domingo, 22 de marzo de 2009

El Debate del Aborto

EL PAÍS
La astucia del lince
Javier Pradera 22/03/2009
La Conferencia Episcopal ha utilizado el periodo cuaresmal para lanzar una espectacular campaña preventiva contra el embrionario -valga la coincidencia- anteproyecto del Gobierno para modificar la ley del aborto aprobada hace 24 años. El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino (premiado recientemente con un obispado por sus briosas críticas a la política del Gobierno durante la anterior legislatura), mostró el pasado lunes a la prensa un cartel de anticuado diseño con las imágenes de una cría de lince ibérico ("protegido") y de un niño a gatas ("¿y yo?"), bajo el rótulo común ¡Protege mi vida!, para anunciar la jornada por la vida del 25 de marzo.
Los obispos lanzan una provocadora campaña publicitaria sobre la modificación de la ley del aborto
Al día siguiente fue presentada una Declaración de Madrid firmada por académicos, investigadores, catedráticos y profesores universitarios que muestran su disconformidad con el aborto -en general- y con las modificaciones -en particular- a la ley de 1985 sugeridas el pasado 18 de febrero por la subcomisión parlamentaria de la Comisión de Igualdad del Congreso. El precalentamiento en la banda de los aguerridos componentes del equipo habitual de agit-prop eclesiástico antes de que el Consejo de Ministros hubiese enviado el proyecto de ley de reforma a las Cortes da fundamentos para suponer que la Conferencia Episcopal se apresta a ensordecer de nuevo a la opinión pública con las atronadoras tamborradas dirigidas en el pasado contra la autonomía del Estado aconfesional en un sistema democrático para legislar sobre el divorcio, el matrimonio homosexual, la educación cívica o las investigaciones con células madre.
La campaña propagandística basada en las imágenes de la cría del lince ibérico protegida y del niño dejado en manos de criminales incluye la pegada voluntaria en las paredes de las parroquias y los centros católicos de 30.000 carteles y el alquiler de 1.500 vallas publicitarias en las calles españolas. No se sabe todavía si la compra de espacios incluirá a la prensa, la radio y la televisión; también se ignora la cuantía exacta de unos gastos financiados con unos ingresos procedentes, en abrumadora mayoría, de los fondos presupuestarios donados a la Iglesia que el Gobierno de Zapatero elevó durante la pasada legislatura a iniciativa de su vicepresidenta, en la ingenua creencia de que la medida serviría para suavizar la hostilidad del Estado vaticano y de su enclave episcopal en España.
La presencia en el cartel de una cría protegida del lince ibérico no implica la súbita conversión de la Conferencia Episcopal a las ideas de José Ferrater Mora o de Peter Singer a favor de la extensión de la ética a los derechos de los animales. La burda, falsaria y provocadora campaña eclesiástica sólo pretende equiparar la interrupción voluntaria del embarazo previa al parto con el infanticidio posterior al nacimiento: la torpe confusión entre el nasciturus cuya gestación queda interrumpida y el rollizo niño del cartel andando a gatas es un venenoso acto mal intencionado. -EL PAÍS


La Iglesia mete el debate del aborto en la Semana Santa de Andalucía
Los responsables de las cofradías se unen a la jerarquía católica contra el Gobierno
MANUEL PLANELLES - Sevilla - 21/03/2009
Dentro de las hermandades de Semana Santa de Andalucía hay cofrades de todos los colores. Esta manifestación popular se suele mantener al margen de la política. Hasta ahora. Varias asambleas y consejos de hermandades de Sevilla, Córdoba, Huelva, Cádiz, Jaén o Granada han decidido mostrar públicamente su rechazo a la modificación de la ley del aborto que plantea el Gobierno central y que están debatiendo los partidos políticos. Han hecho suyos los razonamientos de los obispos españoles y esgrimen que defienden el "derecho a la vida" desde "la concepción a su muerte natural como valor supremo" y que por eso rechazan "la futura nueva ley del aborto".
Las cofradías sevillanas no lucirán lazos blancos
La Hermandad del Rocío también se posiciona contra la reforma de la ley
El caso más gráfico es de momento el de Córdoba, donde los hermanos mayores de las cofradías apuestan por que los pasos luzcan lazos blancos contra el aborto. "Conozco a muchos cofrades y nazarenos socialistas", señala Carmen Calvo (PSOE), cordobesa y presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, encargada de debatir la reforma de la ley del aborto. "¿Se ha consultado la opinión de todos los miembros de las cofradías?", se pregunta Calvo, quien rechaza que estas organizaciones entren en este "debate político". "Están mezclando la actividad religiosa y la política", añade la ex ministra.
Un ejemplo de la variedad de ideologías que existe dentro de las cofradías de Semana Santa en Andalucía es Rosa Aguilar (IU), alcaldesa de Córdoba y miembro de la hermandad de la Virgen de los Dolores de su ciudad. La regidora ha pedido reunirse de forma urgente con los dirigentes de las hermandades para abordar este polémico asunto.
"Las hermandades han dado un paso complicado", sostiene José Luis Gómez, coordinador local de IU en Córdoba: "Hacemos un llamamiento para que piensen si la Semana Santa es el marco idóneo para este tema político".
Los responsables de las cofradías sevillanas también han mostrado su "defensa a ultranza de la vida humana desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural, así como su rechazo a teorías que puedan propugnar lo contrario". Y hoy tienen previsto celebrar una asamblea extraordinaria para preparar acciones de protesta. Juan José Asenjo, anterior obispo de Córdoba y futuro cardenal arzobispo de Sevilla, ha aplaudido la actitud de los responsables de las hermandades.
"El consejo [de cofradías] está quebrando esta semana de encuentro", se lamenta Rodrigo Torrijos, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla. "No puede utilizarse una semana tan sentida para los cristianos", añade.
El movimiento contra el aborto amenaza con extenderse a las romerías populares. La Hermandad Matriz del Rocío también ha mostrado a través de un comunicado su rechazo a la reforma de la ley "en nombre de toda la familia rociera". Esta hermandad, al igual que el resto, insiste en el argumento de que la vida es "sagrada e inviolable desde el momento de su concepción y hasta el de la muerte natural".
La presión ejercida por la Conferencia Episcopal en este asunto también está llegando a los colegios. La Federación Católica de Asociaciones de Alumnos ha convocado una concentración en Sevilla el 27 de marzo argumentando que el aborto supone "la matanza de 120.000 críos". La convocatoria la está difundiendo la patronal de los centros católicos en Andalucía.
La Iglesia también ha aprovechado la fiesta de las fallas de Valencia para hacer campaña contra el aborto. El cardenal Agustín García-Gasco dedicó la homolía del pasado jueves a censurarlo: "Que la alegría de las fallas de San José os dé siempre sabiduría para amar la vida y para rechazar la muerte provocada", declaró.
EL PAÍS



Grupos conservadores se unen contra el aborto como en los ochenta
Un millar de científicos y académicos reabren el debate sobre el inicio de la vida
MÓNICA CEBERIO BELAZA - Madrid - 18/03/2009
"La polémica en torno al aborto continuó ayer con posturas encontradas de diversos sectores sociales. Asociaciones contra el aborto, médicos, representantes de la jerarquía eclesiástica y partidos políticos dieron a conocer duros comunicados en los que condenan rotundamente el proyecto que el Gobierno socialista intenta llevar adelante". Estas líneas podrían referirse a lo sucedido ayer en torno al debate sobre la reforma de la ley del aborto, pero aparecieron impresas en un diario el 28 de enero de 1983, cuando el entonces Ejecutivo de Felipe González preparaba la norma que despenalizó esta práctica por primera vez en España.

Veintiséis años después, la Iglesia, los llamados grupos provida y un nutrido grupo de científicos y profesores universitarios vuelven a cuestionar no ya la reforma de la regulación actual del aborto, sino la legitimidad del Estado para autorizar esta práctica. Un debate que muchos consideran superado por la sociedad española, especialmente teniendo en cuenta que durante los ocho años de Gobierno del PP -cuatro de ellos con mayoría absoluta- nada cambió sobre esta cuestión.
El debate actual era, hasta el momento, cómo debía reformarse la ley actual, pero distintos sectores han decidido volver a los orígenes, a la eterna pregunta: ¿Cuándo empieza la vida? Y la respuesta de casi un millar de académicos, investigadores, catedráticos y profesores de universidad que han firmado un manifiesto llamado Declaración de Madrid es clara: desde el momento mismo de la fecundación, "porque ya existe vida y es vida humana". El texto fue presentado ayer públicamente en un hotel de Madrid, tan sólo un día después de que la Conferencia Episcopal anunciara una nueva campaña basada en la asunción de que en España se protege más al lince ibérico que a los fetos y bebés.
En el manifiesto dejan clara su oposición a una ley de plazos y al aborto en general. Y aseguran que sus argumentos no son ideológicos sino "exclusivamente científicos", según las palabras del catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares Nicolás Jouve. La tesis es que el cigoto, el embrión y el feto tienen derecho a existir y la madre no puede, bajo ningún concepto, decidir interrumpir el embarazo. Sus propuestas no se refieren a cómo debe regularse el aborto sino sólo a cómo debe evitarse: facilitando la adopción y apoyando a las embarazadas.
Junto a este documento, 178 miembros de distintas Reales Academias presentaban su propio texto, en el que llegan a pedir una reforma de la Constitución para que la vida humana se contemple "desde la concepción a la muerte natural". Ellos mismos se califican como continuadores de la labor de los 1.400 académicos y profesores que en noviembre de 1981 defendieron por escrito su oposición a cualquier despenalización del aborto.
Más viajes en el tiempo. El presidente de honor del PP, Manuel Fraga, el mismo que en enero de 1983 -entonces presidente de Alianza Popular- pedía "a cada español" que "vea los restos de un aborto, que vea pequeñas manos, que vea trozos de cara, que vea lo que son restos de un ser humano destrozado", defendió ayer la campaña de la Iglesia y señaló que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, va a convertir el aborto en un "sustitutivo del preservativo".
El PP, como entonces Alianza Popular, insiste en sus críticas: se opone ahora a la reforma, a la ley de plazos y a la posibilidad de que las menores de 16 y 17 años puedan decidir por sí mismas si desean abortar. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, sin llegar a defender de forma explícita la campaña del lince de la Iglesia, aseguró ayer que no será ella "la que vaya a criticar".
El PSOE salió en tropel a defender su proyecto. El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, tildó la campaña de la Iglesia de "demagógica y extremista", el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, acusó de "hipócrita" a la Conferencia Episcopal y el ministro de Sanidad, Bernat Soria, habló de "debate ya superado" por la sociedad.
Distintos portavoces de la Iglesia anunciaron sus próximos movimientos. La diócesis de Valladolid va a celebrar el 25 de marzo una "Vigilia por la vida" para la que prepara 10.000 dípticos y 500 carteles. El obispo de Santander calificó el aborto de "crimen abominable" favorecido en estos momentos por la actual "cultura de la muerte". Si se repiten los hechos de los ochenta, lo próximo serán las manifestaciones.

EL PAÍS
Los obispos y el PP
JOSEP RAMONEDA 19/03/2009

Que los obispos estén contra el aborto no es noticia. Es doctrina oficial de la Iglesia desde hace muchos años. Que se incorporen al debate público sobre la modificación de la Ley del Aborto con una ambiciosa campaña publicitaria es más novedoso. Pero los obispos que durante tantos años han utilizado el púlpito para sus funciones de aparato ideológico, a la vista de que las iglesias están cada vez más vacías, han comprendido que si querían que su mensaje se oyera tenían que acudir a las técnicas de comunicación de masas. Lo que no es novedoso pero si relevante es el carácter de la campaña. Una vez más los obispos han evidenciado su peculiar relación con la verdad: para recuperar su autoridad perdida han optado, sin vergüenza alguna, por la demagogia más vulgar. Encargados de difundir verdades tan absolutas como indemostrables, son maestros en la técnica de la confusión del personal. Es tan evidente el efecto buscado -que la gente cuando oiga la palabra aborto vea la imagen de un niño (y a los partidarios del aborto reducidos a la condición animal)- que si sorprende por algo es por su grosería. Pero, en fin, qué se puede esperar de una Iglesia que ni siquiera tiene el coraje de responder a la pregunta: ¿estarían ustedes a favor de que todas las mujeres que aborten vayan a la cárcel?
La Iglesia quiere que la derecha sea su correa de transmisión, y chantajea permanentemente al PP
El aborto es una cuestión muy seria. Con su campaña la Iglesia lo trata frívolamente. La misma frivolidad con que el Papa dice que el preservativo no ayuda a reducir la propagación del sida sino que favorece su expansión. Son problemas gravísimos que afectan a millones de personas. Y una institución con dinero, poder e influencia, en vez de aportar soluciones reales, opta por los ejercicios de danza moral. Decir que de lo que se trata es cambiar la cultura en relación con la sexualidad es un brindis al sol. Porque el Papa sabe que no tiene ninguna posibilidad de conseguir lo que propone. Por tanto, lo que está haciendo es confundir a las personas que le escuchan y desautorizar a quienes luchan de verdad contra el sida. Estos inútiles ejercicios a mayor gloria de su alma bella son inmorales. Y lo mismo ocurre con el debate del aborto. Está muy bien que expongan su doctrina. Pero la demagogia sobra. La presunción de hablar en nombre de Dios no exculpa de la obligación de tener respeto a las personas.
Con el Vaticano en plena crisis interna -"fruto de treinta años de Woytila y Ratzinger", decía el teólogo Hans Küng- y con el mercado de las almas más competitivo que nunca, como efecto de la globalización, la Iglesia española quiere hacerse oír, quiere volver a salir a la calle. Y lo hace con el espíritu de cruzada que siempre le ha caracterizado. Ahora falta ver cómo responde el Partido Popular. Desde un punto de vista político éste es el interrogante principal. De momento, el PP opta por un perfil bajo: está contra la ley y advierte que no criticará a la Iglesia. ¿Dará el paso de salir a la calle?
La Iglesia quiere que la derecha sea su correa de transmisión. Y chantajea permanentemente al PP porque sabe que hay una parte del electorado conservador que le sigue y le obedece. Desde el final del franquismo, la sociedad española ha vivido un proceso acelerado de secularización, que emergió en la Transición pero que en realidad ya había empezado desde mediados de los 60. La Iglesia ha ido perdiendo poder paulatinamente, hasta el punto de que ha salido derrotada en todas las batallas que ha dado en materia de derechos y costumbres. Y ahora se encuentra en una situación paradójica: tiene capacidad para hacer perder al PP, pero no tiene capacidad para hacerle ganar. Su peso en los sectores más conservadores del electorado obliga al líder conservador -Rajoy, en este caso- a buscar la complicidad con ella; pero su falta de influencia en la mayor parte de la sociedad hace que no le ayude en nada -en la legislatura pasada más bien le perjudicó- a la hora de dar el salto a una mayoría de gobierno.
¿Será capaz Rajoy de mantener una autonomía perceptible respecto de la Iglesia? ¿O caerá en la trampa de la legislatura pasada? Zapatero es el presidente de la democracia que más dinero ha dado la Iglesia. Habrá que empezar a sospechar que es la compensación que da a la jerarquía eclesiástica por arrastrar al Partido Popular hacia posiciones intolerantes y crispadoras.

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