OBITUARIO
Concha Espinosa, socialista
Dirigente de Enseñanza de UGT
FERNANDO MORALEDA 27/09/2008
El miércoles se nos murió Concha Espinosa, víctima de esa enfermedad que nos mata lentamente; esas células que crecen alocadamente y destruyen nuestra bioquímica. Ese cáncer ha podido finalmente contigo, Concha, y tu dura voluntad de mujer que quería vivir. Quedaban escasamente dos meses para el séptimo aniversario de la muerte de Jesús [Mancho], tu compañero, tu marido, tu amante, y el amigo que hizo que te conociéramos y te quisiéramos. El jueves te reuniste con él en Palencia, y nos retorna a su compromiso por los trabajadores, a su esfuerzo, a sus convicciones, a su ejemplo...
En la emigración, siendo tú funcionaria y él sindicalista, unisteis vuestros destinos. Después volviste de Londres con tu corazón ya enamorado. Después en el Inem, pasaste largos años dando sentido a su nombre. ¡A cuántas personas ayudaste a encontrar trabajo!
Pero fue Venezuela y nuestra embajada laboral la que llenó tus mejores recuerdos de una tierra de paisajes y ríos desmesurados que tan atractivos hacían los relatos que compartíamos en largas comidas. Al final, Madrid, donde naciste, te volvió a acoger. La Universidad y sus trabajadores han sido tu última responsabilidad dentro de la Ejecutiva Federal de FETE-UGT. Tu último destino, después de una vida corta de 54 años, aunque completa de amigos y seres queridos. En las últimas horas, los trabajadores del Hospital Ramón y Cajal y te ayudaron a tener la autoestima necesaria para acercarte al final.
Tozuda, irreverente, cariñosa, lenguaraz, dicharachera, polemista y amiga, sobre todo, amiga, nunca has pasado de puntillas por ningún espacio que ocupases. Presidentes de Gobierno, ministros, secretarios generales o de organización te recordarán como "Concha, la de las verdades del barquero". Toda la UGT podría decir mejor que nadie cómo fue tu vida, que no queremos olvidar. Desde cualquier sección sindical, a los miembros de la Ejecutiva Confederal.
Concha Espinosa, socialista. Así ha sido. Desde la primera generación que comenzó la recuperación de las libertades, a ésta reciente en la que participabas siempre. Desde aquellas Juventudes Socialistas de tu sobrino Javier [de Paz] a ésta en la que tanto sufrías por los resultados electorales de Madrid. Desde allá hasta acá siempre militando, dando la cara, dispuesta a todo.
Este verano no hemos podido compartir los atardeceres de Zahara. Esa luz que nos enseñaste para que descubriéramos contigo. Hasta el último momento Cándido [Méndez] y Encarna habían preparado todo para que pudieras ir y despedirte. ¡Cuántos nombres aparecen cuando aparecen los primeros! Esta multitud que te ha acompañado, porque te querían, es lo que te hace eterna. La memoria, ese privilegio humano, es lo que nos va a permitir seguir teniéndote.
Fernando Moraleda es diputado del PSOE por Ciudad Real.
En la emigración, siendo tú funcionaria y él sindicalista, unisteis vuestros destinos. Después volviste de Londres con tu corazón ya enamorado. Después en el Inem, pasaste largos años dando sentido a su nombre. ¡A cuántas personas ayudaste a encontrar trabajo!
Pero fue Venezuela y nuestra embajada laboral la que llenó tus mejores recuerdos de una tierra de paisajes y ríos desmesurados que tan atractivos hacían los relatos que compartíamos en largas comidas. Al final, Madrid, donde naciste, te volvió a acoger. La Universidad y sus trabajadores han sido tu última responsabilidad dentro de la Ejecutiva Federal de FETE-UGT. Tu último destino, después de una vida corta de 54 años, aunque completa de amigos y seres queridos. En las últimas horas, los trabajadores del Hospital Ramón y Cajal y te ayudaron a tener la autoestima necesaria para acercarte al final.
Tozuda, irreverente, cariñosa, lenguaraz, dicharachera, polemista y amiga, sobre todo, amiga, nunca has pasado de puntillas por ningún espacio que ocupases. Presidentes de Gobierno, ministros, secretarios generales o de organización te recordarán como "Concha, la de las verdades del barquero". Toda la UGT podría decir mejor que nadie cómo fue tu vida, que no queremos olvidar. Desde cualquier sección sindical, a los miembros de la Ejecutiva Confederal.
Concha Espinosa, socialista. Así ha sido. Desde la primera generación que comenzó la recuperación de las libertades, a ésta reciente en la que participabas siempre. Desde aquellas Juventudes Socialistas de tu sobrino Javier [de Paz] a ésta en la que tanto sufrías por los resultados electorales de Madrid. Desde allá hasta acá siempre militando, dando la cara, dispuesta a todo.
Este verano no hemos podido compartir los atardeceres de Zahara. Esa luz que nos enseñaste para que descubriéramos contigo. Hasta el último momento Cándido [Méndez] y Encarna habían preparado todo para que pudieras ir y despedirte. ¡Cuántos nombres aparecen cuando aparecen los primeros! Esta multitud que te ha acompañado, porque te querían, es lo que te hace eterna. La memoria, ese privilegio humano, es lo que nos va a permitir seguir teniéndote.
Fernando Moraleda es diputado del PSOE por Ciudad Real.
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