Aubry está en mejores condiciones que su rival interna Royal, que seguramente le disputará nuevamente el liderazgo en las próximas primarias de las Presidenciales. (...) La sociedad francesa y los militantes del PSF la perciben como una dirigente más a la izquierda que Royal y más decidida a llevar a cabo transformaciones y cambios culturales y políticos.
NUEVATRIBUNA.ES - 29.3.2010 El 26 de Noviembre de 2008 Martine Aubry fue designada líder del Partido Socialista Francés. La elección no fue fácil. El PSF realizó un reñido proceso de primarias, plagado de incidencias e impugnaciones. Aubry ganó a Segoléne Royal por tan sólo 102 votos en un segundo recuento. 67.451 militantes votaron a favor a Aubry frente a 67.249 que se decantaron por Royal.Prácticamente un empate16 meses más tarde el PSF, ha tenido un gran éxito en las elecciones regionales francesas y ha sido capaz de articular una amplia mayoría, junto con los ecologistas y el Frente de Izquierda, donde se integra el otrora poderoso Partido Comunista Francés.El resultado es conocidoLa “Unión de Izquierdas” que Aubry denomina “La izquierda solidaria” liderada por ella y por dos mujeres más Marie George Buffet del PCF y Cecile Duflot de los Verdes, alcanza un contundente 54%.La “Mayoría Presidencial” de Sarkozy llega al 36% y el Frente Nacional de Jean Marie Lepen obtiene el 10%.Sin embargo los datos son mucho más explícitos si aplicamos el microscopio y analizamos los candidatos elegidos y el resultado en algunas regiones.En efecto, frente a los 1.071 electos de la Unión de Izquierdas, la Mayoría Presidencial tiene 515 y tan sólo 118 el Frente Nacional. En algunas zonas el descalabro de la derecha es total. En Rhône-Alpes sólo alcanza 40 representantes frente a 100 de la izquierda, en Provence 30 frente a 72, en Loire 30 sobre 63, en Pas de Calais 22 frente a 73 !!, en Midi-Pyrénées 22 frente a 69, en Languedoc 13 frente a 44, en Île de France 67 frente a 142, en Aquitaine 17 frente a 58.Tan sólo en Alsace la Mayoría Presidencial se hace con el triunfo y obtiene 28 electos frente a 14.Todos los comentaristas políticos han sacado la misma conclusión. Este resultado no es premonitorio de lo que ocurrirá en las siguientes elecciones presidenciales, argumentando que ya sucedió lo mismo en procesos anteriores, que ha habido un 16% más de abstención y que la derecha tiene tiempo por delante para reaccionar.En primer lugar hay que valorar las elecciones regionales en si mismas y no se deben despreciar los ámbitos de poder político más cercanos a los ciudadanos. Las elecciones locales y regionales, incluso en países muy centralistas como Francia, influyen cada vez más en la vida cotidiana de las personas y tienen relevancia en sí mismas, sin necesidad de recordar siempre que son más importantes las generales o presidenciales.Desde un punto de vista de análisis electoral estas elecciones regionales deben compararse con las últimas celebradas en el mismo ámbito hace 6 años, para poder descifrar tendencias y los cambios producidos en el electorado. Los hechos son relevantes e indiscutibles. La derecha tiene los peores resultados de su historia durante la V República, y así lo han reconocido, el avance de la Izquierda Solidaria es del orden de 5 puntos y el Frente Nacional, frente a la imagen que se ha querido dar en algunos medios de que ha avanzado, ha descendido 3,48 puntos.Sea por aciertos propios o por errores ajenos, el hecho que admite pocas dudas es que las cosas se ponen difíciles para Sarkozy. Con excesivas prisas ha provocado una remodelación de gobierno, anulado el impuesto sobre el carbono y en la actualidad se enfrenta a duras movilizaciones sindicales contra sus propuestas de recorte de pensiones y ampliación de edad de jubilación. El electorado de más 65 años, mayoritariamente de voto conservador, ha tenido altos niveles de abstención.Su feroz enemigo, Villepin, con quien mantiene un prolongado enfrentamiento en el terreno político y en el judicial, rápidamente ha presentado una nueva opción política que divide aún más a la derecha.Aubry, tiene por delante importantes retos para consolidar estos resultados. En primer lugar debe ser capaz con sus propuestas políticas de remover la altísima abstención, más profunda en los distritos más abandonados y populares. En San Denis, en la periferia de Paris y antigüo feudo comunista tan sólo votó el 36,8 %. En Clichy-sous-bois, centro de la revuelta de los barrios en el año 2005, no fueron a las urnas más del 28,5%.Aubry está en mejores condiciones que su rival interna Royal, que seguramente le disputará nuevamente el liderazgo en las próximas primarias de las Presidenciales, para profundizar en el pacto con el resto de la izquierda francesa y articular un programa más acorde con las necesidades de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. La estrategia de Royal de pactar con el Centro se ha debilitado con la debacle de MoDem, la formación centrista liderada por François Bayrou.No hay que olvidar que el principal logro político de Aubry ha sido reducir la jornada laboral de los trabajadores franceses de 39 a 35 horas por ley.La sociedad francesa y los militantes del PSF la perciben como una dirigente más a la izquierda que Royal y más decidida a llevar a cabo transformaciones y cambios culturales y políticos.Aubry es alcaldesa de una gran ciudad, Lille, con más de un millón de habitantes, donde gobierna en alianza con los verdes y MoDem.En el terreno internacional es una experta y convencida europeista. Su campaña a favor de la aprobación de la Constitución Europea, tan cuestionada en Francia, fue nítido y constante.El hecho de haber ganado un duro y controvertido proceso de primarias en el PSF para ser elegida Secretaria General, supuso para Aubry un salto cualitativo que aumentó de forma relevante su prestigio y popularidad entre los franceses, le permitió consolidar los apoyos internos necesarios y poder llevar a cabo las ideas expresadas en el documento con el que se presentó al Comité Nacional del PSF el 23 de septiembre de 2008, cuyo título es significativo de su contenido. “Changer à gauche, pour changer la France”Cambiar a la izquierda para cambiar Francia.Juan José Azcona Olóndriz - Economista
NUEVATRIBUNA.ES - 29.3.2010 El 26 de Noviembre de 2008 Martine Aubry fue designada líder del Partido Socialista Francés. La elección no fue fácil. El PSF realizó un reñido proceso de primarias, plagado de incidencias e impugnaciones. Aubry ganó a Segoléne Royal por tan sólo 102 votos en un segundo recuento. 67.451 militantes votaron a favor a Aubry frente a 67.249 que se decantaron por Royal.Prácticamente un empate16 meses más tarde el PSF, ha tenido un gran éxito en las elecciones regionales francesas y ha sido capaz de articular una amplia mayoría, junto con los ecologistas y el Frente de Izquierda, donde se integra el otrora poderoso Partido Comunista Francés.El resultado es conocidoLa “Unión de Izquierdas” que Aubry denomina “La izquierda solidaria” liderada por ella y por dos mujeres más Marie George Buffet del PCF y Cecile Duflot de los Verdes, alcanza un contundente 54%.La “Mayoría Presidencial” de Sarkozy llega al 36% y el Frente Nacional de Jean Marie Lepen obtiene el 10%.Sin embargo los datos son mucho más explícitos si aplicamos el microscopio y analizamos los candidatos elegidos y el resultado en algunas regiones.En efecto, frente a los 1.071 electos de la Unión de Izquierdas, la Mayoría Presidencial tiene 515 y tan sólo 118 el Frente Nacional. En algunas zonas el descalabro de la derecha es total. En Rhône-Alpes sólo alcanza 40 representantes frente a 100 de la izquierda, en Provence 30 frente a 72, en Loire 30 sobre 63, en Pas de Calais 22 frente a 73 !!, en Midi-Pyrénées 22 frente a 69, en Languedoc 13 frente a 44, en Île de France 67 frente a 142, en Aquitaine 17 frente a 58.Tan sólo en Alsace la Mayoría Presidencial se hace con el triunfo y obtiene 28 electos frente a 14.Todos los comentaristas políticos han sacado la misma conclusión. Este resultado no es premonitorio de lo que ocurrirá en las siguientes elecciones presidenciales, argumentando que ya sucedió lo mismo en procesos anteriores, que ha habido un 16% más de abstención y que la derecha tiene tiempo por delante para reaccionar.En primer lugar hay que valorar las elecciones regionales en si mismas y no se deben despreciar los ámbitos de poder político más cercanos a los ciudadanos. Las elecciones locales y regionales, incluso en países muy centralistas como Francia, influyen cada vez más en la vida cotidiana de las personas y tienen relevancia en sí mismas, sin necesidad de recordar siempre que son más importantes las generales o presidenciales.Desde un punto de vista de análisis electoral estas elecciones regionales deben compararse con las últimas celebradas en el mismo ámbito hace 6 años, para poder descifrar tendencias y los cambios producidos en el electorado. Los hechos son relevantes e indiscutibles. La derecha tiene los peores resultados de su historia durante la V República, y así lo han reconocido, el avance de la Izquierda Solidaria es del orden de 5 puntos y el Frente Nacional, frente a la imagen que se ha querido dar en algunos medios de que ha avanzado, ha descendido 3,48 puntos.Sea por aciertos propios o por errores ajenos, el hecho que admite pocas dudas es que las cosas se ponen difíciles para Sarkozy. Con excesivas prisas ha provocado una remodelación de gobierno, anulado el impuesto sobre el carbono y en la actualidad se enfrenta a duras movilizaciones sindicales contra sus propuestas de recorte de pensiones y ampliación de edad de jubilación. El electorado de más 65 años, mayoritariamente de voto conservador, ha tenido altos niveles de abstención.Su feroz enemigo, Villepin, con quien mantiene un prolongado enfrentamiento en el terreno político y en el judicial, rápidamente ha presentado una nueva opción política que divide aún más a la derecha.Aubry, tiene por delante importantes retos para consolidar estos resultados. En primer lugar debe ser capaz con sus propuestas políticas de remover la altísima abstención, más profunda en los distritos más abandonados y populares. En San Denis, en la periferia de Paris y antigüo feudo comunista tan sólo votó el 36,8 %. En Clichy-sous-bois, centro de la revuelta de los barrios en el año 2005, no fueron a las urnas más del 28,5%.Aubry está en mejores condiciones que su rival interna Royal, que seguramente le disputará nuevamente el liderazgo en las próximas primarias de las Presidenciales, para profundizar en el pacto con el resto de la izquierda francesa y articular un programa más acorde con las necesidades de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. La estrategia de Royal de pactar con el Centro se ha debilitado con la debacle de MoDem, la formación centrista liderada por François Bayrou.No hay que olvidar que el principal logro político de Aubry ha sido reducir la jornada laboral de los trabajadores franceses de 39 a 35 horas por ley.La sociedad francesa y los militantes del PSF la perciben como una dirigente más a la izquierda que Royal y más decidida a llevar a cabo transformaciones y cambios culturales y políticos.Aubry es alcaldesa de una gran ciudad, Lille, con más de un millón de habitantes, donde gobierna en alianza con los verdes y MoDem.En el terreno internacional es una experta y convencida europeista. Su campaña a favor de la aprobación de la Constitución Europea, tan cuestionada en Francia, fue nítido y constante.El hecho de haber ganado un duro y controvertido proceso de primarias en el PSF para ser elegida Secretaria General, supuso para Aubry un salto cualitativo que aumentó de forma relevante su prestigio y popularidad entre los franceses, le permitió consolidar los apoyos internos necesarios y poder llevar a cabo las ideas expresadas en el documento con el que se presentó al Comité Nacional del PSF el 23 de septiembre de 2008, cuyo título es significativo de su contenido. “Changer à gauche, pour changer la France”Cambiar a la izquierda para cambiar Francia.Juan José Azcona Olóndriz - Economista
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