viernes, 9 de abril de 2010

Conferencia Laborista de Blackpool - 1976

EL PAÍS
El Gobierno de Londres refrenda su apoyo al PSOE
Finaliza la estancia de Felipe González en Gran Bretaña
JUAN CRUZ, - Blackpool - 01/10/1976
El único orador de la conferencia laborista de este año que ha recibido una ovación unánime de la audiencia ha sido el primer secretario del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, que habló el pasado miércoles como invitado extranjero a la asamblea que se celebra en Blackpool. La acogida que tuvo el señor González en la conferencia ha contrastado con el silencio de la prensa británica, más preocupada estos días por la crisis de la esterlina. Sin embargo, a niveles políticos, el líder socialista ha conseguido apoyos importantes por parte de sus colegas de Gran Bretaña, tanto en las esferas gubernamentales como en las sindicales. Aparte de recibir garantías de Callaghan y de Crosland de que mientras la oposición española no considere lo contrario, Londres siempre vetará las intenciones oficiales de acercarse a Europa, Felipe González se aseguró la presencia en el congreso de su partido de un destacado miembro del gabinete y del movimiento laborista: Michael Foot.
Para corroborar lo que Callaghan y Crosland le habían dicho en provado al señor González, Michael Foot, líder de los Comunes y cabeza visible de la izquierda del gabinete Callaghan, dijo ante una audiencia hispano-británica en Blackpool que Londres no apoyará ninguna petición oficial española de integrarse en la CEE «hasta que nuestros camaradas no estén satisfechos de las condiciones democráticas que se les ofrecen en el Estado español».Los camaradas son, fundamentalmente, los miembros del Partido Socialista Obrero Español, al que los laboristas y los sindicalistas británicos han refrendado ahora su apoyo, a raíz de la estancia en Gran Bretaña de Felipe González, el primer secretario del PSOE.
En la misma reunión, organizada por el Comité de Defensa de los Demócratas Españoles, Jack Jones, un líder tradeunionista que luchó en la guerra civil, explicó que «ahora más que nunca los socialistas británicos tenemos que prestar ayuda material a nuestros hermanos del PSOE y de la UGT».
Esa ayuda, concretó Michael Foot, llevará al PSOE a reafirmar su lucha contra lo que todavía existe de la dictadura. El líder de los Comunes, que fue un oponente feroz de la entrada de Gran Bretaña en la Comunidad Económica Europea, cree que al final de esa ruta hacia la democracia, la presencia tanto de España como de Grecia y Portugal en la CEE le podría dar a ésta una imagen mejor que la que tiene.
En privado, ante Felipe González, Callaghan, el primer ministro británico, y Crosland, el secretario de Exteriores, han afirmado la misma postura. Gran Bretaña, le han dicho, no se hace ilusiones con respecto a las reformas que está proponiendo el Gobierno. Antes, el líder socialista español había dicho ante la asamblea del Partido Laborista que se observaba en sectores democráticos europeos cierto optimismo con relación a la actual situación española. El Gobierno británico le ha hecho saber al señor González que ese no es el caso con respecto a Gran Bretaña, y para expresar su apoyo a la vía que propone la oposición, el Partido Laborista envía a Foot al Congreso del PSOE a celebrar en noviembre.
Michael Foot asistirá al congreso del PSOE
Foot estaría en España un solo día. Todavía no se ha confeccionado el programa de su estancia. A él no le importa que el Gobierno español se oponga a la celebración del congreso. En una conversación con periodistas españoles, el hombre más importante del gabinete de Callaghan, después del primer ministro, nos dijo que él había sido invitado por el PSOE y que sería únicamente el PSOE el que podría anular su viaje.Para Foot, como para Jack Jones, el viaje a España tiene además de un significado político una entidad sentimental. Desde que el líder de los Comunes ocupa puestos oficiales, todo el dinero que ha ganado con su trabajo intelectual, que ha llegado a ser intenso, ha ido a parar al Comité de Defensa de los Demócratas Españoles, una organización laborista establecida después de la guerra civil.
«Ahora, dijo en su intervención de anteayer en Blackpool, nosotros sabemos que el mejor modo de ayudar a los demócratas españoles es yendo a España y prestándoles allí mismo nuestro apoyo personal. »
Tanto Foot como Jack Jones hablaron desde la misma plataforma, desde la que Felipe González había reflexionado sobre el papel que los europeos pueden jugar para aclararle a España el camino de la democracia. Para ilustrar las dificultades que la Administración sigue poniendo para que la oposición se exprese libremente, González les recordó a los británicos que aún están vigentes las leyes represivas que hace un año condujeron a la ejecución de cinco jóvenes.

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