El fin de la pobreza (de Jeffrey Sachs)
Resumen por Marcelo Simón
Introducción
Sachs y su experiencia como consultor económico de países el tercer mundo
Un breve background de historia económica mundial
La propuesta para disminución de la pobreza
China: Ponerse al día tras medio milenio
Las reformas de mercado en la India: el triunfo de la esperanza sobre el miedo
Los moribundos sin voz: África y las enfermedades
El milenio, 11-S y las Naciones Unidas
Qué inversiones hay que hacer para erradicar la pobreza
Conclusión: El reto de nuestra generación
Resumen del libro
1. Introducción
Jeffrey Sachs un economista doctorado en la Universidad de Harvard. A la temprana edad de 31 años fue contratado por el gobierno boliviano como asesor en lo referente a medidas tendientes a evitar el proceso hiperinflacionario que atravesaba el país. De allí en adelante, J. Sachs se desenvuelve en tareas de asesoramiento a otros países en vías de desarrollo, generando a través de su experiencia de trabajo y su background académico, una visión amplia de los problemas y las características propias de los países en desarrollo. Podemos considerarlo uno de los economistas con mayor conocimiento de la problemática del tercer mundo.
Habiéndose desenvuelto académicamente en la Universidad de Harvard desde su graduación en 1983 hasta el año 2002, Sachs es invitado a participar como Director del instituto de la tierra de la Universidad de Columbia, Instituto cuya misión es elaborar un acercamiento multidisciplinario hacia la solución de los problemas de la realidad política y económica global actual. El Instituto dirigido por Sachs pretende coordinar diversos programas de diversas disciplinas para que con esta visión multifacético se generen soluciones para los complejos problemas que presenta la sociedad global.
Su libro "el fin de la pobreza" es una suma de varios compendios que tocan variados temas, entre ellos:
Un relato de sus experiencias de trabajo y sus percepciones en relación a países del tercer mundo
Una segunda sección, que consiste en una propuesta de disminución de la pobreza extrema en el mundo (que básicamente se refiere a los pobres de África y de algunas regiones de Asia);
Y una tercera, relacionada con su aprendizaje y sus recomendaciones en relación al proceso de globalización.
En lo referente a esta morfología del libro podríamos decir que desde el punto de vista de esta cátedra hubiera sido más fácilmente legible si el mismo hubiera sido presentado como los distintos sub-libros que lo componen. Daría la impresión de que, echando mano de su enaltecido prestigio académico como economista a nivel mundial y bajo el paraguas de un muy marketinero título, Sachs decidió "poner toda la carne en el asador" para publicar una obra con un importante contenido teórico-práctico y de gran volumen. Este comentario, que de alguna manera representa una crítica negativa al libro, no inhabilita sus aportes en cada uno de los temas en los que Sachs trata.
En las páginas de su libro, Sachs, esgrime una serie de argumentos en contra del accionar de las instituciones financieras globales (entre ellos, el Banco Mundial y el FMI) que se asemejan a las expuestas por Joseph Stigilitz en su libro "El descontento de la globalización". De allí que huelga reiterar conceptos que figuran en el capítulo correspondiente a los conceptos de J. Stigilitz.
Sin embargo, es interesante destacar el concepto que Sachs expone, basado en la experiencia de su esposa que es una médica pediatra. Sachs aduce que cada individuo enfermo sufre determinados síntomas que bien pueden asemejarse a los síntomas de otros individuos.
Sin embargo, las causas de dichos síntomas (las enfermedades) no necesariamente son las mismas. Es por ello, que extendiendo esta diferenciación de la medicina al área de la economía, J. Sachs acuña la expresión de "economía clínica" entendiendo por ello a que las propuestas de solución de los problemas nacionales de los distintos países deben tener una íntima relación con las causas de dichos problemas en cada uno de los países. Distintos países, con distintas culturas, requieren distintos programas para la solución de sus problemas (concepto también cubierto por Stigilitz en el libro ya mencionado).
Dando muestras de su percepción de las cosas, Sachs defiende la posición de que el desarrollo económico no es un juego de suma cero en el que las ganancias de unos se reflejan en las pérdidas de otros. El desarrollo es un juego en el que todos pueden ganar. El autor destaca que la prosperidad se extiende a través de la transmisión de tecnología y de sus ideas subyacentes. Más importante que contar con determinados recursos nacionales, como el carbón o superficies cultivables, es la capacidad de aplicar ideas modernas, basadas en la ciencia, devenida en tecnología de aplicación eminentemente práctica y que colaboran en la optimización de la producción. Lo bueno de las ideas es que puedan emplearse una y otra vez, sin que se agoten nunca.
Basado en este precepto, Sachs, identifica como la causa primordial del crecimiento económico la capacidad de algunas regiones del mundo de lograr incrementos duraderos y sin precedentes de su producción total. La tecnología y no la explotación de los pobres, ha sido la fuerza motriz que ha impulsado los prolongados crecimientos de rentas del mundo rico. Ello implica la esperanza de que las actuales regiones rezagadas tienen una posibilidad razonable de obtener beneficios producto del desarrollo tecnológico.
Introducción
Sachs y su experiencia como consultor económico de países el tercer mundo
Un breve background de historia económica mundial
La propuesta para disminución de la pobreza
China: Ponerse al día tras medio milenio
Las reformas de mercado en la India: el triunfo de la esperanza sobre el miedo
Los moribundos sin voz: África y las enfermedades
El milenio, 11-S y las Naciones Unidas
Qué inversiones hay que hacer para erradicar la pobreza
Conclusión: El reto de nuestra generación
Resumen del libro
1. Introducción
Jeffrey Sachs un economista doctorado en la Universidad de Harvard. A la temprana edad de 31 años fue contratado por el gobierno boliviano como asesor en lo referente a medidas tendientes a evitar el proceso hiperinflacionario que atravesaba el país. De allí en adelante, J. Sachs se desenvuelve en tareas de asesoramiento a otros países en vías de desarrollo, generando a través de su experiencia de trabajo y su background académico, una visión amplia de los problemas y las características propias de los países en desarrollo. Podemos considerarlo uno de los economistas con mayor conocimiento de la problemática del tercer mundo.
Habiéndose desenvuelto académicamente en la Universidad de Harvard desde su graduación en 1983 hasta el año 2002, Sachs es invitado a participar como Director del instituto de la tierra de la Universidad de Columbia, Instituto cuya misión es elaborar un acercamiento multidisciplinario hacia la solución de los problemas de la realidad política y económica global actual. El Instituto dirigido por Sachs pretende coordinar diversos programas de diversas disciplinas para que con esta visión multifacético se generen soluciones para los complejos problemas que presenta la sociedad global.
Su libro "el fin de la pobreza" es una suma de varios compendios que tocan variados temas, entre ellos:
Un relato de sus experiencias de trabajo y sus percepciones en relación a países del tercer mundo
Una segunda sección, que consiste en una propuesta de disminución de la pobreza extrema en el mundo (que básicamente se refiere a los pobres de África y de algunas regiones de Asia);
Y una tercera, relacionada con su aprendizaje y sus recomendaciones en relación al proceso de globalización.
En lo referente a esta morfología del libro podríamos decir que desde el punto de vista de esta cátedra hubiera sido más fácilmente legible si el mismo hubiera sido presentado como los distintos sub-libros que lo componen. Daría la impresión de que, echando mano de su enaltecido prestigio académico como economista a nivel mundial y bajo el paraguas de un muy marketinero título, Sachs decidió "poner toda la carne en el asador" para publicar una obra con un importante contenido teórico-práctico y de gran volumen. Este comentario, que de alguna manera representa una crítica negativa al libro, no inhabilita sus aportes en cada uno de los temas en los que Sachs trata.
En las páginas de su libro, Sachs, esgrime una serie de argumentos en contra del accionar de las instituciones financieras globales (entre ellos, el Banco Mundial y el FMI) que se asemejan a las expuestas por Joseph Stigilitz en su libro "El descontento de la globalización". De allí que huelga reiterar conceptos que figuran en el capítulo correspondiente a los conceptos de J. Stigilitz.
Sin embargo, es interesante destacar el concepto que Sachs expone, basado en la experiencia de su esposa que es una médica pediatra. Sachs aduce que cada individuo enfermo sufre determinados síntomas que bien pueden asemejarse a los síntomas de otros individuos.
Sin embargo, las causas de dichos síntomas (las enfermedades) no necesariamente son las mismas. Es por ello, que extendiendo esta diferenciación de la medicina al área de la economía, J. Sachs acuña la expresión de "economía clínica" entendiendo por ello a que las propuestas de solución de los problemas nacionales de los distintos países deben tener una íntima relación con las causas de dichos problemas en cada uno de los países. Distintos países, con distintas culturas, requieren distintos programas para la solución de sus problemas (concepto también cubierto por Stigilitz en el libro ya mencionado).
Dando muestras de su percepción de las cosas, Sachs defiende la posición de que el desarrollo económico no es un juego de suma cero en el que las ganancias de unos se reflejan en las pérdidas de otros. El desarrollo es un juego en el que todos pueden ganar. El autor destaca que la prosperidad se extiende a través de la transmisión de tecnología y de sus ideas subyacentes. Más importante que contar con determinados recursos nacionales, como el carbón o superficies cultivables, es la capacidad de aplicar ideas modernas, basadas en la ciencia, devenida en tecnología de aplicación eminentemente práctica y que colaboran en la optimización de la producción. Lo bueno de las ideas es que puedan emplearse una y otra vez, sin que se agoten nunca.
Basado en este precepto, Sachs, identifica como la causa primordial del crecimiento económico la capacidad de algunas regiones del mundo de lograr incrementos duraderos y sin precedentes de su producción total. La tecnología y no la explotación de los pobres, ha sido la fuerza motriz que ha impulsado los prolongados crecimientos de rentas del mundo rico. Ello implica la esperanza de que las actuales regiones rezagadas tienen una posibilidad razonable de obtener beneficios producto del desarrollo tecnológico.
2. Sachs y su experiencia como consultor económico de países el tercer mundo
El libro relata, inicialmente sus experiencias, desde su temprana participación en el asesoramiento al gobierno boliviano para salir de un proceso hiperinflacionario, el asesoramiento del gobierno polaco en la etapa posterior a la caída del muro de Berlín, y algunas experiencias fallidas en el asesoramiento al gobierno ruso. También extiende su análisis a cuestiones relacionadas a las economías de China e India.
3. Un breve background de historia económica mundial
Hace pocos siglos no existían grandes divisiones en el mundo entre riqueza y pobreza. China, la india, Europa y Japón tenían, sin excepción, niveles de renta similares en la época de los descubrimientos europeos de las rutas marítimas a Asia, África y América (Siglo XV/XVI). De más está recordar los comentarios de Marco Polo o Hernán Cortes en relación a la admiración que les provocaban tanto los pobladores de oriente como los pobladores americanos.
La población mundial aumentó de unos 230 millones de personas en el año 1 Después de Cristo a unos 270 millones en el año 1000, llegando a 900 millones en el año 1800. Según el historiador económico Angus Maddison, no hubo mejora del nivel de vida durante el primer milenio y entre los años año 1000 al 1800, la mejora pudo, tal vez, ser de un 50%.
A partir del 1800, comienzo del crecimiento económico moderno - revolución industrial mediante- tanto la población como la renta per cápita aumentaron vertiginosamente. La población mundial se ha multiplicado por más de 6 en dos siglos y la renta per cápita media mundial ha aumentado aún más rápidamente, multiplicándose aproximadamente por 9 en el mismo período (ello implica un aumento de la riqueza mundial de 54 veces en este período -5400% de aumento-).
A principios del siglo XX el estudioso escritor británico Norman Angell en su libro "La grande ilusión" sostenia que las economías nacionales se habían hecho tan interdependientes y se habían convertido hasta tal punto, en partes de la división internacional de trabajo, que una guerra entre los líderes económicos se había vuelto algo inconcebiblemente destructivo (una hipótesis similar es defendida en la actualidad por Thomas Friedman en su libro "la tierra es plana" para la actualidad). Sin embargo, y pese a la acertada hipótesis de Angell, la 1er guerra mundial fue el preámbulo de la profunda depresión de la década de 1930, y la 2da guerra mundial y de los procesos de aislamiento de los países del mundo, con profundas consecuencias de desestabilización política como ser: la caída del régimen zarista ruso en manos de la revolución Bolchevique, el tratado de Versalles la gran decadencia alemana y el posterior aumento del poder de Hitler.
4. La propuesta para disminución de la pobreza
Sachs divide la actual población mundial en unas 1.000 millones de personas –aproximadamente la sexta parte de la población mundial, pertenecientes al mundo de rentas altas. Básicamente en Japón, Europa, EEUU, otros países desarrollados y algunas islas de riqueza en el resto del mundo.
Otros 2.500 millones de personas, entre los que se encuentran los trabajadores indios de las TI (Tecnologías de la Información), se encuentran dentro del mundo de las rentas medias y cuentan con capacidad de consumo y alguna capacidad de ahorro.
Unos 1.500 millones de habitantes, de países como Bangladesh son pobres aunque viven por encima de la mera subsistencia. Pasan por penurias económicas, no cuentan infraestructura básica en sus viviendas, pero se encuentran por encima de la definición de pobreza extrema.
Finalmente, unas 1.000 millones de personas viven en pobreza extrema. Se incluyen aquí habitantes: entre las que se encuentran muchos de los países africanos, tienen problemas de salud, de hambre y son aquellos que según Sachs no pueden lograr poner un pie en el primer peldaño de la escala de desarrollo. Estas personas son los "más pobres entre los pobres" o los "pobres extremos del planeta". Todos ellos viven en países en vías de desarrollo. En su propuesta de disminución de la pobreza extrema –tema que da nombre a su libro- argumenta que los pobres extremos difícilmente podrán salir de sus circunstancias sin la colaboración de la comunidad mundial. Ello en realidad implica que el interesante título elegido para el libro debería ser, en realidad, el "fin de la pobreza extrema".
Según Sachs, los "pobres extremos" no tienen capacidad de ahorro, no pueden comerciar, no tienen acceso a la tecnología, desbastan su entorno degradando los recursos naturales, tienen trastornos que afectan negativamente la productividad, tienen un elevado crecimiento demográfico lo que implica la necesidad de repartir los mismos recursos entre mayor cantidad de personas etc. Todas estas razones desembocan en lo que Sachs denomina: "la trampa de la pobreza". Estas poblaciones no tienen la posibilidad de acumulación de riquezas ni conocimientos tales que le permitan mejorar su productividad, y por ende, su calidad de vida. Y por ende no pueden dar el paso hacia el "primer peldaño del desarrollo"
Países como China, India, o inclusive el paupérrimo Bangladesh están logrando dar ese primer paso en la escalera del desarrollo abandonando el status de "pobres extremos". Contra ello, la mayoría de los países africanos ni siquiera cubren sus necesidades básicas, y no tienen posibilidad alguna de generar un potencial de desarrollo futuro.
Sachs asocia directamente el grado de pobreza con la urbanización de los distintos países (a mayor grado de urbanización menor grado de pobreza extrema) Por ejemplo, Malawi con su 84% de población rural, Bangladesh 76%, India 72% y China 61%: todos tienen un potencial de desarrollo que es inversamente proporcional a estos porcentajes de población rural. EEUU en el extremo superior del espectro de desarrollo, posee una población rural que constituye solo el 20% de su población total.
Esto se debe a que las sociedades de creciente estado de desarrollo atraen a sus ciudades a pobladores rurales que acceden a mejores puestos de trabajo, permitiendo a aquellos agricultores que quedan en zonas rurales, acrecentar la superficie de sus explotaciones incrementando escala, y por ende, productividad.
5. China: Ponerse al día tras medio milenio
La población de China comprende el 20% de la población mundial. Según el historiador económico Angus Maddison, para el año 1000 el PBI per cápita chino era levemente superior al europeo. Ya en el año 1500, había perdido esa ventaja relativa proceso que continuo sin pausa hasta los cambios establecidos por Deng Xiaoping, alrededor de 1975, la renta per cápita china era tan solo 7,5% de Europa Occidental.
Existen una serie de razones para este retraso relativo. Una fecha preponderante es el año 1434, año en que el emperador Ming decide cerrar la economía china al comercio internacional.
En 1776, Adam Smith observaba que China era un país rico pero estático.
1839 es el año que Gran Bretaña, atacó china para favorecer el tráfico de narcóticos desencadenando la primera guerra del opio (1839-1842), con el objeto de abrir china al comercio internacional.
En la segunda mitad del siglo XIX, hubo alguna recuperación económica con el inicio de la industrialización china.
En 1949, se inicia el período Maoísta con logros en la sanidad pública del país y grandes fracasos, especialmente el desarrollo industrial socialista, fracaso similar al de la unión soviética. Dentro de este período podemos hablar de la nefasta "revolución cultural china" (1966-1976) y del "gran salto adelante" (1958-1961).
Desde 1978, con las reformas de mercado, china ha sido, por lejos, la economía de mayor éxito del mundo, con un crecimiento anual de casi el 8%.
La opinión habitual en lo referente a la comparación de la evolución de las economías china y rusa, es que China procedió de forma gradual, mientras que la ex Unión Soviética y Europa del este lo hicieron de manera abrupta.
En esta comparación –habiendo tenido ambas economías una raigambre centralizada y comunista-, Sachs aduce una serie de ventajas en favor del proceso chino:
Como ya comentamos -y en esto no difiere de otras opiniones económicas contra fácticas- el proceso de privatización chino se ha venido desarrollando a través de un período prolongado de tiempo a diferencia del acelerado, y por ende, desprolijo, proceso de privatización ruso.
Sólo el 20% de la economía China se encontraba, al inicio del proceso, en manos de los gobiernos estaduales o federales chinos. El 80% restante se encontraba en manos de cooperativas de pequeños agricultores agrícolas y ganaderos, quienes si bien manejaban su economía de manera colegiada, ya lo hacían fuera de la órbita estatal. Por el contrario, el grueso de la economía Rusa, era manejada, por el mismo gobierno ruso. Esto llevó a que el planteo de una estructura económica alternativa, generara cambios muchos más profundos en el caso ruso que en el caso chino.
Al inicio del proceso la deuda externa china era muy baja en comparación con la europea y rusa.
China dispone de miles de kms de costa, lo que facilita el comercio internacional.
China se benefició de las comunidades chinas en el exterior.
La Unión Soviética atravesó por una drástica disminución de la producción de petróleo al inicio de las reformas, mientras que China no.
La Unión Soviética tenía un avance industrial mayor, basado en tecnologías incompatibles con las tecnologías occidentales, a diferencia de China que exhibía bajos niveles de tecnología, por ende, podía adoptar con mayor facilidad las especificaciones de la tecnología occidental.
En el proceso de inversión extranjera directa que ha fluido en las últimas décadas hacia china, hay 3 procedencias:
Inversores de Europa, EEUU y Japón.
Inversores de origen chino de las comunidades asentadas en la propia Asia.
El denominado "dinero de ida y vuelta" que sale de China, por regla general de la contabilidad de empresas estatales, pasa por intermediarios financieros de Hong Kong y después se reinvierte en empresas con sede en China.
La suma de millones de trabajadores con salarios bajos, tecnología moderna, capitales cuantiosos y un entorno empresarial seguro dio lugar a una de las grandes maquinarias de crear riqueza de la historia moderna.
Sin embargo, China tiene aún una serie de graves debilidades:
La necesidad de creación de un sistema de protección social y de un sistema público de atención sanitaria.
China deberá tomarse mucho más en serio su sistema de protección ambiental.
Finalmente, China deberá llevar adelante en las próximas décadas una profunda reforma política. El estado centralizado chino es una barrera a la democratización de su país. Asimismo, el grado de corrupción de la administración pública China sigue siendo muy elevado.
6. Las reformas de mercado en la India: el triunfo de la esperanza sobre el miedo
En 1991, la India comenzó sus reformas económicas de mercado. Cabe destacar que la India es la mayor democracia del mundo, modelo político que adoptó desde su independencia de Gran Bretaña, en el año 1947.
La sociedad India arrastra una historia de 3.000 años y fue conquistada por Gran Bretaña a mediados de siglo XIX, conquista que Inglaterra cristalizó en base a una de sus más efectivas promesas "divide y vencerás". Gran Bretaña capitalizó las debilidades propias de la estructura social India basada en las separaciones por castas y con una gran diversas de etnias. Es obvio decir que una sociedad sin muchos lazos de cohesión interna ni lazos de camaradería, es mucho más fácil de conquistar.
Debido a debilidad de las potencias europeas al final de la Segunda Guerra Mundial, la India se independizó el 15 de Agosto de 1947. Como resultado de profundos conflictos religiosos la India finalmente se separa, en una primera instancia, en la India de mayoría hindú y Pakistán (occidental + oriental), de mayoría musulmana. Finalmente, cuando el Pakistán Oriental se separa del Pakistán Occidental, lo que en antaño fuera el inglés virreinato de la india, desemboca en la conformación de tres países: Pakistán (al oeste), India (en el centro) y Bangladesh (al este).
Desde su independencia, la India estableció procedimientos excesivamente burocráticos, bajo el paraguas de una economía socialista de baja productividad, y con periódicas hambrunas como consecuencia de los regímenes de los vientos monzónicos.
La primera gran reforma India llegó a finales de la década de 1960 con la que se denominó la "Revolución Verde". Mediante avances científicos, la India, consiguió reproducir nuevas variedades de maíz, trigo y arroz de mayores rendimientos, que ayudaron al autoabastecimiento alimentario del país.
El gobierno indio realizó también un gran esfuerzo para crear los institutos indios de tecnología, una serie de 7 campus universitarios, de primera línea, vinculados entre sí, de forma flexible, cuyos graduados solían emigrar en gran número al extranjero. Muchos de estos graduados con carreras exitosas en el exterior, habían empezado a establecer nuevas relaciones empresariales con la India.
La India era un país de una desastrosa infraestructura, puertos abarrotados, inexistencia de autopistas, etc. Pero la revolución de las tecnologías supuso exportaciones de servicios vía satélite a partir de la década de los ´90. Ello desembocó en la generación de centros de excelencia de tecnología de la información ubicados en ciudades como Bangalore, Chennay, Hydebarat, Mombai.
La India no ha igualado a China en lo que se refiere a la profundidad y amplitud de su reformas económicas, pero de todas maneras es mucho lo que se ha conseguido y debemos, paralelamente, tener en cuenta el avance político que representa la democracia en India en relación al, concentrado poder del gobierno chino.
Es probable que el regreso de China e India al primer plano de la economía global, delineen una nueva fisonomía de la sociedad mundial. Probablemente la preponderancia de occidente que duró medio milenio, esté llegando a su fin.
7. Los moribundos sin voz: África y las enfermedades
El libro expone como una de sus tesis centrales una propuesta para disminuir la pobreza extrema, aquellos 1.000 millones habitantes del mundo que no pueden ni siquiera satisfacer sus necesidades básicas. El grueso de esa población radica en África y algunos países de Asia.
Ya en 1776, Adam Smith argumentaba que África era un continente pobre debido a que carecía de ríos navegables y ensenadas naturales que le permitieran aprovechar el comercio marítimo de bajo costo. Más allá del argumento de que la pobreza africana es producto de la corrupción de los gobiernos nacionales del continente, países medianamente bien administrados como Botswana, Ghana o Malawi tienen altos niveles de pobreza. Según Sachs, una de las grandes causas de esta pobreza es la presencia crónica de enfermedades tales como la malaria y el sida. En lo concerniente a la malaria, pequeñas medidas de higiene y protección (como el uso de mosquiteros durante el sueño) podrían disminuir drásticamente las tasas de contagio, pero para la pobreza africana esas leves medidas preventivas son inaccesibles y caras.
Los costos de las enfermedades sobre la actividad económica son gigantes: costos médicos para los trabajadores, incesante ausentismo laboral y avalancha de defunciones en los trabajadores.
Sachs propone una serie de políticas básicas de higiene y de apoyo financiero que podrían desembocar en la disminución de la pobreza extrema en el África.
8. El milenio, 11-S y las Naciones Unidas
Quizás el reflejo geopolítico más intenso de las nuevas tendencias globalizadoras se dio en Setiembre de 2000 con la Asamblea del Milenio celebrada en las Naciones Unidas bajo la autoridad del Secretario General, Kofi Annan, en la cual se fijaron unas serie de objetivos a lograr por parte de los 191 gobiernos integrantes de dicha organización. El documento resultante fue la Declaración del Milenio, cuyos objetivos de desarrollo preponderantes se referían a:
Erradicación de la pobreza extrema y el hambre
Universalización de la enseñanza primaria
Promoción de la igualdad entre sexos y de la autonomía de la mujer
Reducción de la mortalidad infantil
Mejora de la salud materna
Combate al sida, paludismo y otras enfermedades
Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Fomento de una organización mundial para el desarrollo.
El mundo desarrollado se comprometió con el objetivo de lograr la asignación del 0,7% de su PBI a ayuda oficial para el desarrollo. Porcentaje que solo contados países, lograron finalmente alcanzar.
Sin embargo, a la sombra del 11 de Setiembre de 2001, se desvaneció el optimismo. Muchas cosas cambiaron y estos objetivos quedaron olvidados. Ante la aterrorizada población EEUU, Thomas Friedman afirmó al instante que "el 11-S era el comienzo de la tercera guerra mundial". Este comentario deja claramente expuesta la nueva filosofía del gobierno norteamericano. El presidente George Bush manifestó que en adelante, todo su mandato estaría orientado a erradicar el terror.
Si nos remitimos a los antecedentes históricos, ya hemos mencionado en qué medida el inicio de la primera Guerra Mundial en 1914, cortó de raíz el fuerte proceso integrador que se estaba produciendo desde la revolución industrial hasta esa fecha.
9. Qué inversiones hay que hacer para erradicar la pobreza
Sachs hace referencia a su propia clasificación de capital, argumentando que los pobres extremos carecen de estos 6 tipos de capital:
Capital Humano: salud, nutrición, capacitación, etc.
Capital empresarial: maquinarias, instalaciones, transportes motorizados, etc.
Infraestructura: carreteras, energía, agua, aeropuertos, puertos, etc.
Capital natural: tierra cultivable, biodiversidad, ecosistemas, etc.
Capital institucional público: legislación, sistemas judiciales, políticas gubernamentales, etc.
Capital intelectual: saber práctico, científico, tecnológico, etc.; que eleva la productividad de los beneficios empresariales y la calidad de vida de los habitantes.
Sachs hace una interesante mención sobre el valor reproductivo del conocimiento científico. A diferencia de capital físico -que solo puede utilizarse una vez-, una idea (o un know how) puede utilizarse reiteradas veces. De allí que Sachs asigna un valor fundamental a la información y a la educación en los países pobres.
Contra el pesimismo que suscitan las grandes iniciativas ("utopías") de la humanidad, Sachs menciona una serie de victorias logradas, entre ellas:
La Revolución Verde en Asia (ejemplo que ya vimos en el caso de la India).
La erradicación de la viruela (enfermedad declarada por la Organización Mundial de la salud erradica en 1980)
La campaña para la supervivencia infantil de UNICEF. que en la década de 1980, salvó 12 millones de vidas.
La alianza mundial para la vacunación y la inmunización, campaña para la cual la Fundación Bill y Melinda Gates ha efectuado una donación inicial de U$D 750 millones durante los primeros años de este siglo.
La campaña contra la malaria, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la década de 1950 y 1960.
El control de la enfermedad de la ceguera de los ríos en África, que logró proteger a 40 millones de personas en lo referente a la transmisión de la enfermedad.
La erradicación de la poliomielitis, que en la actualidad, sólo existe en 6 países del mundo.
La difusión de las políticas de planificación familiar.
La creación de zonas de protección aduanera en extremo oriente.
La revolución del teléfono móvil en Bangladesh
Una verdadera estrategia de reducción de la pobreza basada en los objetivos de desarrollo del milenio deberá contar con:
Diagnósticos diferenciales por país (el concepto ya mencionado de economía clínica),
La definición de un plan de inversiones necesarias,
Un plan económico para financiar los desfasajes entre la realidad y los objetivos del milenio,
un plan de donantes que apoyen financieramente el proyecto y,
un plan de gestión pública que implemente las estrategias definidas por país.
En lo referente a políticas globales para reducción de la pobreza, Sachs identifica una serie de asuntos que deben abordarse a escala mundial:
La crisis de la deuda
La política comercial global
La ciencia aplicada al desarrollo
La gestión medioambiental
Sachs argumenta una serie de razones, por la cual la ayuda contra la pobreza es claramente un esfuerzo modesto para las economías desarrolladas:
la cantidad de pobres extremos ha disminuido a una proporción relativamente pequeña de la población mundial.
Su propuesta apunta a acabar con la pobreza extrema, no con toda la pobreza, y menos aún a igualar las rentas mundiales, reduciendo las distancias entre ricos y pobres.
El esfuerzo a desarrollar por los países desarrollados es de menor cuantía si relacionamos el porcentaje asignado contra el total de su PBI.
El mundo rico hoy es extremadamente rico.
Se disponen de instrumentos más poderosos que nunca: la telefonía móvil para zonas rurales que acerca información a la gente; la mejora de los sistemas logísticos; los avances en el desarrollo de la economía mundial; nuevos enfoques en materia de control y prevención de enfermedades, como producto de los grandes avances de las prácticas médicas; etc.
Sachs hace mención del prestigioso economista peruano Hernando de Soto quien argumenta que gran parte de la desmotivación de los pobres y de su asociada pobreza es la falta de formalización de las economías. De Soto argumenta que la inexistencia de títulos de propiedad en las economías informales atenta en contra de los pobres. Si bien Sachs acepta la visión de De Soto, argumenta que la misma es un acercamiento parcial a las causas de los problemas.
Sachs, al igual que el ex presidente de los EEUU Bill Clinton, sostienen la fundada hipótesis de que los mayores niveles de calidad de vida disminuyen la tasa de crecimiento vegetativo de las poblaciones. En los países pobres, no tecnificados y de base rural, existe una tendencia a familias de proles numerosas, lo que se debe a que dada la necesidad de contar con hijos que garanticen la supervivencia -y en especial de sexo masculino- las familias tienden a buscar compensar la mayor mortalidad infantil, a través de esta mayor tasa de hijos por familia. Si estas expectativas de supervivencia de los niños al nacer aumentan, las familias -en contrapartida- disminuyen la cantidad de hijos.
Sachs arguye que los esfuerzos para la disminución de la pobreza no deben solamente estar barnizados de filantropía. Por el contrario, a lo largo de su libro, Sachs demuestra la íntima correlación entre el aumento de terrorismo y la pobreza. Asimismo, da por tierra con la fallida ilusión del pueblo norteamericano de poder mantener su país como una isla de estabilidad y prosperidad, en un mundo de pobreza y fracaso económico. Cita como ejemplos, la ascensión bolchevique al poder en 1917 como producto del fracaso económico de la Rusia Zarista o el ascenso de Hitler en medio de la gran depresión de 1930 y el tratado de Versalles.
Cita, también, un trabajo de la CIA de estados fallidos entre 1957 y 1994. Donde se exponen 113 casos de fracasos, en los que la CIA identifica patrones comunes:
Una mayor tasa de mortalidad infantil es una constante en los países fallidos.
Mientras mayor es la apertura económica de un país, menor chance de estar en el listado de casos fallidos.
A mayor intensidad democrática, menor presencia en el listado de casos fallidos.
10. Conclusión: El reto de nuestra generación.
Nuestra generación es heredera de 2 siglos de progreso económico y podemos fijarnos como objetivo un mundo sin pobreza extrema para el año 2025. Podemos desactivar la sombría hipótesis de Thomas Malthus (quien avizoraba un futuro de hambre en su hipótesis de 1750) en un mundo con una población 8 veces superior que en la época de aquél vaticinio.
Podemos fijarnos como metas:
Contribuir a fomentar sistemas políticos que promuevan el bienestar humano.
Contribuir a fomentar sistemas económicos que extiendan los beneficios de ciencia y tecnología a todas las regiones del planeta, para alimentar las perspectivas de la mejora de la condición humana
Contribuir a fomentar la cooperación internacional con el fin de garantizar una paz perpetua
Según Sachs, EEUU debería poner fin a sus fantasías de imperio y acción unilateral, sumándose al consenso de la comunidad mundial. Siguiendo la tendencia de la disminución relativa de la participación Norteamericana en el total de la economía mundial, EEUU no goza de un margen de beneficio económico suficiente como para sustentar ninguna tentativa real de ser un imperio global.
Para finalizar con su libro, Sachs nos invita a aceptar el desafío y hace mención de una serie de logros en lo concerniente a los derechos humanos:
El fin de la esclavitud
El fin del colonialismo, ensalzando la gigantesca figura de Gandhi
Los movimientos por los derechos civiles y contra el apartheid, mencionando los esfuerzos de M. Luther King y Nelson Mandela.
Como corolario Sachs propone una serie de pasos para el logro del objetivo de la erradicación de la pobreza extrema:
Un compromiso global para acabar con la pobreza extrema
La definición de un plan de acción
Dar participación en las decisiones a los países pobres
Moderar el unílateralismo de los EEUU
Rediseñar y recuperar las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, FMI, entre otros)
Reforzar las Naciones Unidas
Utilizar la ciencia global
Promover el desarrollo sostenible
Y formular un compromiso personal, haciendo mención a las palabras de Robert Kennedy, quien argumentaba que las grandes fuerzas sociales son la acumulación de acciones individuales.
"Es a partir de los innumerables y variables actos de coraje y fe como se conforma la historia de la humanidad. Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza. Esas ondas se cruzan con otras desde un millón de centros de energía diferentes y se aventuran a crear una corriente que puede derribar los muros más peligrosos de la opresión y la resistencia."
En su última frase, Sachs, nos pide "que el futuro diga de nuestra generación que envió poderosas corrientes de esperanza y que trabajamos juntos para sanar el mundo".
Enviada por
Marcelo Simón,
El libro relata, inicialmente sus experiencias, desde su temprana participación en el asesoramiento al gobierno boliviano para salir de un proceso hiperinflacionario, el asesoramiento del gobierno polaco en la etapa posterior a la caída del muro de Berlín, y algunas experiencias fallidas en el asesoramiento al gobierno ruso. También extiende su análisis a cuestiones relacionadas a las economías de China e India.
3. Un breve background de historia económica mundial
Hace pocos siglos no existían grandes divisiones en el mundo entre riqueza y pobreza. China, la india, Europa y Japón tenían, sin excepción, niveles de renta similares en la época de los descubrimientos europeos de las rutas marítimas a Asia, África y América (Siglo XV/XVI). De más está recordar los comentarios de Marco Polo o Hernán Cortes en relación a la admiración que les provocaban tanto los pobladores de oriente como los pobladores americanos.
La población mundial aumentó de unos 230 millones de personas en el año 1 Después de Cristo a unos 270 millones en el año 1000, llegando a 900 millones en el año 1800. Según el historiador económico Angus Maddison, no hubo mejora del nivel de vida durante el primer milenio y entre los años año 1000 al 1800, la mejora pudo, tal vez, ser de un 50%.
A partir del 1800, comienzo del crecimiento económico moderno - revolución industrial mediante- tanto la población como la renta per cápita aumentaron vertiginosamente. La población mundial se ha multiplicado por más de 6 en dos siglos y la renta per cápita media mundial ha aumentado aún más rápidamente, multiplicándose aproximadamente por 9 en el mismo período (ello implica un aumento de la riqueza mundial de 54 veces en este período -5400% de aumento-).
A principios del siglo XX el estudioso escritor británico Norman Angell en su libro "La grande ilusión" sostenia que las economías nacionales se habían hecho tan interdependientes y se habían convertido hasta tal punto, en partes de la división internacional de trabajo, que una guerra entre los líderes económicos se había vuelto algo inconcebiblemente destructivo (una hipótesis similar es defendida en la actualidad por Thomas Friedman en su libro "la tierra es plana" para la actualidad). Sin embargo, y pese a la acertada hipótesis de Angell, la 1er guerra mundial fue el preámbulo de la profunda depresión de la década de 1930, y la 2da guerra mundial y de los procesos de aislamiento de los países del mundo, con profundas consecuencias de desestabilización política como ser: la caída del régimen zarista ruso en manos de la revolución Bolchevique, el tratado de Versalles la gran decadencia alemana y el posterior aumento del poder de Hitler.
4. La propuesta para disminución de la pobreza
Sachs divide la actual población mundial en unas 1.000 millones de personas –aproximadamente la sexta parte de la población mundial, pertenecientes al mundo de rentas altas. Básicamente en Japón, Europa, EEUU, otros países desarrollados y algunas islas de riqueza en el resto del mundo.
Otros 2.500 millones de personas, entre los que se encuentran los trabajadores indios de las TI (Tecnologías de la Información), se encuentran dentro del mundo de las rentas medias y cuentan con capacidad de consumo y alguna capacidad de ahorro.
Unos 1.500 millones de habitantes, de países como Bangladesh son pobres aunque viven por encima de la mera subsistencia. Pasan por penurias económicas, no cuentan infraestructura básica en sus viviendas, pero se encuentran por encima de la definición de pobreza extrema.
Finalmente, unas 1.000 millones de personas viven en pobreza extrema. Se incluyen aquí habitantes: entre las que se encuentran muchos de los países africanos, tienen problemas de salud, de hambre y son aquellos que según Sachs no pueden lograr poner un pie en el primer peldaño de la escala de desarrollo. Estas personas son los "más pobres entre los pobres" o los "pobres extremos del planeta". Todos ellos viven en países en vías de desarrollo. En su propuesta de disminución de la pobreza extrema –tema que da nombre a su libro- argumenta que los pobres extremos difícilmente podrán salir de sus circunstancias sin la colaboración de la comunidad mundial. Ello en realidad implica que el interesante título elegido para el libro debería ser, en realidad, el "fin de la pobreza extrema".
Según Sachs, los "pobres extremos" no tienen capacidad de ahorro, no pueden comerciar, no tienen acceso a la tecnología, desbastan su entorno degradando los recursos naturales, tienen trastornos que afectan negativamente la productividad, tienen un elevado crecimiento demográfico lo que implica la necesidad de repartir los mismos recursos entre mayor cantidad de personas etc. Todas estas razones desembocan en lo que Sachs denomina: "la trampa de la pobreza". Estas poblaciones no tienen la posibilidad de acumulación de riquezas ni conocimientos tales que le permitan mejorar su productividad, y por ende, su calidad de vida. Y por ende no pueden dar el paso hacia el "primer peldaño del desarrollo"
Países como China, India, o inclusive el paupérrimo Bangladesh están logrando dar ese primer paso en la escalera del desarrollo abandonando el status de "pobres extremos". Contra ello, la mayoría de los países africanos ni siquiera cubren sus necesidades básicas, y no tienen posibilidad alguna de generar un potencial de desarrollo futuro.
Sachs asocia directamente el grado de pobreza con la urbanización de los distintos países (a mayor grado de urbanización menor grado de pobreza extrema) Por ejemplo, Malawi con su 84% de población rural, Bangladesh 76%, India 72% y China 61%: todos tienen un potencial de desarrollo que es inversamente proporcional a estos porcentajes de población rural. EEUU en el extremo superior del espectro de desarrollo, posee una población rural que constituye solo el 20% de su población total.
Esto se debe a que las sociedades de creciente estado de desarrollo atraen a sus ciudades a pobladores rurales que acceden a mejores puestos de trabajo, permitiendo a aquellos agricultores que quedan en zonas rurales, acrecentar la superficie de sus explotaciones incrementando escala, y por ende, productividad.
5. China: Ponerse al día tras medio milenio
La población de China comprende el 20% de la población mundial. Según el historiador económico Angus Maddison, para el año 1000 el PBI per cápita chino era levemente superior al europeo. Ya en el año 1500, había perdido esa ventaja relativa proceso que continuo sin pausa hasta los cambios establecidos por Deng Xiaoping, alrededor de 1975, la renta per cápita china era tan solo 7,5% de Europa Occidental.
Existen una serie de razones para este retraso relativo. Una fecha preponderante es el año 1434, año en que el emperador Ming decide cerrar la economía china al comercio internacional.
En 1776, Adam Smith observaba que China era un país rico pero estático.
1839 es el año que Gran Bretaña, atacó china para favorecer el tráfico de narcóticos desencadenando la primera guerra del opio (1839-1842), con el objeto de abrir china al comercio internacional.
En la segunda mitad del siglo XIX, hubo alguna recuperación económica con el inicio de la industrialización china.
En 1949, se inicia el período Maoísta con logros en la sanidad pública del país y grandes fracasos, especialmente el desarrollo industrial socialista, fracaso similar al de la unión soviética. Dentro de este período podemos hablar de la nefasta "revolución cultural china" (1966-1976) y del "gran salto adelante" (1958-1961).
Desde 1978, con las reformas de mercado, china ha sido, por lejos, la economía de mayor éxito del mundo, con un crecimiento anual de casi el 8%.
La opinión habitual en lo referente a la comparación de la evolución de las economías china y rusa, es que China procedió de forma gradual, mientras que la ex Unión Soviética y Europa del este lo hicieron de manera abrupta.
En esta comparación –habiendo tenido ambas economías una raigambre centralizada y comunista-, Sachs aduce una serie de ventajas en favor del proceso chino:
Como ya comentamos -y en esto no difiere de otras opiniones económicas contra fácticas- el proceso de privatización chino se ha venido desarrollando a través de un período prolongado de tiempo a diferencia del acelerado, y por ende, desprolijo, proceso de privatización ruso.
Sólo el 20% de la economía China se encontraba, al inicio del proceso, en manos de los gobiernos estaduales o federales chinos. El 80% restante se encontraba en manos de cooperativas de pequeños agricultores agrícolas y ganaderos, quienes si bien manejaban su economía de manera colegiada, ya lo hacían fuera de la órbita estatal. Por el contrario, el grueso de la economía Rusa, era manejada, por el mismo gobierno ruso. Esto llevó a que el planteo de una estructura económica alternativa, generara cambios muchos más profundos en el caso ruso que en el caso chino.
Al inicio del proceso la deuda externa china era muy baja en comparación con la europea y rusa.
China dispone de miles de kms de costa, lo que facilita el comercio internacional.
China se benefició de las comunidades chinas en el exterior.
La Unión Soviética atravesó por una drástica disminución de la producción de petróleo al inicio de las reformas, mientras que China no.
La Unión Soviética tenía un avance industrial mayor, basado en tecnologías incompatibles con las tecnologías occidentales, a diferencia de China que exhibía bajos niveles de tecnología, por ende, podía adoptar con mayor facilidad las especificaciones de la tecnología occidental.
En el proceso de inversión extranjera directa que ha fluido en las últimas décadas hacia china, hay 3 procedencias:
Inversores de Europa, EEUU y Japón.
Inversores de origen chino de las comunidades asentadas en la propia Asia.
El denominado "dinero de ida y vuelta" que sale de China, por regla general de la contabilidad de empresas estatales, pasa por intermediarios financieros de Hong Kong y después se reinvierte en empresas con sede en China.
La suma de millones de trabajadores con salarios bajos, tecnología moderna, capitales cuantiosos y un entorno empresarial seguro dio lugar a una de las grandes maquinarias de crear riqueza de la historia moderna.
Sin embargo, China tiene aún una serie de graves debilidades:
La necesidad de creación de un sistema de protección social y de un sistema público de atención sanitaria.
China deberá tomarse mucho más en serio su sistema de protección ambiental.
Finalmente, China deberá llevar adelante en las próximas décadas una profunda reforma política. El estado centralizado chino es una barrera a la democratización de su país. Asimismo, el grado de corrupción de la administración pública China sigue siendo muy elevado.
6. Las reformas de mercado en la India: el triunfo de la esperanza sobre el miedo
En 1991, la India comenzó sus reformas económicas de mercado. Cabe destacar que la India es la mayor democracia del mundo, modelo político que adoptó desde su independencia de Gran Bretaña, en el año 1947.
La sociedad India arrastra una historia de 3.000 años y fue conquistada por Gran Bretaña a mediados de siglo XIX, conquista que Inglaterra cristalizó en base a una de sus más efectivas promesas "divide y vencerás". Gran Bretaña capitalizó las debilidades propias de la estructura social India basada en las separaciones por castas y con una gran diversas de etnias. Es obvio decir que una sociedad sin muchos lazos de cohesión interna ni lazos de camaradería, es mucho más fácil de conquistar.
Debido a debilidad de las potencias europeas al final de la Segunda Guerra Mundial, la India se independizó el 15 de Agosto de 1947. Como resultado de profundos conflictos religiosos la India finalmente se separa, en una primera instancia, en la India de mayoría hindú y Pakistán (occidental + oriental), de mayoría musulmana. Finalmente, cuando el Pakistán Oriental se separa del Pakistán Occidental, lo que en antaño fuera el inglés virreinato de la india, desemboca en la conformación de tres países: Pakistán (al oeste), India (en el centro) y Bangladesh (al este).
Desde su independencia, la India estableció procedimientos excesivamente burocráticos, bajo el paraguas de una economía socialista de baja productividad, y con periódicas hambrunas como consecuencia de los regímenes de los vientos monzónicos.
La primera gran reforma India llegó a finales de la década de 1960 con la que se denominó la "Revolución Verde". Mediante avances científicos, la India, consiguió reproducir nuevas variedades de maíz, trigo y arroz de mayores rendimientos, que ayudaron al autoabastecimiento alimentario del país.
El gobierno indio realizó también un gran esfuerzo para crear los institutos indios de tecnología, una serie de 7 campus universitarios, de primera línea, vinculados entre sí, de forma flexible, cuyos graduados solían emigrar en gran número al extranjero. Muchos de estos graduados con carreras exitosas en el exterior, habían empezado a establecer nuevas relaciones empresariales con la India.
La India era un país de una desastrosa infraestructura, puertos abarrotados, inexistencia de autopistas, etc. Pero la revolución de las tecnologías supuso exportaciones de servicios vía satélite a partir de la década de los ´90. Ello desembocó en la generación de centros de excelencia de tecnología de la información ubicados en ciudades como Bangalore, Chennay, Hydebarat, Mombai.
La India no ha igualado a China en lo que se refiere a la profundidad y amplitud de su reformas económicas, pero de todas maneras es mucho lo que se ha conseguido y debemos, paralelamente, tener en cuenta el avance político que representa la democracia en India en relación al, concentrado poder del gobierno chino.
Es probable que el regreso de China e India al primer plano de la economía global, delineen una nueva fisonomía de la sociedad mundial. Probablemente la preponderancia de occidente que duró medio milenio, esté llegando a su fin.
7. Los moribundos sin voz: África y las enfermedades
El libro expone como una de sus tesis centrales una propuesta para disminuir la pobreza extrema, aquellos 1.000 millones habitantes del mundo que no pueden ni siquiera satisfacer sus necesidades básicas. El grueso de esa población radica en África y algunos países de Asia.
Ya en 1776, Adam Smith argumentaba que África era un continente pobre debido a que carecía de ríos navegables y ensenadas naturales que le permitieran aprovechar el comercio marítimo de bajo costo. Más allá del argumento de que la pobreza africana es producto de la corrupción de los gobiernos nacionales del continente, países medianamente bien administrados como Botswana, Ghana o Malawi tienen altos niveles de pobreza. Según Sachs, una de las grandes causas de esta pobreza es la presencia crónica de enfermedades tales como la malaria y el sida. En lo concerniente a la malaria, pequeñas medidas de higiene y protección (como el uso de mosquiteros durante el sueño) podrían disminuir drásticamente las tasas de contagio, pero para la pobreza africana esas leves medidas preventivas son inaccesibles y caras.
Los costos de las enfermedades sobre la actividad económica son gigantes: costos médicos para los trabajadores, incesante ausentismo laboral y avalancha de defunciones en los trabajadores.
Sachs propone una serie de políticas básicas de higiene y de apoyo financiero que podrían desembocar en la disminución de la pobreza extrema en el África.
8. El milenio, 11-S y las Naciones Unidas
Quizás el reflejo geopolítico más intenso de las nuevas tendencias globalizadoras se dio en Setiembre de 2000 con la Asamblea del Milenio celebrada en las Naciones Unidas bajo la autoridad del Secretario General, Kofi Annan, en la cual se fijaron unas serie de objetivos a lograr por parte de los 191 gobiernos integrantes de dicha organización. El documento resultante fue la Declaración del Milenio, cuyos objetivos de desarrollo preponderantes se referían a:
Erradicación de la pobreza extrema y el hambre
Universalización de la enseñanza primaria
Promoción de la igualdad entre sexos y de la autonomía de la mujer
Reducción de la mortalidad infantil
Mejora de la salud materna
Combate al sida, paludismo y otras enfermedades
Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Fomento de una organización mundial para el desarrollo.
El mundo desarrollado se comprometió con el objetivo de lograr la asignación del 0,7% de su PBI a ayuda oficial para el desarrollo. Porcentaje que solo contados países, lograron finalmente alcanzar.
Sin embargo, a la sombra del 11 de Setiembre de 2001, se desvaneció el optimismo. Muchas cosas cambiaron y estos objetivos quedaron olvidados. Ante la aterrorizada población EEUU, Thomas Friedman afirmó al instante que "el 11-S era el comienzo de la tercera guerra mundial". Este comentario deja claramente expuesta la nueva filosofía del gobierno norteamericano. El presidente George Bush manifestó que en adelante, todo su mandato estaría orientado a erradicar el terror.
Si nos remitimos a los antecedentes históricos, ya hemos mencionado en qué medida el inicio de la primera Guerra Mundial en 1914, cortó de raíz el fuerte proceso integrador que se estaba produciendo desde la revolución industrial hasta esa fecha.
9. Qué inversiones hay que hacer para erradicar la pobreza
Sachs hace referencia a su propia clasificación de capital, argumentando que los pobres extremos carecen de estos 6 tipos de capital:
Capital Humano: salud, nutrición, capacitación, etc.
Capital empresarial: maquinarias, instalaciones, transportes motorizados, etc.
Infraestructura: carreteras, energía, agua, aeropuertos, puertos, etc.
Capital natural: tierra cultivable, biodiversidad, ecosistemas, etc.
Capital institucional público: legislación, sistemas judiciales, políticas gubernamentales, etc.
Capital intelectual: saber práctico, científico, tecnológico, etc.; que eleva la productividad de los beneficios empresariales y la calidad de vida de los habitantes.
Sachs hace una interesante mención sobre el valor reproductivo del conocimiento científico. A diferencia de capital físico -que solo puede utilizarse una vez-, una idea (o un know how) puede utilizarse reiteradas veces. De allí que Sachs asigna un valor fundamental a la información y a la educación en los países pobres.
Contra el pesimismo que suscitan las grandes iniciativas ("utopías") de la humanidad, Sachs menciona una serie de victorias logradas, entre ellas:
La Revolución Verde en Asia (ejemplo que ya vimos en el caso de la India).
La erradicación de la viruela (enfermedad declarada por la Organización Mundial de la salud erradica en 1980)
La campaña para la supervivencia infantil de UNICEF. que en la década de 1980, salvó 12 millones de vidas.
La alianza mundial para la vacunación y la inmunización, campaña para la cual la Fundación Bill y Melinda Gates ha efectuado una donación inicial de U$D 750 millones durante los primeros años de este siglo.
La campaña contra la malaria, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la década de 1950 y 1960.
El control de la enfermedad de la ceguera de los ríos en África, que logró proteger a 40 millones de personas en lo referente a la transmisión de la enfermedad.
La erradicación de la poliomielitis, que en la actualidad, sólo existe en 6 países del mundo.
La difusión de las políticas de planificación familiar.
La creación de zonas de protección aduanera en extremo oriente.
La revolución del teléfono móvil en Bangladesh
Una verdadera estrategia de reducción de la pobreza basada en los objetivos de desarrollo del milenio deberá contar con:
Diagnósticos diferenciales por país (el concepto ya mencionado de economía clínica),
La definición de un plan de inversiones necesarias,
Un plan económico para financiar los desfasajes entre la realidad y los objetivos del milenio,
un plan de donantes que apoyen financieramente el proyecto y,
un plan de gestión pública que implemente las estrategias definidas por país.
En lo referente a políticas globales para reducción de la pobreza, Sachs identifica una serie de asuntos que deben abordarse a escala mundial:
La crisis de la deuda
La política comercial global
La ciencia aplicada al desarrollo
La gestión medioambiental
Sachs argumenta una serie de razones, por la cual la ayuda contra la pobreza es claramente un esfuerzo modesto para las economías desarrolladas:
la cantidad de pobres extremos ha disminuido a una proporción relativamente pequeña de la población mundial.
Su propuesta apunta a acabar con la pobreza extrema, no con toda la pobreza, y menos aún a igualar las rentas mundiales, reduciendo las distancias entre ricos y pobres.
El esfuerzo a desarrollar por los países desarrollados es de menor cuantía si relacionamos el porcentaje asignado contra el total de su PBI.
El mundo rico hoy es extremadamente rico.
Se disponen de instrumentos más poderosos que nunca: la telefonía móvil para zonas rurales que acerca información a la gente; la mejora de los sistemas logísticos; los avances en el desarrollo de la economía mundial; nuevos enfoques en materia de control y prevención de enfermedades, como producto de los grandes avances de las prácticas médicas; etc.
Sachs hace mención del prestigioso economista peruano Hernando de Soto quien argumenta que gran parte de la desmotivación de los pobres y de su asociada pobreza es la falta de formalización de las economías. De Soto argumenta que la inexistencia de títulos de propiedad en las economías informales atenta en contra de los pobres. Si bien Sachs acepta la visión de De Soto, argumenta que la misma es un acercamiento parcial a las causas de los problemas.
Sachs, al igual que el ex presidente de los EEUU Bill Clinton, sostienen la fundada hipótesis de que los mayores niveles de calidad de vida disminuyen la tasa de crecimiento vegetativo de las poblaciones. En los países pobres, no tecnificados y de base rural, existe una tendencia a familias de proles numerosas, lo que se debe a que dada la necesidad de contar con hijos que garanticen la supervivencia -y en especial de sexo masculino- las familias tienden a buscar compensar la mayor mortalidad infantil, a través de esta mayor tasa de hijos por familia. Si estas expectativas de supervivencia de los niños al nacer aumentan, las familias -en contrapartida- disminuyen la cantidad de hijos.
Sachs arguye que los esfuerzos para la disminución de la pobreza no deben solamente estar barnizados de filantropía. Por el contrario, a lo largo de su libro, Sachs demuestra la íntima correlación entre el aumento de terrorismo y la pobreza. Asimismo, da por tierra con la fallida ilusión del pueblo norteamericano de poder mantener su país como una isla de estabilidad y prosperidad, en un mundo de pobreza y fracaso económico. Cita como ejemplos, la ascensión bolchevique al poder en 1917 como producto del fracaso económico de la Rusia Zarista o el ascenso de Hitler en medio de la gran depresión de 1930 y el tratado de Versalles.
Cita, también, un trabajo de la CIA de estados fallidos entre 1957 y 1994. Donde se exponen 113 casos de fracasos, en los que la CIA identifica patrones comunes:
Una mayor tasa de mortalidad infantil es una constante en los países fallidos.
Mientras mayor es la apertura económica de un país, menor chance de estar en el listado de casos fallidos.
A mayor intensidad democrática, menor presencia en el listado de casos fallidos.
10. Conclusión: El reto de nuestra generación.
Nuestra generación es heredera de 2 siglos de progreso económico y podemos fijarnos como objetivo un mundo sin pobreza extrema para el año 2025. Podemos desactivar la sombría hipótesis de Thomas Malthus (quien avizoraba un futuro de hambre en su hipótesis de 1750) en un mundo con una población 8 veces superior que en la época de aquél vaticinio.
Podemos fijarnos como metas:
Contribuir a fomentar sistemas políticos que promuevan el bienestar humano.
Contribuir a fomentar sistemas económicos que extiendan los beneficios de ciencia y tecnología a todas las regiones del planeta, para alimentar las perspectivas de la mejora de la condición humana
Contribuir a fomentar la cooperación internacional con el fin de garantizar una paz perpetua
Según Sachs, EEUU debería poner fin a sus fantasías de imperio y acción unilateral, sumándose al consenso de la comunidad mundial. Siguiendo la tendencia de la disminución relativa de la participación Norteamericana en el total de la economía mundial, EEUU no goza de un margen de beneficio económico suficiente como para sustentar ninguna tentativa real de ser un imperio global.
Para finalizar con su libro, Sachs nos invita a aceptar el desafío y hace mención de una serie de logros en lo concerniente a los derechos humanos:
El fin de la esclavitud
El fin del colonialismo, ensalzando la gigantesca figura de Gandhi
Los movimientos por los derechos civiles y contra el apartheid, mencionando los esfuerzos de M. Luther King y Nelson Mandela.
Como corolario Sachs propone una serie de pasos para el logro del objetivo de la erradicación de la pobreza extrema:
Un compromiso global para acabar con la pobreza extrema
La definición de un plan de acción
Dar participación en las decisiones a los países pobres
Moderar el unílateralismo de los EEUU
Rediseñar y recuperar las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, FMI, entre otros)
Reforzar las Naciones Unidas
Utilizar la ciencia global
Promover el desarrollo sostenible
Y formular un compromiso personal, haciendo mención a las palabras de Robert Kennedy, quien argumentaba que las grandes fuerzas sociales son la acumulación de acciones individuales.
"Es a partir de los innumerables y variables actos de coraje y fe como se conforma la historia de la humanidad. Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza. Esas ondas se cruzan con otras desde un millón de centros de energía diferentes y se aventuran a crear una corriente que puede derribar los muros más peligrosos de la opresión y la resistencia."
En su última frase, Sachs, nos pide "que el futuro diga de nuestra generación que envió poderosas corrientes de esperanza y que trabajamos juntos para sanar el mundo".
Enviada por
Marcelo Simón,
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