ALEMANIA
El último héroe del SPD
COLPISA. Berlín 21/12/2008 a las 16:44
La historia política de Alemania señala con precisión que Helmut Schmidt fue canciller del país durante casi ocho años (1974-1982), y añade que el político socialdemócrata, que el próximo martes cumple 90 años, no participó en los grandes acontecimientos que ha vivido esa nación desde que emergió de las ruinas de la segunda guerra mundial. Konrad Adenauer tuvo éxito en rehacer las relaciones con el resto del mundo, Willy Brandt recibió el Premio Nobel de la Paz por su política de apertura hacia el Este, y Helmut Kohl ocupa ya un lugar histórico de honor, como el canciller de la unificación. Pero cuando los alemanes tienen ocasión de expresar sus sentimientos sobre la vida y milagros de los hombres que han gobernando al país en los últimos 60 años, todos coinciden en señalar que Schmidt ha sido el mejor de todos y recuerdan que, como político, el ex canciller fue siempre consecuente con sus principios y supo mostrar liderazgo, constancia y firmeza. 25 años después de haber abandonado la cancillería sigue ganando elecciones. En el año 2002 fue elegido como el hombre más sabio de Alemania, cinco años más tarde, los alemanes lo coronaron como el mejor canciller, y a comienzos de este año, el veterano ex político se convirtió en el hombre más «cool» de la República, por encima de artistas famosos como Til Schweiger. Pero ahora, cuando Schmidt está a punto de cumplir los 90 años, una verdadera hazaña si se toma en cuenta que enciende un cigarrillo mentolado cada cinco minutos -y entre uno y otro inhala una pizca de tabaco-, toda Alemania ha querido rendirle un merecido homenaje. No hace mucho, Angela Merkel dijo, durante un discurso que pronunció en un acto de homenaje a Schmidt, que el ex político socialdemócrata tenia la rara virtud de transmitir confianza a la gente. «¿Qué más se puede decir sobre un político?», añadió la canciller. El público premió su frase con una ovación.
«Poder de liderazgo» Es cierto. Angela Merkel acertó al descubrir el origen de la increíble popularidad de la que goza actualmente el nonagenario ex mandatario, pero su acertada observación también dejó al desnudo un lado oscuro: los líderes de hoy no gozan de la confianza de la población. ¿Es esta la razón por la cual, toda Alemania se inclina ahora ante Helmut Schmidt? Su nuevo cumpleaños se ha transformado en un acontecimiento mediático nacional. La televisión pública y privada tiene reservadas horas de transmisión para contar al país sus pecados y virtudes, los periódicos y revistas no se cansan de publicar largos artículos para resaltar las bondades que han convertido a Schmidt en el ultimo estadista alemán, un verdadero icono. 'der Spiegel' y 'Stern' le dedicaron el honor de sus respectivas portadas, y el periódico semanal 'die Zeit', donde sigue ocupando el cargo de editor, publicó dos suplementos especiales. «Ningún otro alemán es tan popular como él. Representa el poder de liderazgo, constancia y un Estado fuerte. En tiempos de crisis esto gusta, pero en su popularidad también se esconde una crítica a los políticos actuales», señaló 'der Spiegel', mientras el semanario 'Stern' añadió que «se ha convertido en un culto, mucho más allá de las fronteras de su partido. La gente sentía cariño por Willy Brandt, el visionario. A Schmidt la gente lo respeta». El país conoció su verdadero rostro en 1977, cuando la Fracción del Ejército Rojo (RAF), le declaró la guerra al estado alemán. En medio de la crisis, el canciller tomó una decisión que le costó la vida a Hanns Martin Schleyer, el presidente de la patronal alemán que había sido secuestrado por el grupo terrorista: No cedió al chantaje de los terroristas que habían secuestrado en Palma de Mallorca un avión de Lufthansa, el cual fue desviado a Mogadiscio, donde ordenó una acción comando que liberó a los rehenes. Esa misma noche, los cabecillas de la RAF Andreas Baader, Gudrun Ennslin y Jan-Carl Raspe se suicidaron en sus celdas de la cárcel de Stanheimm.
Fuera de servicioLa terrible decisión de Schmidt de sacrificar a Hans Martin Schleyer para impedir que el estado germano se transformara en un rehén del terrorismo, hizo que la nación olvidara el mote que la prensa le había regalado -'Schmidt Schnauze' (Schmidt, el bocazas), a causa de su debilidad para darle lecciones a media humanidad-, y le regalaron un nuevo y respetuoso apodo: 'der Macher' (El hacedor). Pero su gran popularidad nació cuando abandonó la política activa en 1986, y descubrió la magia del periodismo desde las paginas del periódico semanal 'die Zeit', del cual sigue siendo editor. Muchos militantes melancólicos del SPD, lo consideran el último héroe del partido, un hombre capaz de despertar respeto, cariño, admiración y confianza en todo el país. ¿Acaso no fue el primero en llamar la atención, a comienzos de 2007, sobre el peligro de los bancos de inversión? En el año de su cumpleaños, Schmidt se regaló un nuevo libro, «Ausser Dienst» (Fuera de servicio), donde el legendario ex canciller hace un balance de su vida, y se atreve a darle consejos a los políticos de hoy y de mañana. El libro ocupa desde hace semanas el primer lugar en todas las listas de superventas.
El último héroe del SPD
COLPISA. Berlín 21/12/2008 a las 16:44
La historia política de Alemania señala con precisión que Helmut Schmidt fue canciller del país durante casi ocho años (1974-1982), y añade que el político socialdemócrata, que el próximo martes cumple 90 años, no participó en los grandes acontecimientos que ha vivido esa nación desde que emergió de las ruinas de la segunda guerra mundial. Konrad Adenauer tuvo éxito en rehacer las relaciones con el resto del mundo, Willy Brandt recibió el Premio Nobel de la Paz por su política de apertura hacia el Este, y Helmut Kohl ocupa ya un lugar histórico de honor, como el canciller de la unificación. Pero cuando los alemanes tienen ocasión de expresar sus sentimientos sobre la vida y milagros de los hombres que han gobernando al país en los últimos 60 años, todos coinciden en señalar que Schmidt ha sido el mejor de todos y recuerdan que, como político, el ex canciller fue siempre consecuente con sus principios y supo mostrar liderazgo, constancia y firmeza. 25 años después de haber abandonado la cancillería sigue ganando elecciones. En el año 2002 fue elegido como el hombre más sabio de Alemania, cinco años más tarde, los alemanes lo coronaron como el mejor canciller, y a comienzos de este año, el veterano ex político se convirtió en el hombre más «cool» de la República, por encima de artistas famosos como Til Schweiger. Pero ahora, cuando Schmidt está a punto de cumplir los 90 años, una verdadera hazaña si se toma en cuenta que enciende un cigarrillo mentolado cada cinco minutos -y entre uno y otro inhala una pizca de tabaco-, toda Alemania ha querido rendirle un merecido homenaje. No hace mucho, Angela Merkel dijo, durante un discurso que pronunció en un acto de homenaje a Schmidt, que el ex político socialdemócrata tenia la rara virtud de transmitir confianza a la gente. «¿Qué más se puede decir sobre un político?», añadió la canciller. El público premió su frase con una ovación.
«Poder de liderazgo» Es cierto. Angela Merkel acertó al descubrir el origen de la increíble popularidad de la que goza actualmente el nonagenario ex mandatario, pero su acertada observación también dejó al desnudo un lado oscuro: los líderes de hoy no gozan de la confianza de la población. ¿Es esta la razón por la cual, toda Alemania se inclina ahora ante Helmut Schmidt? Su nuevo cumpleaños se ha transformado en un acontecimiento mediático nacional. La televisión pública y privada tiene reservadas horas de transmisión para contar al país sus pecados y virtudes, los periódicos y revistas no se cansan de publicar largos artículos para resaltar las bondades que han convertido a Schmidt en el ultimo estadista alemán, un verdadero icono. 'der Spiegel' y 'Stern' le dedicaron el honor de sus respectivas portadas, y el periódico semanal 'die Zeit', donde sigue ocupando el cargo de editor, publicó dos suplementos especiales. «Ningún otro alemán es tan popular como él. Representa el poder de liderazgo, constancia y un Estado fuerte. En tiempos de crisis esto gusta, pero en su popularidad también se esconde una crítica a los políticos actuales», señaló 'der Spiegel', mientras el semanario 'Stern' añadió que «se ha convertido en un culto, mucho más allá de las fronteras de su partido. La gente sentía cariño por Willy Brandt, el visionario. A Schmidt la gente lo respeta». El país conoció su verdadero rostro en 1977, cuando la Fracción del Ejército Rojo (RAF), le declaró la guerra al estado alemán. En medio de la crisis, el canciller tomó una decisión que le costó la vida a Hanns Martin Schleyer, el presidente de la patronal alemán que había sido secuestrado por el grupo terrorista: No cedió al chantaje de los terroristas que habían secuestrado en Palma de Mallorca un avión de Lufthansa, el cual fue desviado a Mogadiscio, donde ordenó una acción comando que liberó a los rehenes. Esa misma noche, los cabecillas de la RAF Andreas Baader, Gudrun Ennslin y Jan-Carl Raspe se suicidaron en sus celdas de la cárcel de Stanheimm.
Fuera de servicioLa terrible decisión de Schmidt de sacrificar a Hans Martin Schleyer para impedir que el estado germano se transformara en un rehén del terrorismo, hizo que la nación olvidara el mote que la prensa le había regalado -'Schmidt Schnauze' (Schmidt, el bocazas), a causa de su debilidad para darle lecciones a media humanidad-, y le regalaron un nuevo y respetuoso apodo: 'der Macher' (El hacedor). Pero su gran popularidad nació cuando abandonó la política activa en 1986, y descubrió la magia del periodismo desde las paginas del periódico semanal 'die Zeit', del cual sigue siendo editor. Muchos militantes melancólicos del SPD, lo consideran el último héroe del partido, un hombre capaz de despertar respeto, cariño, admiración y confianza en todo el país. ¿Acaso no fue el primero en llamar la atención, a comienzos de 2007, sobre el peligro de los bancos de inversión? En el año de su cumpleaños, Schmidt se regaló un nuevo libro, «Ausser Dienst» (Fuera de servicio), donde el legendario ex canciller hace un balance de su vida, y se atreve a darle consejos a los políticos de hoy y de mañana. El libro ocupa desde hace semanas el primer lugar en todas las listas de superventas.
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