EL PAÍS
El socialdemócrata Borja, virtual presidente de Ecuador al alcanzar una ligera ventaja en la primera vuelta electoral
El candidato conservador León Febres será su único adversario el próximo mes de mayo
JUAN G. YUSTE ENVIADO ESPECIAL, - Quito - 31/01/1984
El socialdemócrata Borja, virtual presidente de Ecuador al alcanzar una ligera ventaja en la primera vuelta electoral
El candidato conservador León Febres será su único adversario el próximo mes de mayo
JUAN G. YUSTE ENVIADO ESPECIAL, - Quito - 31/01/1984
El candidato socialdemócrata, Rodrigo Borja, aparece como el virtual próximo presidente de la República de Ecuador después de los resultados electorales del domingo, que le colocan en una situación ventajosa de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que tendrán lugar en la primera semana de mayo.
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Borja, un abogado de 47 años que lidera el partido Izquierda Democrática, afiliado a la Internacional Socialista, superaba ligeramente ayer, en los resultados parciales extraoficiales de la votación, al candidato derechista León Febres, que será su único adversario en la segunda vuelta y a quien deberá enfrentarse durante los próximos 100 días de campaña electoral.De acuerdo con los últimos datos, Rodrigo Borja había obtenido el 28,6% de los sufragios, mientras que Febres, un empresario e ingeniero de 52 años que dirige la coalición derechista Frente de Reconstrucción Nacional, había conseguido un 27,4% de los votos emitidos.
Estos resultados fueron una sorpresa, ya que si bien nadie dudaba de que serían estos dos los candidatos que pasarían a la segunda vuelta electoral, se estimaba que Febres obtendría más votos que su oponente socialdemócrata. En cualquier caso, Borja contaba con más posibilidades de ampliar su electorado con militantes de otras formaciones políticas de izquierda, y esa ventaja se ve incrementada ahora, cuando gana ya en números absolutos al aspirante de la derecha, quien no cuenta con demasiados apoyos para la segunda vuelta. Durante las primeras horas del recuento electoral Febres sacaba alguna ventaja a Borja, pero ésta fue reduciéndose paulatinamente, hasta que los dos candidatos quedaron casi igualados; Borja obtuvo después una ligera diferencia a su favor, que se mantenía ayer, cuando faltaba por escrutar un 10% de los votos.
Unidad y esfuerzo
Al conocerse estos datos, ya muy entrada la madrugada del lunes, partidarios del político socialdemócrata salieron a las calles de Quito a bordo de sus automóviles, haciendo sonar las bocinas y coreando su eslogan electoral: "Rodrigo, el pueblo está contigo".
En sus primeras declaraciones, Borja pidió unidad y esfuerzo colectivo para superar la crisis económica que sufre Ecuador, y anunció que piensa pedir a los acreedores del país una renegociación de la deuda externa, que supera los 6.000 millones de dólares. Rodrigo Borja dijo también que espera conseguir, que sólo una parte de las divisas del país se dedique a pagar la deuda y el resto sirva para financiar el desarrollo económico de Ecuador. El candidato socialdemócrata se define a sí mismo como "optimista por excelencia".
Los otros siete aspirantes a la presidencia quedaron muy por detrás en la votación y no participarán en la segunda vuelta, a la que sólo pasan los dos candidatos más votados. La recta final se convierte así en un duelo entre dos concepciones políticas y económicas radicalmente distintas. La campaña se anuncia tensa y dura, por lo que algunos medios de comunicación pedían ayer serenidad para evitar el tono agresivo e insultante que caracterizó a la anterior campaña. Dado que Febres es natural de Guayaquil la principal ciudad de Ecuador, y Borja es de Quito, la capital, el factor regionalista puede tener una gran importancia.
Impopular austeridad
Como se esperaba, el partido Democracia Popular, en el poder, sufrió una estruendosa derrota electoral, que le sitúa prácticamente en niveles extraparlamentarios. El candidato presidencial, Julio César Trujillo obtuvo solamente un 4% de los sufragios. Las impopulares medidas de austeridad económica ¡ni plantadas el año pasado, según las directrices del Fondo Monetario Internacional, por el Gobiemo del actual presidente, Oswaldo Hurtado, han tenido como consecuencia este rechazo de su partido político en las urnas.
La desorganización fue la característica esencial de los comicios del domingo. Millares de ciudadanos deambulaban, en un auténtico vía crucis, de una mesa electoral a otra, sin conseguir encontrar sus nombres en los padrones, mientras que en algunos colegios electorales no había papeletas suficientes para todos los votantes. "Estamos pagando la novatada", decía un periodista quiteño, refiriéndose a la escasa práctica democrática del país andino.
Votaciones anuladas
Las elecciones fueron anuladas en varias ciudades, especialmente en la provincia de Los Ríos, donde se produjeron graves incidentes de orden público. Miles de personas recorrieron las calles de Quevedo, al suroeste de Quito, gritando "fraude", al descubrirse que faltaban papeletas de voto para las elecciones de consejeros y concejales locales. En Quevedo, Babahoyos y Esmeraldas se produjeron choques con la fuerza pública y los manifestantes incendiaron algunos automóviles, así como urnas y mobiliario de los colegios electorales. Veintiocho personas fueron detenidas y un número indeterminado resultaron heridas en los disturbios.
Pero, pese a estos incidentes, la votación transcurrió con relativa normalidad, por lo que la mayoría de los políticos ecuatorianos calificaban ayer el acto electoral del domingo como "un triunfo de la democracia".
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Borja, un abogado de 47 años que lidera el partido Izquierda Democrática, afiliado a la Internacional Socialista, superaba ligeramente ayer, en los resultados parciales extraoficiales de la votación, al candidato derechista León Febres, que será su único adversario en la segunda vuelta y a quien deberá enfrentarse durante los próximos 100 días de campaña electoral.De acuerdo con los últimos datos, Rodrigo Borja había obtenido el 28,6% de los sufragios, mientras que Febres, un empresario e ingeniero de 52 años que dirige la coalición derechista Frente de Reconstrucción Nacional, había conseguido un 27,4% de los votos emitidos.
Estos resultados fueron una sorpresa, ya que si bien nadie dudaba de que serían estos dos los candidatos que pasarían a la segunda vuelta electoral, se estimaba que Febres obtendría más votos que su oponente socialdemócrata. En cualquier caso, Borja contaba con más posibilidades de ampliar su electorado con militantes de otras formaciones políticas de izquierda, y esa ventaja se ve incrementada ahora, cuando gana ya en números absolutos al aspirante de la derecha, quien no cuenta con demasiados apoyos para la segunda vuelta. Durante las primeras horas del recuento electoral Febres sacaba alguna ventaja a Borja, pero ésta fue reduciéndose paulatinamente, hasta que los dos candidatos quedaron casi igualados; Borja obtuvo después una ligera diferencia a su favor, que se mantenía ayer, cuando faltaba por escrutar un 10% de los votos.
Unidad y esfuerzo
Al conocerse estos datos, ya muy entrada la madrugada del lunes, partidarios del político socialdemócrata salieron a las calles de Quito a bordo de sus automóviles, haciendo sonar las bocinas y coreando su eslogan electoral: "Rodrigo, el pueblo está contigo".
En sus primeras declaraciones, Borja pidió unidad y esfuerzo colectivo para superar la crisis económica que sufre Ecuador, y anunció que piensa pedir a los acreedores del país una renegociación de la deuda externa, que supera los 6.000 millones de dólares. Rodrigo Borja dijo también que espera conseguir, que sólo una parte de las divisas del país se dedique a pagar la deuda y el resto sirva para financiar el desarrollo económico de Ecuador. El candidato socialdemócrata se define a sí mismo como "optimista por excelencia".
Los otros siete aspirantes a la presidencia quedaron muy por detrás en la votación y no participarán en la segunda vuelta, a la que sólo pasan los dos candidatos más votados. La recta final se convierte así en un duelo entre dos concepciones políticas y económicas radicalmente distintas. La campaña se anuncia tensa y dura, por lo que algunos medios de comunicación pedían ayer serenidad para evitar el tono agresivo e insultante que caracterizó a la anterior campaña. Dado que Febres es natural de Guayaquil la principal ciudad de Ecuador, y Borja es de Quito, la capital, el factor regionalista puede tener una gran importancia.
Impopular austeridad
Como se esperaba, el partido Democracia Popular, en el poder, sufrió una estruendosa derrota electoral, que le sitúa prácticamente en niveles extraparlamentarios. El candidato presidencial, Julio César Trujillo obtuvo solamente un 4% de los sufragios. Las impopulares medidas de austeridad económica ¡ni plantadas el año pasado, según las directrices del Fondo Monetario Internacional, por el Gobiemo del actual presidente, Oswaldo Hurtado, han tenido como consecuencia este rechazo de su partido político en las urnas.
La desorganización fue la característica esencial de los comicios del domingo. Millares de ciudadanos deambulaban, en un auténtico vía crucis, de una mesa electoral a otra, sin conseguir encontrar sus nombres en los padrones, mientras que en algunos colegios electorales no había papeletas suficientes para todos los votantes. "Estamos pagando la novatada", decía un periodista quiteño, refiriéndose a la escasa práctica democrática del país andino.
Votaciones anuladas
Las elecciones fueron anuladas en varias ciudades, especialmente en la provincia de Los Ríos, donde se produjeron graves incidentes de orden público. Miles de personas recorrieron las calles de Quevedo, al suroeste de Quito, gritando "fraude", al descubrirse que faltaban papeletas de voto para las elecciones de consejeros y concejales locales. En Quevedo, Babahoyos y Esmeraldas se produjeron choques con la fuerza pública y los manifestantes incendiaron algunos automóviles, así como urnas y mobiliario de los colegios electorales. Veintiocho personas fueron detenidas y un número indeterminado resultaron heridas en los disturbios.
Pero, pese a estos incidentes, la votación transcurrió con relativa normalidad, por lo que la mayoría de los políticos ecuatorianos calificaban ayer el acto electoral del domingo como "un triunfo de la democracia".
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