Austria elige presidente al socialdemócrata Heinz Fischer
JULIETA RUDICH - Viena - 26/04/2004
Heinz Fischer fue elegido ayer presidente de la República de Austria con un 52,4 % de votos. Su contrincante, la ministra de Exteriores, Benita Ferrero Waldner, del conservador Partido Popular (ÖVP), obtuvo el 47,6%. Es la primera vez en 18 años que un candidato del Partido Socialdemócrata (SPÖ) alcanza la jefatura del Estado.
Acudieron a las urnas el 70,8% de los seis millones de austriacos con derecho a voto. La competición fue reñida y mantuvo en un suspense inusual la elección de presidente, que en Austria es una figura representativa con funciones políticas limitadas, pero que puede resultar determinante en momentos de crisis, dado que es el encargado de sellar la elección del Gobierno y está autorizado a disolver el Parlamento.
El jurista Fischer, de 65 años, fue siempre considerado la eminencia gris del Partido Socialdemócrata, en el que milita desde sus años escolares. Llegó a diputado con el canciller Bruno Kreisky en 1971; fue ministro de Investigación y Ciencias en los años ochenta y presidió de 1990 a 2002 el Parlamento, donde pasó a vicepresidente cuando su partido perdió la mayoría frente a la alianza entre los conservadores y el Partido Liberal (FPÖ) del ultraderechista Jörg Haider.
Mientras que la ministra de Exteriores contaba con el apoyo explícito de Haider, los Verdes no ocultaron su simpatía por Fischer. Los socialdemócratas comentan que el resultado de estos comicios confirma una tendencia, que viene forjándose desde las elecciones regionales, en contra de los partidos de Gobierno y sus recortes sociales.
Fischer, que asumirá el cargo en julio, como sucesor de Thomas Klestil, declaró que de todos modos se propone ser "presidente de todos los austriacos". Las primeras encuestas señalan que tuvo impacto entre los electores la sólida postura de Fischer a favor de mantener el estatus de neutralidad de Austria, que excluye al país de toda alianza militar. Pero contó el factor genérico. Ferrero-Waldner,de 55 años, casada con el director del Instituto Cervantes de Viena, Francisco Ferrero Campos, estuvo cerca de llegar a ser la primera presidenta de Austria. Al darse a conocer los resultados, ella confirmó que seguirá como ministra.
Acudieron a las urnas el 70,8% de los seis millones de austriacos con derecho a voto. La competición fue reñida y mantuvo en un suspense inusual la elección de presidente, que en Austria es una figura representativa con funciones políticas limitadas, pero que puede resultar determinante en momentos de crisis, dado que es el encargado de sellar la elección del Gobierno y está autorizado a disolver el Parlamento.
El jurista Fischer, de 65 años, fue siempre considerado la eminencia gris del Partido Socialdemócrata, en el que milita desde sus años escolares. Llegó a diputado con el canciller Bruno Kreisky en 1971; fue ministro de Investigación y Ciencias en los años ochenta y presidió de 1990 a 2002 el Parlamento, donde pasó a vicepresidente cuando su partido perdió la mayoría frente a la alianza entre los conservadores y el Partido Liberal (FPÖ) del ultraderechista Jörg Haider.
Mientras que la ministra de Exteriores contaba con el apoyo explícito de Haider, los Verdes no ocultaron su simpatía por Fischer. Los socialdemócratas comentan que el resultado de estos comicios confirma una tendencia, que viene forjándose desde las elecciones regionales, en contra de los partidos de Gobierno y sus recortes sociales.
Fischer, que asumirá el cargo en julio, como sucesor de Thomas Klestil, declaró que de todos modos se propone ser "presidente de todos los austriacos". Las primeras encuestas señalan que tuvo impacto entre los electores la sólida postura de Fischer a favor de mantener el estatus de neutralidad de Austria, que excluye al país de toda alianza militar. Pero contó el factor genérico. Ferrero-Waldner,de 55 años, casada con el director del Instituto Cervantes de Viena, Francisco Ferrero Campos, estuvo cerca de llegar a ser la primera presidenta de Austria. Al darse a conocer los resultados, ella confirmó que seguirá como ministra.
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