La Alianza de Civilizaciones da sus primeros pasos en Madrid
Una princesa de Qatar y la reina Noor anuncian proyectos de cooperación
M. GONZÁLEZ / J. C. SANZ - Madrid - 16/01/2008
La Alianza de Civilizaciones, la iniciativa lanzada en noviembre de 2004 por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, para intentar achicar el foso abierto entre Occidente y gran parte del mundo islámico tras los atentados del 11-S y el 11-M, dio ayer sus primeros pasos.
Rajoy se burla del escaso peso político de los mandatarios asistentes a la cita
Fueron titubeantes y confusos, como la organización del foro que, con más de 350 invitados de 63 países, se inauguró en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, o como el propio alcance de la cita, a mitad de camino entre un seminario académico y una cumbre internacional.
En palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, "es fácil hablar de construir puentes de confianza, promover la tolerancia o avanzar en la amistad entre culturas, pero es mucho más difícil traducir estas bellas palabras en acciones".
A la espera de que el Alto Representante de la ONU para la Alianza de Civilizaciones, el ex presidente portugués Jorge Sampaio, detalle hoy los compromisos adquiridos por los 82 Estados y organizaciones internacionales del denominado Grupo de Amigos -que ayer mantuvo una reunión a puerta cerrada- la intervención más aplaudida fue la de la princesa de Qatar Mozah Bint Nasser Al Missned, quien anunció una inversión de 100 millones de dólares (67,4 millones de euros) para formar a jóvenes del Magreb y Oriente Próximo en nuevas tecnologías y gestión de negocios. Tras recordar que 1.200 millones de jóvenes se incorporarán al mercado de trabajo en los países en desarrollo durante la próxima década, justificó la adscripción a la Alianza de Civilizaciones de este proyecto, sin aparente relación con el diálogo intercultural, recordando que son estas generaciones de jóvenes sin trabajo ni esperanza las que alimentan las filas del fanatismo.
Los perfiles imprecisos de la Aliaza permiten poner bajo su paraguas propuestas heterogéneas, tanto multilaterales como estrictamente bilaterales, como ha hecho EE UU con un proyecto educativo en Marruecos.
Una de las propuestas de mayor alcance la presentó la reina Noor de Jordania: la creación de un fondo para financiar la producción y distribución de películas que refuercen los vínculos entre diferentes culturas. Con una partida inicial de 10 millones de dólares (6,7 millones de euros), que se quiere ampliar hasta 100 millones, cuenta como socios a distribuidores de Hollywood, el portal de Internet YouTube o la productora de Una verdad incómoda, que catapultó a Al Gore al Premio Nobel.
También Zapatero reconoció: "[La Alianza] sólo será perdurable si conseguimos darle un contenido, articularla en acciones concretas". Para ello, presentó la Estrategia Nacional, que incluye 57 acciones distintas en los cuatro ámbitos recomendados en el informe del Grupo de Alto de Nivel de la ONU. Zapatero también anunció que nombrará a un "coordinador nacional" de dicho plan, dependiente de Presidencia del Gobierno, lo que requerirá aprobar un decreto antes de las elecciones. Esta función la ha venido desempañando el diplomático Máximo Cajal.
El Gobierno no ha ofrecido datos sobre el coste del plan de acción. Hasta ahora, España ha donado dos millones de euros a la Alianza, a los que hay que sumar los 2,6 que ha costado el foro que se clausura hoy, lo que la convierte en el primer donante.
Zapatero se entrevistó con los mandatarios asistentes a la reunión: el secretario general de la ONU, los presidentes de Eslovenia (presidente de turno de la UE), Finlandia y Senegal y los primeros ministros de Malaisia y Argelia.
El líder del PP, Mariano Rajoy, se burló ayer, en un desayuno con periodistas, del peso político de dichos mandatarios. "Hoy hay una reunión en Madrid a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia, de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero", afirmó, provocando carcajadas.
Rajoy no citó al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, con quien se reunió horas más tarde. Erdogan, copatrocinador con Zapatero de la Alianza, aseguró que la prueba de fuego del éxito de esta iniciativa será la entrada de su país en la UE. "Cualquier obstáculo en el camino de Turquía [hacia la UE] será un obstáculo para la paz en el mundo", advirtió.
La dificultad del diálogo entre culturas quedó patente en el forcejeo que miembros del séquito de Erdogan mantuvieron con agentes de seguridad españoles a la entrada del recinto del foro.
Rajoy se burla del escaso peso político de los mandatarios asistentes a la cita
Fueron titubeantes y confusos, como la organización del foro que, con más de 350 invitados de 63 países, se inauguró en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, o como el propio alcance de la cita, a mitad de camino entre un seminario académico y una cumbre internacional.
En palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, "es fácil hablar de construir puentes de confianza, promover la tolerancia o avanzar en la amistad entre culturas, pero es mucho más difícil traducir estas bellas palabras en acciones".
A la espera de que el Alto Representante de la ONU para la Alianza de Civilizaciones, el ex presidente portugués Jorge Sampaio, detalle hoy los compromisos adquiridos por los 82 Estados y organizaciones internacionales del denominado Grupo de Amigos -que ayer mantuvo una reunión a puerta cerrada- la intervención más aplaudida fue la de la princesa de Qatar Mozah Bint Nasser Al Missned, quien anunció una inversión de 100 millones de dólares (67,4 millones de euros) para formar a jóvenes del Magreb y Oriente Próximo en nuevas tecnologías y gestión de negocios. Tras recordar que 1.200 millones de jóvenes se incorporarán al mercado de trabajo en los países en desarrollo durante la próxima década, justificó la adscripción a la Alianza de Civilizaciones de este proyecto, sin aparente relación con el diálogo intercultural, recordando que son estas generaciones de jóvenes sin trabajo ni esperanza las que alimentan las filas del fanatismo.
Los perfiles imprecisos de la Aliaza permiten poner bajo su paraguas propuestas heterogéneas, tanto multilaterales como estrictamente bilaterales, como ha hecho EE UU con un proyecto educativo en Marruecos.
Una de las propuestas de mayor alcance la presentó la reina Noor de Jordania: la creación de un fondo para financiar la producción y distribución de películas que refuercen los vínculos entre diferentes culturas. Con una partida inicial de 10 millones de dólares (6,7 millones de euros), que se quiere ampliar hasta 100 millones, cuenta como socios a distribuidores de Hollywood, el portal de Internet YouTube o la productora de Una verdad incómoda, que catapultó a Al Gore al Premio Nobel.
También Zapatero reconoció: "[La Alianza] sólo será perdurable si conseguimos darle un contenido, articularla en acciones concretas". Para ello, presentó la Estrategia Nacional, que incluye 57 acciones distintas en los cuatro ámbitos recomendados en el informe del Grupo de Alto de Nivel de la ONU. Zapatero también anunció que nombrará a un "coordinador nacional" de dicho plan, dependiente de Presidencia del Gobierno, lo que requerirá aprobar un decreto antes de las elecciones. Esta función la ha venido desempañando el diplomático Máximo Cajal.
El Gobierno no ha ofrecido datos sobre el coste del plan de acción. Hasta ahora, España ha donado dos millones de euros a la Alianza, a los que hay que sumar los 2,6 que ha costado el foro que se clausura hoy, lo que la convierte en el primer donante.
Zapatero se entrevistó con los mandatarios asistentes a la reunión: el secretario general de la ONU, los presidentes de Eslovenia (presidente de turno de la UE), Finlandia y Senegal y los primeros ministros de Malaisia y Argelia.
El líder del PP, Mariano Rajoy, se burló ayer, en un desayuno con periodistas, del peso político de dichos mandatarios. "Hoy hay una reunión en Madrid a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia, de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero", afirmó, provocando carcajadas.
Rajoy no citó al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, con quien se reunió horas más tarde. Erdogan, copatrocinador con Zapatero de la Alianza, aseguró que la prueba de fuego del éxito de esta iniciativa será la entrada de su país en la UE. "Cualquier obstáculo en el camino de Turquía [hacia la UE] será un obstáculo para la paz en el mundo", advirtió.
La dificultad del diálogo entre culturas quedó patente en el forcejeo que miembros del séquito de Erdogan mantuvieron con agentes de seguridad españoles a la entrada del recinto del foro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario