pero hay más. Asimismo, es necesaria una condicionalidad de solidaridad para dar la respuesta adecuada a quienes esperan que les apoyemos en su lucha democrática, como ocurre hoy en los países árabes. Y la solidaridad es también una condición necesaria para obtener una economía mundial más justa y lograr un acuerdo sobre el cambio climático que proteja el planeta y a aquellos que son más vulnerables. Como también es necesaria para asegurar la paz en todas partes. Cada iniciativa de nuestra Internacional es una respuesta activa a la necesidad permanente de reafirmar esa solidaridad sin la que la promesa de la socialdemocracia no puede existir. George Papandreu, primer ministro de Grecia; Alpha Condé, presidente de la República de Guinea; Jalal Talabani, presidente de la República de Irak; Ricardo Lagos, presidente de la República de Chile entre 2000 y 2006. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.