PESET ALEIXANDRE, OTRO SANTO LAICO
Mencionaba Jose Ortega y Gaset a Pablo Iglesias como un “santo laico”. Pues así entendemos que Juan Bautista Peset Aleixandre es otro de los que podemos llamar “santos laicos”. Nació en 1886, hombre inteligente donde los haya, a los 22 años tenia 5 carreras universitarias: Medicina, Ciencias, Derecho, Química y Mecánica. Ejerció la medicina en Sevilla de 1910 a 1916, regresando a Valencia como Catedrático de medicina legal ejerciendo hasta 1939. En 1931 fue Vice-rector de la Universidad de Valencia y Rector desde 1932.
Por sus convicciones sociales y políticas, dimite del cargo ante la llegada al poder del gobierno derechista, siendo sustituido por Fernando Rodríguez-Fornos (catedrático de patología medica y presidente del Instituto Medico Valenciano) . Peset fue presidente de Izquierda Republicana de Valencia y en 1936 fue diputado del Frente Popular con 84.106 votos, el mas votado de toda la provincia. El 1 de febrero de 1939 participó en la última sesión de las cortes republicanas en España, celebradas en Figueras, y volvió a Valencia para mediar en el golpe de Casado – Besteiro en busca de una Paz Digna. Quedo entonces bloqueado en el Puerto de Alicante y capturado por los franquistas.
En 1936 Miguel de Unamuno, otro de los llamados santos laicos, mientras escribía “El Resentimiento Trágico de la Vida”, ante el rumor de asesinato de Rodriguez -Fornos ya vaticinaba “¿a quien de izquierdas fusilarán al entrar en Valencia los falangistas?... A Peset”. En 1939 Juan Peset fue denunciado por tres médicos falangistas, entre ellos el doctor Francisco Marco Merenciano (1903-1954), director del Psiquiátrico de Valencia, presidente del Tribunal Depurador de la Diputación de Valencia y miembro del Tribunal Depurador de Magisterio. En la guerra Peset trabajó en un Hospital Militar mientras que Marco en el Socorro Blanco. Inmediatamente Peset fue separado de su cátedra de medicina legal, que ostentaba desde 1916, y fue dada como auxiliar a Marco Merenciano, quien lo denunció ese mismo día. Entre las declaraciones acusatorias de Marco Merenciano destacamos : “Fue el encauzador o dirigente de la política de izquierdas de esta capital; siendo una figura de relieve y significación por su influencia moral y dada también su categoría social por tratarse de un catedrático de la facultad de Medicina”. Esos mismos motivos fueron por los que había sido condenado Julián Besteiro.
Marco Merenciano era inseparable de los jóvenes psiquiatras Juan José López Ibor (1908-1991) y Pedro Lain Entralgo (1908-2001), quienes residían en el colegio mayor “Beato Juan de Ribera” de Burjassot y juntos editarían la revista “Norma” (1935). El psiquiatra Carlos Castilla del Pino, alumno de López Ibor en 1943-1946, en sus memorias “Pretérito Imperfecto” decía : “Marco era una gallina de escasos vuelos al lado de Ibor y Laín”. Peset pidió ayuda a Laín e Ibor, quienes fueron miembros del Consejo Nacional de Falange desde el 9 de septiembre de 1939. López Ibor no hizo nada por Peset a pesar de que este lo consideraba como su “discipulo predilecto”. La diferente actitud de Lain recogía el testimonio: “me cabe la amarga satisfacción de haber acompañado de despacho en despacho, implorando clemencia, a la que pronto iba a ser su viuda”.
Castilla del Pino continuaba recordando: “Marco era un católico sectario hasta extremos que debieron hacerlo terrible en los años de posguerra”. Efectivamente, en 1942, ante un auditorio falangista aseveraba: “el marxismo, queridos colegas, es una enfermedad y en nuestras manos esta en gran parte su tratamiento”. Según el psiquiatra Enrique González Duro en su obra “Los psiquiatras de Franco”: Marco Merenciano era un exponente del “franquismo psiquiátrico” cuyos máximos exponentes serian Lopez Ibor y Antonio Vallejo Nagera (1889-1960), que dieron cobertura ideológica a la represión franquista y para ellos el marxismo era una patología psiquiátrica.
El doctor Peset Aleixandre fue condenado a muerte el 4 de marzo de 1940 pero con petición de indulto. La delegación provincial de sanidad de Falange, en la que estaba Marco Merenciano recurrió la sentencia y fue vuelto a condenar a muerte el 25 de marzo sin posibilidad de indulto. Fue fusilado en Paterna el 24 de mayo de 1941. La actuación del doctor Peset durante la Guerra Civil diríamos que fue la de un “santo laico”, salvando vidas de combatientes republicanos en los Hospitales Militares de Valencia y Castellón, haciendo lo mismo en la retaguardia con las vidas de derechistas y religiosos perseguidos por elementos extremistas. Resaltamos como última evocación de su categoría humana la carta de despedida a su esposa e hijos que dice: “ El destino me ha elegido como instrumento de su injusto dolor. Confío, seguro en Dios, en que algún día mi patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano que jamas hizo mas que servirla cumpliendo sus deberes legales”
En el 2007 se aprobó la Ley de la Memoria Histórica que obliga a los Ayuntamientos a retirar los símbolos del franquismo. En Llíria sigue existiendo una placa conmemorativa de Marco Merenciano. Valga al menos en honor a Juan Peset Aleixandre este recuerdo.
Firmado: Pedro Vicente, Paco Gil, Paco Frontera y Manuel Civera – Colectivo “Julián Besteiro”
Mencionaba Jose Ortega y Gaset a Pablo Iglesias como un “santo laico”. Pues así entendemos que Juan Bautista Peset Aleixandre es otro de los que podemos llamar “santos laicos”. Nació en 1886, hombre inteligente donde los haya, a los 22 años tenia 5 carreras universitarias: Medicina, Ciencias, Derecho, Química y Mecánica. Ejerció la medicina en Sevilla de 1910 a 1916, regresando a Valencia como Catedrático de medicina legal ejerciendo hasta 1939. En 1931 fue Vice-rector de la Universidad de Valencia y Rector desde 1932.
Por sus convicciones sociales y políticas, dimite del cargo ante la llegada al poder del gobierno derechista, siendo sustituido por Fernando Rodríguez-Fornos (catedrático de patología medica y presidente del Instituto Medico Valenciano) . Peset fue presidente de Izquierda Republicana de Valencia y en 1936 fue diputado del Frente Popular con 84.106 votos, el mas votado de toda la provincia. El 1 de febrero de 1939 participó en la última sesión de las cortes republicanas en España, celebradas en Figueras, y volvió a Valencia para mediar en el golpe de Casado – Besteiro en busca de una Paz Digna. Quedo entonces bloqueado en el Puerto de Alicante y capturado por los franquistas.
En 1936 Miguel de Unamuno, otro de los llamados santos laicos, mientras escribía “El Resentimiento Trágico de la Vida”, ante el rumor de asesinato de Rodriguez -Fornos ya vaticinaba “¿a quien de izquierdas fusilarán al entrar en Valencia los falangistas?... A Peset”. En 1939 Juan Peset fue denunciado por tres médicos falangistas, entre ellos el doctor Francisco Marco Merenciano (1903-1954), director del Psiquiátrico de Valencia, presidente del Tribunal Depurador de la Diputación de Valencia y miembro del Tribunal Depurador de Magisterio. En la guerra Peset trabajó en un Hospital Militar mientras que Marco en el Socorro Blanco. Inmediatamente Peset fue separado de su cátedra de medicina legal, que ostentaba desde 1916, y fue dada como auxiliar a Marco Merenciano, quien lo denunció ese mismo día. Entre las declaraciones acusatorias de Marco Merenciano destacamos : “Fue el encauzador o dirigente de la política de izquierdas de esta capital; siendo una figura de relieve y significación por su influencia moral y dada también su categoría social por tratarse de un catedrático de la facultad de Medicina”. Esos mismos motivos fueron por los que había sido condenado Julián Besteiro.
Marco Merenciano era inseparable de los jóvenes psiquiatras Juan José López Ibor (1908-1991) y Pedro Lain Entralgo (1908-2001), quienes residían en el colegio mayor “Beato Juan de Ribera” de Burjassot y juntos editarían la revista “Norma” (1935). El psiquiatra Carlos Castilla del Pino, alumno de López Ibor en 1943-1946, en sus memorias “Pretérito Imperfecto” decía : “Marco era una gallina de escasos vuelos al lado de Ibor y Laín”. Peset pidió ayuda a Laín e Ibor, quienes fueron miembros del Consejo Nacional de Falange desde el 9 de septiembre de 1939. López Ibor no hizo nada por Peset a pesar de que este lo consideraba como su “discipulo predilecto”. La diferente actitud de Lain recogía el testimonio: “me cabe la amarga satisfacción de haber acompañado de despacho en despacho, implorando clemencia, a la que pronto iba a ser su viuda”.
Castilla del Pino continuaba recordando: “Marco era un católico sectario hasta extremos que debieron hacerlo terrible en los años de posguerra”. Efectivamente, en 1942, ante un auditorio falangista aseveraba: “el marxismo, queridos colegas, es una enfermedad y en nuestras manos esta en gran parte su tratamiento”. Según el psiquiatra Enrique González Duro en su obra “Los psiquiatras de Franco”: Marco Merenciano era un exponente del “franquismo psiquiátrico” cuyos máximos exponentes serian Lopez Ibor y Antonio Vallejo Nagera (1889-1960), que dieron cobertura ideológica a la represión franquista y para ellos el marxismo era una patología psiquiátrica.
El doctor Peset Aleixandre fue condenado a muerte el 4 de marzo de 1940 pero con petición de indulto. La delegación provincial de sanidad de Falange, en la que estaba Marco Merenciano recurrió la sentencia y fue vuelto a condenar a muerte el 25 de marzo sin posibilidad de indulto. Fue fusilado en Paterna el 24 de mayo de 1941. La actuación del doctor Peset durante la Guerra Civil diríamos que fue la de un “santo laico”, salvando vidas de combatientes republicanos en los Hospitales Militares de Valencia y Castellón, haciendo lo mismo en la retaguardia con las vidas de derechistas y religiosos perseguidos por elementos extremistas. Resaltamos como última evocación de su categoría humana la carta de despedida a su esposa e hijos que dice: “ El destino me ha elegido como instrumento de su injusto dolor. Confío, seguro en Dios, en que algún día mi patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano que jamas hizo mas que servirla cumpliendo sus deberes legales”
En el 2007 se aprobó la Ley de la Memoria Histórica que obliga a los Ayuntamientos a retirar los símbolos del franquismo. En Llíria sigue existiendo una placa conmemorativa de Marco Merenciano. Valga al menos en honor a Juan Peset Aleixandre este recuerdo.
Firmado: Pedro Vicente, Paco Gil, Paco Frontera y Manuel Civera – Colectivo “Julián Besteiro”
Publicado por Levante-EMV el 26 de Febrero de 2008
Enlazado por CCVF - Coordinadora de Colectivos de Victimas del Franquismo
Enlazado por FMPV - Forum por la Memoria del País Valenciano
Enlazado por La Gavilla Verde
PÚBLICO (23-2-2009)
Los callejeros aún rinden homenaje al franquismo.
Victimas y verdugos.
En Valencia, víctimas y verdugos conviven en cada calle. El doctor Juan Peset, fusilado por el poder franquista en 1941, nombra un hospital a la vez que su delator, el falangista Marco Merenciano, es homenajeado en una calle. El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica denuncia que hay todavía 57 personajes franquistas.
LECTURAS RECOMENDADAS
Proceso a Juan Peset Aleixandre de Vicente Olmos
El Proceso a Juan Peset Aleixandre de Salvador Albiñana (2003)
Juan Peset Aleixandre: ceintífico, político, "ciudadano" de Marc Baldó y Fernanda Mancebo
OTRAS LECTURAS RELACIONADAS
Los psiquiatras de Franco de Enrique González Duro
Preterito imperfecto de Carlos Castilla del Pino
REVISTA de PRENSA
LLIRIADIGITAL.NET
Iniciativa denuncia l'existència de símbols franquistes a Llíria i demana retirar-los
dimarts, 10 març de 2009
INICIATIVA Segons el portaveu ecosocialista a Llíria, Paco García, la nova redacció de la Llei de Memòria Històrica estableix que les administracions públiques estaran obligades a retirar els símbols franquistes que es conserven, en carrers, places i edificis públics. Una de les principals novetats d'esta mesura legislativa, esta recollida en l'article núm. 15, que estén a totes les entitats públiques i privades, així com als particulars, l'obligació de retirar els símbols franquistes com a escuts, insígnies, plaques i altres objectes o mencions commemoratives d'exaltació, personal o col•lectiva, de la sublevació militar, de la guerra civil i de la repressió de la dictadura franquista.
Segons García, la primera Corporació democràtica de Llíria en 1979, es va avançar a esta Llei canviant la denominació dels carrers i barriades que contenien referències al règim de la dictadura.
En juliol d’enguany farà 70 anys que va finalitzar la sublevació i donà inici l’etapa més grisa i fosca de la història d’Espanya, on es varen patir denuncies, injustícies i engravis per motius polítics o ideològics, entre ells el que va patir el metge valencià Juan Bautista Peset Aleixandre de part del seu col•lega i metge Francisco Marco Merenciano.
Segons ha tingut constància el ecosocialistes, mitjançant el col•lectiu Julian Besteiro a Llíria, en la localitat edetana encara queden vestigis d’eixa simbologia franquista, on figuren noms de persones que varen contribuir a la sublevació i posterior repressió de la dictadura, com la de Francisco Marco Merenciano que, d’acord a la Llei 52/2007 de memòria Històrica, cal retirar-los, concretament en la façana del bloc de vivendes ubicat al final del carrer de la Purísima que exalta la figura d’este metge per la seua contribució a la repressió durant la dictadura.
Es per això, que Iniciativa, a través dels seus regidors en el consistori presentarà una proposta per a que l’ajuntament de Llíria procedisca a donar compliment de la Llei 52/2007, de 26 de desembre, per la que es reconeixen i amplien drets i s’estableixen mesures en favor dels que patiren persecució o violència durant la guerra civil i la dictadura, retirant la placa commemorativa de la construcció d’este bloc de 50 vivendes en l’any 1963 i dedicada a Marco Merenciano.
Iniciativa denuncia l'existència de símbols franquistes a Llíria i demana retirar-los
dimarts, 10 març de 2009
INICIATIVA Segons el portaveu ecosocialista a Llíria, Paco García, la nova redacció de la Llei de Memòria Històrica estableix que les administracions públiques estaran obligades a retirar els símbols franquistes que es conserven, en carrers, places i edificis públics. Una de les principals novetats d'esta mesura legislativa, esta recollida en l'article núm. 15, que estén a totes les entitats públiques i privades, així com als particulars, l'obligació de retirar els símbols franquistes com a escuts, insígnies, plaques i altres objectes o mencions commemoratives d'exaltació, personal o col•lectiva, de la sublevació militar, de la guerra civil i de la repressió de la dictadura franquista.
Segons García, la primera Corporació democràtica de Llíria en 1979, es va avançar a esta Llei canviant la denominació dels carrers i barriades que contenien referències al règim de la dictadura.
En juliol d’enguany farà 70 anys que va finalitzar la sublevació i donà inici l’etapa més grisa i fosca de la història d’Espanya, on es varen patir denuncies, injustícies i engravis per motius polítics o ideològics, entre ells el que va patir el metge valencià Juan Bautista Peset Aleixandre de part del seu col•lega i metge Francisco Marco Merenciano.
Segons ha tingut constància el ecosocialistes, mitjançant el col•lectiu Julian Besteiro a Llíria, en la localitat edetana encara queden vestigis d’eixa simbologia franquista, on figuren noms de persones que varen contribuir a la sublevació i posterior repressió de la dictadura, com la de Francisco Marco Merenciano que, d’acord a la Llei 52/2007 de memòria Històrica, cal retirar-los, concretament en la façana del bloc de vivendes ubicat al final del carrer de la Purísima que exalta la figura d’este metge per la seua contribució a la repressió durant la dictadura.
Es per això, que Iniciativa, a través dels seus regidors en el consistori presentarà una proposta per a que l’ajuntament de Llíria procedisca a donar compliment de la Llei 52/2007, de 26 de desembre, per la que es reconeixen i amplien drets i s’estableixen mesures en favor dels que patiren persecució o violència durant la guerra civil i la dictadura, retirant la placa commemorativa de la construcció d’este bloc de 50 vivendes en l’any 1963 i dedicada a Marco Merenciano.
ELCAMPDETURIA.COM
11 de Marzo de 2009.
Iniciativa pide la retirada de la placa en homenaje a Marco Merenciano.
El médico impidió el indulto de Peset Aleixandre durante la represión franquista y este fue fusilado en Paterna
Iniciativa per Llíria recoge el testigo de la asociación Julián Besteiro, con sede en Llíria, que reclama estos días justicia para con la memoria del doctor valenciano Peset Aleixandre, fusilado en 1940 gracias en parte al empeño de quien ocuparía su cátedra, Marco Merenciano, médico falangista que le denunció y cuyo nombre recuerda una placa en la ciudad edetana.
Iniciativa pide la retirada de la placa conmemorativa que existe al final de la calle de La Purísima. El colectivo Julián Besteiro ha denunciado también la curiosa coincidencia que lleva a Peset Aleixandre a compartir un cruce con su opresor, Marco Merenciano, en la confluencia de la avenida y calle dedicadas a estos médicos en la propia capital del Túria.Desde el grupo ecosocialista recuerdan que "la primera corporación democrática de Llíria, en 1979, se adelantó a esta ley de 2007 y cambió la denomicación de barrios y calles que aludían a la época dictatorial", y piden que ahora se retire este homenaje en virtud del cumplimiento de la Ley 52/2007 de Memoria Historica.
Iniciativa pide la retirada de la placa conmemorativa que existe al final de la calle de La Purísima. El colectivo Julián Besteiro ha denunciado también la curiosa coincidencia que lleva a Peset Aleixandre a compartir un cruce con su opresor, Marco Merenciano, en la confluencia de la avenida y calle dedicadas a estos médicos en la propia capital del Túria.Desde el grupo ecosocialista recuerdan que "la primera corporación democrática de Llíria, en 1979, se adelantó a esta ley de 2007 y cambió la denomicación de barrios y calles que aludían a la época dictatorial", y piden que ahora se retire este homenaje en virtud del cumplimiento de la Ley 52/2007 de Memoria Historica.
LEVANTE-EMV - 12 de Marzo de 2009
Una placa recuerda en Llíria al médico que denunció al doctor Peset Aleixandre
Una placa recuerda en Llíria al médico que denunció al doctor Peset Aleixandre
V. C. M., Valencia. Llíria sigue manteniendo en su casco urbano algunos símbolos de origen franquista, a cuya retirada estaría obligado el ayuntamiento en virtud del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Concretamente, al final de la calle Purísima existe un bloque de viviendas dedicado al doctor Marco Merenciano, un médico falangista que denunció junto a otros al doctor Peset Aleixandre, que fue fusilado en 1940. Por ello, el colectivo Julián Besteiro e Iniciativa per Llíria han solicitado que el ayuntamiento retire esta placa.Iniciativa recordó también que la primera corporación democrática de Llíria, en 1979, se adelantó a esta ley de 2007 y cambió la denominación de barrios y calles que aludían a la época dictatorial, y por ello pide que ahora se retire este homenaje en virtud del cumplimiento de la Ley 52/2007
La placa en honor a Marco Merenciano esta en la calle Purísima
LEVANTE-EMV
14-Marzo-2009
El PP de LLíria impide que se retire la placa al falangista Marco Merenciano
Voro Contreras, Llíria. El equipo de gobierno del PP de Llíria rechazó el pasado jueves que el ayuntamiento retire la placa dedicada al médico y miembro destacado de la Falange en Valencia, Francisco Marco Merenciano, tal como pidió en una moción del grupo municipal de Iniciativa. En un pleno al que asistieron varios familiares de Marco Merenciano, tanto Iniciativa como el PSPV recordaron que el psiquiatra denunció al doctor Juan Peset Aleixandre, que fue condenado a muerte tras dos consejos de guerra y fusilado en Paterna en mayo de 1940. Por ello, tanto Vicent Lis, de Iniciativa, como Vicent Esgrig, del PSPV, solicitaron que el consistorio quitase la placa (en la que aparece también el escudo del yugo y las flechas) del grupo de viviendas que lleva el nombre de Marco Merenciano en aplicación de la Ley de Memoria Histórica.Pero esta solicitud contó con los votos contrarios del PP, cuyo portavoz Ángel Civera recordó que, además de ser "hijo de Llíria", el psiquiatra fue "un médico muy importante tanto a nivel nacional como internacional y, sobre todo, ayudó a mucha gente de Llíria sin preguntar a nadie si eran de derechas o de izquierdas". En declaraciones a Levante-EMV, Civera aseguró que en Llíria se recuerda a Marco Merenciano como médico y no por su actividad política, y consideró injusto que "el foco se centre sobre un hecho puntual (en relación a la denuncia que acabó con el fusilamiento de Peset Aleixandre) de toda la carrera de un hombre que fue un médico importante".
GRAN ORATORI PELS MORTS VALENCIANS DE LA POSGUERRA
VICENT ANDRES ESTELLES (1941)
OFICI PERMANENT A LA MEMÒRIA DE JOAN B. PESET
VICENT ANDRES ESTELLES (1979)
EN RECUERDO DE LOS 2237 FUSILADOS DE PATERNA
LA LISTA 1939 -1956 - Publicada por http://www.ceibm.org/
Els Afusellaments al Pais Valenciça 1938 -1956 de Vicent Gabarda
JUAN PESET ALEIXANDRE
JOAN PEIRO
ISIDRO ESCANDELL
ANTONIO MOLINA CONEJERO
DOROTEO IBAÑEZ = Guerrillero, ultimo fusilado en Paterna, el 10 de enero de 1956
EN RECUERDO DE LOS 8 FUSILADOS DE LLÍRIA
-Miguel Martínez Pastor, de 28 años, transportista, fusilado el 4 de Junio de 1940
-Luis Alcacer Sancho, de 51 años, fabricante de barricas, fusilado el 25 de Mayo de 1940
-Miguel Boch Cotanda, de 50 años, labrador, fusilado el 27 de agosto de 1940
-Daniel Espejo Asensi, de 54 años, labrador, fusilado el 27 de agosto de 1940
-Miguel Ibañez Barona, de 30 años, labrador, fusilado el 27 de agosto de 1940
-Salvador Lleo Llavata, de 30 años, zapatero, fusilado el 27 de agosto de 1940
-Jose Domenech Gimeno, de 40 a ños, labrador, fusilado el 20 de agosto de 1941
-Jose Alama Salvador, de 39 años, jornalero, fusilado el 20 de agosto de 1941
RECTORES DE UNIVERSIDAD FUSILADOS POR LOS FRANQUISTAS
Leopoldo Garcia Alas - Rector de la Universidad de Oviedo
Salvador Vila Hernández - Rector de la Universidad de Granada
Juan Peset Aleixandre - Ex-Rector de la Universidad de Valencia
TESTIMONIO de FAUSTINO ÁLVAREZ
El Punt del Pais Valenciá - Agosto de 2007
Huellas de la memoria
“Mi madre lavó el cadáver de Peset”
Estas son, exactamente, las palabras usadas por mi convecino Faustino Álvarez Torres, ex agente comercial y antiguo militante del PCE, hoy jubilado. La inesperada revelación vino a cuento de la noticia sobre el 66 aniversario del fusilamiento del ex rector Peset Aleixandre. “Parece, vino a decirme Faustino, que hoy se sabe todo sobre Peset, pero hay un detalle que pocos conocen” Si crees que puedes contármelo… y le animé a hacerlo. El poniente, en esos momentos, era más que una evidencia. Faustino prosiguió su narración, más o menos así:
-“Vivíamos en Paterna, enfrente de la farmacia La Estrella, en la calle Maestro Soler 2. Mi madre se llamaba Celedonia Torre Ruiz y había nacido en Valdepeñas, justo en el año 1900… Mi madre digo, no había podido asistir a su marido… a mi padre, José Alvarez Romero, que fue fusilado por los franquistas a su vuelta a Valdepeñas desde el frente de Teruel… Mi padre tenía 40 años, y a mi madre le quedó clavada una espina muy grande por aquello.
-Mañana, le informó Amparo Devís, dueña de la funeraria que había enfrente de los cuarteles, traen a fusilar al doctor Peset. Necesitaré alguien que me ayude.
-Era el 23 de mayo del 41 y efectivamente al día siguiente por la tarde lo mataron. Mi madre se hizo cargo de lavar y asear el cadáver de aquella persona de bien y lo trató como si hubiese sido el de su hombre…”El interés del episodio, disipó los efectos del poniente. Conocía la trayectoria militante de la familia de Faustino, sabía de sus avatares como víctimas de la represión franquista, pero no podía sospechar la existencia de esta pequeña y hermosa historia de fraternidad humana; de desinteresada solidaridad por compartir una causa, y pensé, entre perplejo y conmovido, que la causa debía haber sido muy grande, y mayor aún la fe, en ella, de las personas que la sostenían.
-¿Entonces tu familia, tu madre al menos, conoció a la familia del doctor Peset?
-“Yo entonces era un niño y solo recuerdo lo que mi madre contaba… No hubo relación con la familia del doctor. El cadáver quedó allí y luego se harían cargo sus familiares.Mi madre lavó sus heridas, limpio el cuerpo con gran respeto por un hombre inocente, asesinado por defender sus ideas, que eran las nuestras… También me comentaron, de más mayor, que al doctor, lo había denunciado otro médico, Marco Merenciano, que envidiaba su puesto. Esto entonces era vox populi pero nadie se atrevía a decirlo en voz alta, ni ponerlo en un diario”…
El histórico suceso -¿cuántos de ellos quedarán en el desván de los recuerdos?- me hizo releer la nota final de Peset a sus hijos. Una rabia mal contenida me puso un nudo en la garganta. Ahora me era más difícil recorrer esas líneas con los ojos secos. No se si el ciudadano Peset fue consciente de que es una epístola moral también dirigida a nosotros, sus lectores: amor a los demás, respeto a uno mismo, sinceridad, ausencia de rencor… Un mensaje que me recuerda el de “Paz, piedad y perdón” que formulara el Presidente Azaña cuando la Republica, la suya y la nuestra, agonizaba. Gracias, Faustino, por dejarnos compartir tus recuerdos.
LQSomos. José Antonio Vidal. Agosto de 2007”El Punt del País Valencia”
Huellas de la memoria
“Mi madre lavó el cadáver de Peset”
Estas son, exactamente, las palabras usadas por mi convecino Faustino Álvarez Torres, ex agente comercial y antiguo militante del PCE, hoy jubilado. La inesperada revelación vino a cuento de la noticia sobre el 66 aniversario del fusilamiento del ex rector Peset Aleixandre. “Parece, vino a decirme Faustino, que hoy se sabe todo sobre Peset, pero hay un detalle que pocos conocen” Si crees que puedes contármelo… y le animé a hacerlo. El poniente, en esos momentos, era más que una evidencia. Faustino prosiguió su narración, más o menos así:
-“Vivíamos en Paterna, enfrente de la farmacia La Estrella, en la calle Maestro Soler 2. Mi madre se llamaba Celedonia Torre Ruiz y había nacido en Valdepeñas, justo en el año 1900… Mi madre digo, no había podido asistir a su marido… a mi padre, José Alvarez Romero, que fue fusilado por los franquistas a su vuelta a Valdepeñas desde el frente de Teruel… Mi padre tenía 40 años, y a mi madre le quedó clavada una espina muy grande por aquello.
-Mañana, le informó Amparo Devís, dueña de la funeraria que había enfrente de los cuarteles, traen a fusilar al doctor Peset. Necesitaré alguien que me ayude.
-Era el 23 de mayo del 41 y efectivamente al día siguiente por la tarde lo mataron. Mi madre se hizo cargo de lavar y asear el cadáver de aquella persona de bien y lo trató como si hubiese sido el de su hombre…”El interés del episodio, disipó los efectos del poniente. Conocía la trayectoria militante de la familia de Faustino, sabía de sus avatares como víctimas de la represión franquista, pero no podía sospechar la existencia de esta pequeña y hermosa historia de fraternidad humana; de desinteresada solidaridad por compartir una causa, y pensé, entre perplejo y conmovido, que la causa debía haber sido muy grande, y mayor aún la fe, en ella, de las personas que la sostenían.
-¿Entonces tu familia, tu madre al menos, conoció a la familia del doctor Peset?
-“Yo entonces era un niño y solo recuerdo lo que mi madre contaba… No hubo relación con la familia del doctor. El cadáver quedó allí y luego se harían cargo sus familiares.Mi madre lavó sus heridas, limpio el cuerpo con gran respeto por un hombre inocente, asesinado por defender sus ideas, que eran las nuestras… También me comentaron, de más mayor, que al doctor, lo había denunciado otro médico, Marco Merenciano, que envidiaba su puesto. Esto entonces era vox populi pero nadie se atrevía a decirlo en voz alta, ni ponerlo en un diario”…
El histórico suceso -¿cuántos de ellos quedarán en el desván de los recuerdos?- me hizo releer la nota final de Peset a sus hijos. Una rabia mal contenida me puso un nudo en la garganta. Ahora me era más difícil recorrer esas líneas con los ojos secos. No se si el ciudadano Peset fue consciente de que es una epístola moral también dirigida a nosotros, sus lectores: amor a los demás, respeto a uno mismo, sinceridad, ausencia de rencor… Un mensaje que me recuerda el de “Paz, piedad y perdón” que formulara el Presidente Azaña cuando la Republica, la suya y la nuestra, agonizaba. Gracias, Faustino, por dejarnos compartir tus recuerdos.
LQSomos. José Antonio Vidal. Agosto de 2007”El Punt del País Valencia”
Anular las leyes franquistasPeset fue dos veces condenado a muerte por Consejo de Guerra y procedimiento sumarísimo. Parece llegada la hora de reclamar la anulación de estos despropósitos del franquismo; así como la de retirar el nombre de su delator de una de nuestras calles
PESET ALEIXANDRE Y LOS CONSEJOS DE GUERRA
Por Ximo Bosch Grau - Juez (Jueces para la Democracia)
LEVANTE-EMV
25 de Octubre de 2006
Para muchos el nombre de Peset Aleixandre se limita a identificar una avenida, un hospital o un colegio mayor. Sin embargo, resulta menos conocido que también personifica una de las injusticias más amargas de nuestra guerra civil. En mayo de 1941, Juan B. Peset Aleixandre fue fusilado en Paterna por las tropas de Franco, tras haber sido sentenciado a muerte por un consejo de guerra. El análisis del proceso muestra con claridad que no fue condenado por la comisión de un delito contra persona alguna, sino por defender legítimamente los principios constitucionales y democráticos.Peset Aleixandre fue catedrático de Medicina Legal y Toxicología en laUniversitat de València, en la que ocupó el cargo de rector entre 1932 y 1934. En el ámbito científico, abordó valiosas investigaciones relacionadas con dichas materias y con otras referidas a los campos de la medicina preventiva y de la bacteriología, en los que sobresalen sus estudios sobre higiene pública y sobre la vacunación contra el tifus. Sus métodos innovadores contribuyeron a un notable prestigio académico de Peset ennuestro país y en el ámbito europeo. La proclamación de la II República estimuló la implicación política de numerosos científicos e intelectuales que apostaron por el reformismo republicano como mejor solución para la regeneración democrática del país y, desde su talante moderado y liberal, Peset se incorporó a la tendencia republicana liderada por Azaña. El reconocimiento social de Peset Aleixandre quedó patente en las elecciones parlamentarias de febrero de 1936: concurrió en la coalición del FrentePopular y resultó el candidato más votado en la circunscripción de la ciudad de Valencia, en un sistema electoral de listas abiertas. Desgraciadamente, la guerra desbarató la tentativa democrática republicana y la brutal represión posterior provocó la eliminación de sus principales figuras.El proceso contra Peset comenzó con unas denuncias incoherentes sobretransgresiones genéricas, acompañadas de imputaciones tan vagas como que fue “amigo de Azaña” o que “escribía artículos en El Mercantil Valenciano”. A lo largo del sumario se evidencia que Peset auxilió durante la guerra a numerosas personas de derechas, que salvó la vida a sacerdotes y religiosas (incluso ofreciendo refugio en su propia casa), y que hizo cuanto estuvo en sus manos para evitar desmanes en la zona republicana, conriesgo para su propia integridad. También queda acreditado que Peset Aleixandre se limitó durante la contienda a contribuir a salvar vidas al frente de los hospitales militares de Castellón y Valencia. En consecuencia, el reproche de la acusación se centra en su condición de diputado y en las actividades públicas inherentes a este compromiso cívico. El consejo de guerra condenó inicialmente a muerte a Peset, pero valoró su conducta humanitaria y solicitó el indulto, con conmutación por una penaprivativa de libertad. Sin embargo, los sectores más intolerantes del régimen no aceptaron el veredicto y presionaron de forma obsesiva para obtener su revocación. Ello acabó provocando que, en un alarde de marrullería procesal, el tribunal acordase la nulidad de la sentencia y de las actuaciones previas, con el pretexto del hallazgo de una nueva evidencia incriminatoria. A falta de otros motivos de mayor alcance, la increíbleprueba de cargo que provocaría la repetición del juicio y la variación de la sentencia sería una conferencia que impartió Peset años atrás en las aulas universitarias. En la citada conferencia, con su moderación habitual, Peset se limita a mostrar sus simpatías por el laborismo británico o las socialdemocracias escandinavas, a citar a filósofos clásicos y contemporáneos, y a defender las instituciones democráticas frente a lasublevación militar. No obstante, en un proceso sin garantías, dicha conferencia se convirtió en la prueba determinante para sustentar la definitiva condena a muerte.
En la represión que siguió al golpe de estado resultan significativas las matanzas sin proceso alguno de miles de personas, muchas de las cuales continúan sepultadas en la ignominia histórica de las fosas comunes. Sin embargo, junto al primitivismo de estos métodos criminales, no debemos ignorar el uso fraudulento de un símbolo de civilización como el Derecho para legitimar la barbarie. El trámite actual de la denominada Ley de la Memoria Histórica representa una oportunidad adecuada para desautorizar o anular la actuación de los consejos de guerra, a partir de instrumentosjurídicos que permitan decretar, desde el Estado de Derecho, que resulta inadmisible la condena de ninguna persona por razones ideológicas. Sin duda, en este camino nos encontraremos con obstáculos expresados desde la jurisprudencia, en relación con la salvaguarda de la seguridad jurídica o con los límites que surgen de la irretroactividad constitucional; pero ello no debería impedir que una legislación específica sobre la materia pudiera regular, con los matices que se estimen oportunos, algún tipo de impugnación de las resoluciones de aquellos tribunales cuya actuación fue notoriamente contraria a los derechos humanos y a la propia idea de justicia. El propio Peset Aleixandre pareció intuir esta necesidad ética de rectificación institucional en su emotiva carta de despedida a su esposa e hijos, escrita pocas horas antes de su muerte: “El destino me ha elegido como instrumento de su injusto dolor. Confío, seguro en Dios, en que algún día mi patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano quejamás hizo más que servirla cumpliendo sus deberes legales”.
XIMO BOSCH GRAUJuez
En la represión que siguió al golpe de estado resultan significativas las matanzas sin proceso alguno de miles de personas, muchas de las cuales continúan sepultadas en la ignominia histórica de las fosas comunes. Sin embargo, junto al primitivismo de estos métodos criminales, no debemos ignorar el uso fraudulento de un símbolo de civilización como el Derecho para legitimar la barbarie. El trámite actual de la denominada Ley de la Memoria Histórica representa una oportunidad adecuada para desautorizar o anular la actuación de los consejos de guerra, a partir de instrumentosjurídicos que permitan decretar, desde el Estado de Derecho, que resulta inadmisible la condena de ninguna persona por razones ideológicas. Sin duda, en este camino nos encontraremos con obstáculos expresados desde la jurisprudencia, en relación con la salvaguarda de la seguridad jurídica o con los límites que surgen de la irretroactividad constitucional; pero ello no debería impedir que una legislación específica sobre la materia pudiera regular, con los matices que se estimen oportunos, algún tipo de impugnación de las resoluciones de aquellos tribunales cuya actuación fue notoriamente contraria a los derechos humanos y a la propia idea de justicia. El propio Peset Aleixandre pareció intuir esta necesidad ética de rectificación institucional en su emotiva carta de despedida a su esposa e hijos, escrita pocas horas antes de su muerte: “El destino me ha elegido como instrumento de su injusto dolor. Confío, seguro en Dios, en que algún día mi patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano quejamás hizo más que servirla cumpliendo sus deberes legales”.
XIMO BOSCH GRAUJuez
HOMENAJE A PESET ALEIXANDRE EN 2007
LEVANTE-EMV - 24 de Mayo de 2007.
Joan Peset sigue en la memoria
La Universitat y Valencians pel Canvi rinden homenaje al doctor y rector, fusilado en 1941
La Universitat y Valencians pel Canvi rinden homenaje al doctor y rector, fusilado en 1941
Profesores e intelectuales homenajearán mañana al doctor Joan Peset Aleixandre, fusilado a las 18 horas del 24 de mayo de 1941 en el cementerio de Paterna tras ser condenado a muerte por un consejo de guerra acusado del delito de «adhesión a la rebelión». Peset fue rector de la Universitat de València entre 1932 y 1934. Desde hace años la Universitat y Valencians pel Canvi le rinden homenaje.
Levante-EMV, Valencia La Universitat de València y la plataforma cívica Valencians pel Canvi rendirán un homenaje al rector Joan Baptista Peset Aleixandre mañana jueves, día 24 de mayo, aniversario de su fusilamiento, según informaron ayer los responsables de la iniciativa. El acto empezará a las 12 horas a la puerta del Cementerio General de Valencia. Desde allí, la comitiva se dirigirá al nicho dónde está enterrado Peset. El rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, y el presidente de Valencians pel Canvi, Francesc de Paula Burguera, pronunciarán unas palabras. Finalmente, depositarán una corona de laurel, y una violenchelista interpretará El cant dels ocells . El homenaje se ha promovido en el marco de la «rehabilitación moral de las víctimas de la dictadura, que finalmente tendrá una ley específica» , señalaron. Joan Baptista Peset fue fusilado en Paterna (Valencia) en la madrugada del 24 de mayo de 1941, después de un consejo de guerra sumarísimo de urgencia, «un proceso injusto, donde la única acusación probada fue la de haberse mantenido fiel al régimen democrático» , recordaron. Para Valencians pel Canvi, Peset representa «la mejor tradición valenciana del siglo XX, y en él ha querido simbolizar la apuesta de la plataforma por la recuperación de la memoria democrática y valencianista» . Joan Baptista Peset Aleixandre (Godella, 1886-Paterna, 1941) fue médico y catedrático de la Universitat de València. A los 22 años había completado cinco carreras, Medicina, Ciencias, Derecho, peritaje químico y mecánica. Fue uno de los mejores exponentes de la medicina experimental, o de laboratorio, en España. Dirigió la revista La Crónica Médica . En la Universitat de València fue catedrático de Toxicología y Medicina Legal. Fue decano de la Facultad de Medicina los años 1930 y 1931. Durante la Segunda República, Peset fue sucesivamente vicerrector de la Universitat (1931 y 1932) y rector (de 1932 a 1934). En el ámbito político, Peset presidió en Valencia el partido Izquierda Republicana, que dirigía Manuel Azaña. Encabezó la lista del Frente Popular a Valencia en las elecciones de febrero del 1936 y resultó el candidato más votado en la circunscripción y consiguió, por lo tanto, acta de diputado. Durante la guerra realizó acciones humanitarias y ayudó a religiosos y políticos perseguidos por elementos incontrolados. Llegó a refugiar personas en su propia casa y su acción fue fundamental para salvar elementos importantes del patrimonio religioso y cultural. Asimismo, asistió a la última sesión de las Cortes republicanas en Figueres, celebrada el 1 de febrero de 1939, y pasó a Francia, donde pudo haberse exiliado. Pero volvió a Valencia, «convencido de que no le podría pasar nada, porque sólo había hecho el bien» , relataron los organizadores. Dos consejos de guerra Sufrió dos consejos de guerra y fue condenado a muerte en el primero, pero el propio tribunal aconsejó que la pena le fuera conmutada por treinta años de prisión. Una nueva denuncia de falangistas reabrió el caso. La nueva prueba presentada contra Peset era una conferencia que pronunció en el Paraninfo de la Universitat, donde defendía la democracia frente al golpe de estado franquista. Esta nueva prueba fue suficiente para volverlo a condenar y para ejecutarlo finalmente el 24 de mayo de 1941. La Universitat de València editó el facsímil del proceso a Peset en mayo de 2001. Uno de los dos colegios mayores propiedad de la Universitat lleva el nombre de Rector Peset. En Valencia, también hay una importante avenida y un hospital público que recuerdan el nombre de Joan Baptista Peset Aleixandre. «Pero la plena rehabilitación moral de Peset, que implicaría la anulación jurídica del proceso y la sentencia, todavía no se ha conseguido, es una tarea pendiente para la maduración democrática definitiva de nuestra sociedad» , aseveraron.
LEVANTE-EMV - 25 de mayo de 2007
Lágrimas por un hombre bueno
La Universitat rinde homenaje al rector Peset en el 66 aniversario de su fusilamiento
La Universitat de València y el colectivo Valencians pel Canvi homenajearon ayer al político, doctor y catedrático de Medicina Joan Baptiste Peset al conmemorarse el 66 aniversario de su fusilamiento en Paterna. El rector de la Universitat, Francesc Tomás, pidió ante la tumba de su predecesor en el cargo durante la II República, que el Gobierno anule el «injusto» proceso contra Peset.
Rafel Montaner, Valencia El cant dels ocells , la canción popular que el violonchelista catalán Pau Casals convirtió en un himno de paz, rasgó ayer el silencio del Cementerio General de Valencia para inundar de emoción contenida el rincón donde yace Joan Baptista Peset, el rector de la Universitat de València fusilado por orden de Franco hace 66 años. El 24 de mayo de 1941 las balas del pelotón de fusilamiento de Paterna silenciaban a uno los científicos y políticos valencianos más ilustres del siglo XX. Ayer, sin embargo, fue el ruido de la muerte el que sucumbió ante la música de la vida. Los acordes construidos desde el mástil de un violonchelo por una joven animaron el trino de los pájaros, que acabaron regalando un concierto de esperanza mientras las lágrimas afloraban en los ojos del centenar de personas que se sumaron al homenaje convocado por la Universitat y el colectivo Valencians pel Canvi. Fueron lágrimas por, como diría el poeta Antonio Machado, un hombre bueno. Así se encargó de recordarlo su actual sucesor en el cargo, el rector Francesc Tomás, a quien se le acabaron los adjetivos para descalificar el doble consejo de guerra que le llevó al paredón: «Fue un acto absolutamente criminal, gratuito, repugnante, repulsivo y lamentable, cuyo único objetivo fue eliminar a un ciudadano de bien, a un hombre bueno» . Tomás recordó que la Universitat ya ha pedido tres veces al Gobierno, dos cuando gobernaba Aznar y una al Ejecutivo de Zapatero, que anule el «injusto» proceso contra Peset. La última solicitud se cursó hace tres años a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, de quien «recibimos una carta amable de acuse de recibo, pero aún estamos esperando una respuesta» , lamentaba. El responsable de la Universitat recalcó que en este caso no basta con anular la condena, «ya que también es necesario recuperar su nombre» . «Muchísima gente acude a curar sus enfermedades a un hospital que hay aquí al lado (del cementerio) que lleva un nombre propio que no les dice nada, y eso no tiene sentido», dijo en referencia al Hospital Doctor Peset. Tomás hizo hincapié en la altura moral de este político republicano, el más votado en la circunscripción de Valencia en las elecciones de febrero de 1936 que ganó el Frente Popular, y catedrático de Medicina, al apuntar que fue «una persona que se preocupó y mucho por conservar el bienestar de la gente y ayudó a todos aquellos que pudo» . Verdugo y víctima comparten callejero El rector insistió también en la injusticia de que uno de los cuatro médicos falangistas a los que la «envidia y la venganza» llevaron a denunciar a Peset, «aún tengan una calle con su nombre en Valencia» , en referencia al doctor Francisco Marco Merenciano, cuya vía transcurre paralela a la avenida dedicada al Doctor Peset. El presidente de Valencians pel Canvi, el periodista Francesc de Paula Burguera, añadió que «se puede encontrar una línea de contacto entre la gente que persiguió a la familia de Lluís Vives, aquellos que fusilaron a Peset, y los intolerantes que insultaron y atacaron a los intelectuales durante la reciente transición de la dictadura franquista a la democracia»
Rafel Montaner, Valencia El cant dels ocells , la canción popular que el violonchelista catalán Pau Casals convirtió en un himno de paz, rasgó ayer el silencio del Cementerio General de Valencia para inundar de emoción contenida el rincón donde yace Joan Baptista Peset, el rector de la Universitat de València fusilado por orden de Franco hace 66 años. El 24 de mayo de 1941 las balas del pelotón de fusilamiento de Paterna silenciaban a uno los científicos y políticos valencianos más ilustres del siglo XX. Ayer, sin embargo, fue el ruido de la muerte el que sucumbió ante la música de la vida. Los acordes construidos desde el mástil de un violonchelo por una joven animaron el trino de los pájaros, que acabaron regalando un concierto de esperanza mientras las lágrimas afloraban en los ojos del centenar de personas que se sumaron al homenaje convocado por la Universitat y el colectivo Valencians pel Canvi. Fueron lágrimas por, como diría el poeta Antonio Machado, un hombre bueno. Así se encargó de recordarlo su actual sucesor en el cargo, el rector Francesc Tomás, a quien se le acabaron los adjetivos para descalificar el doble consejo de guerra que le llevó al paredón: «Fue un acto absolutamente criminal, gratuito, repugnante, repulsivo y lamentable, cuyo único objetivo fue eliminar a un ciudadano de bien, a un hombre bueno» . Tomás recordó que la Universitat ya ha pedido tres veces al Gobierno, dos cuando gobernaba Aznar y una al Ejecutivo de Zapatero, que anule el «injusto» proceso contra Peset. La última solicitud se cursó hace tres años a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, de quien «recibimos una carta amable de acuse de recibo, pero aún estamos esperando una respuesta» , lamentaba. El responsable de la Universitat recalcó que en este caso no basta con anular la condena, «ya que también es necesario recuperar su nombre» . «Muchísima gente acude a curar sus enfermedades a un hospital que hay aquí al lado (del cementerio) que lleva un nombre propio que no les dice nada, y eso no tiene sentido», dijo en referencia al Hospital Doctor Peset. Tomás hizo hincapié en la altura moral de este político republicano, el más votado en la circunscripción de Valencia en las elecciones de febrero de 1936 que ganó el Frente Popular, y catedrático de Medicina, al apuntar que fue «una persona que se preocupó y mucho por conservar el bienestar de la gente y ayudó a todos aquellos que pudo» . Verdugo y víctima comparten callejero El rector insistió también en la injusticia de que uno de los cuatro médicos falangistas a los que la «envidia y la venganza» llevaron a denunciar a Peset, «aún tengan una calle con su nombre en Valencia» , en referencia al doctor Francisco Marco Merenciano, cuya vía transcurre paralela a la avenida dedicada al Doctor Peset. El presidente de Valencians pel Canvi, el periodista Francesc de Paula Burguera, añadió que «se puede encontrar una línea de contacto entre la gente que persiguió a la familia de Lluís Vives, aquellos que fusilaron a Peset, y los intolerantes que insultaron y atacaron a los intelectuales durante la reciente transición de la dictadura franquista a la democracia»
LEVANTE-EMV - 25 de Mayo de 2007
«Confío, seguro en Dios, en que algún día mi Patria os devolverá mi nombre»
R. Montaner, Valencia El rector Francesc Tomás, quien se mostró «orgulloso» de su predecesor en el cargo en tiempos de la II República, anudó las gargantas de los participantes en el homenaje al despedirse con el testamento de Joan Baptista Peset: la última carta que el médico escribió ese fatídico 24 de mayo. «Confío, seguro en Dios, en que algún día mi Patria os devolverá mi nombre cómo el de un ciudadano que jamás hizo más que servirla cumpliendo sus deberes legales» , dejó escrito. Las palabras leídas por Tomás, que acabó su intervención con la voz rota por la emoción, abrieron paso al recuerdo de los que le conocieron en vida. Así, su sobrino, Mariano Peset, de 73 años, apuntaba que «tras mucho tiempo de silencio», actos como el de ayer « hacen justicia con alguien que fue un hombre bueno» . Dario Marcos, de 86 años, hijo del que fuera médico de la familia Peset y secretario general de Izquierda Republicana en Valencia, el partido que lideraba Juan Peset, insistía en la valía intelectual del homenajeado: «era un señor con una inteligencia fabulosa, con una cultura "a lo animal" ya que a los 22 años ya había hecho cinco carreras universitarias y a los 23 ya era director de la Facultad de Medicina y catedrático de Anatomía» . Elogio de la humanidad Ilustres víctimas del franquismo, como Isidro Guardia, de 85 años, elogiaban la humanidad del rector, al que conoció en el corredor de la muerte de la Cárcel Modelo de Valencia. Tenía apenas 20 años. Dice que nunca olvidará la lucha desesperada de Peset por tratar de reanimar a un preso que se había ahorcado en su celda. Otros, como Domingo Miguel Ferrer, de 78 años, pedían que Valencia «dedique un monumento a este gran científico» . Su padre, quien estuvo con Peset durante algunos meses en prisión, le contó la pena que éste tenía «porque los que le habían denunciado eran compañeros que habían estudiado Medicina con él ». Sólo uno de los candidatos de los principales partidos a la Generalitat, el nacionalista Enric Morera, hizo un alto en la campaña para abrazar el recuerdo de Peset. «Es una indecencia que no haya venido ningún representante de la derecha, quizás se han olvidado que fue Peset quien evitó que se quemara la imagen de la Mare de Déu dels Dessemparats», lamentó el líder del Bloc.
R. Montaner, Valencia El rector Francesc Tomás, quien se mostró «orgulloso» de su predecesor en el cargo en tiempos de la II República, anudó las gargantas de los participantes en el homenaje al despedirse con el testamento de Joan Baptista Peset: la última carta que el médico escribió ese fatídico 24 de mayo. «Confío, seguro en Dios, en que algún día mi Patria os devolverá mi nombre cómo el de un ciudadano que jamás hizo más que servirla cumpliendo sus deberes legales» , dejó escrito. Las palabras leídas por Tomás, que acabó su intervención con la voz rota por la emoción, abrieron paso al recuerdo de los que le conocieron en vida. Así, su sobrino, Mariano Peset, de 73 años, apuntaba que «tras mucho tiempo de silencio», actos como el de ayer « hacen justicia con alguien que fue un hombre bueno» . Dario Marcos, de 86 años, hijo del que fuera médico de la familia Peset y secretario general de Izquierda Republicana en Valencia, el partido que lideraba Juan Peset, insistía en la valía intelectual del homenajeado: «era un señor con una inteligencia fabulosa, con una cultura "a lo animal" ya que a los 22 años ya había hecho cinco carreras universitarias y a los 23 ya era director de la Facultad de Medicina y catedrático de Anatomía» . Elogio de la humanidad Ilustres víctimas del franquismo, como Isidro Guardia, de 85 años, elogiaban la humanidad del rector, al que conoció en el corredor de la muerte de la Cárcel Modelo de Valencia. Tenía apenas 20 años. Dice que nunca olvidará la lucha desesperada de Peset por tratar de reanimar a un preso que se había ahorcado en su celda. Otros, como Domingo Miguel Ferrer, de 78 años, pedían que Valencia «dedique un monumento a este gran científico» . Su padre, quien estuvo con Peset durante algunos meses en prisión, le contó la pena que éste tenía «porque los que le habían denunciado eran compañeros que habían estudiado Medicina con él ». Sólo uno de los candidatos de los principales partidos a la Generalitat, el nacionalista Enric Morera, hizo un alto en la campaña para abrazar el recuerdo de Peset. «Es una indecencia que no haya venido ningún representante de la derecha, quizás se han olvidado que fue Peset quien evitó que se quemara la imagen de la Mare de Déu dels Dessemparats», lamentó el líder del Bloc.
MURAL DE DAMIÁN FLORES EN HOMENAJE AL RECTOR PESET (2007)
REPORTAJE
Mural para un rector fusilado
ADOLF BELTRAN - Valencia - 30/10/2007
Mural para un rector fusilado
ADOLF BELTRAN - Valencia - 30/10/2007
Tras varias jornadas de meticuloso dibujo, el artista culminó el proceso pictórico. El vestíbulo del colegio mayor Rector Peset, de la Universitat de València, ha estado unos días lleno de andamios, bocetos y botes de pintura. Damián Flores (Acechuche, Cáceres, 1963) ha elaborado allí un mural que recoge una escena imposible. En ella aparece Juan Peset Aleixandre en el ático de la que fue Facultad de Ciencias, un inmueble de estilo déco, inspiración racionalista y resonancias cubistas que hoy acoge, tras su restauración, el Rectorado de la universidad. La escena es imposible porque el edificio se inauguró en 1944 y el personaje que la protagoniza fue fusilado en Paterna en mayo de 1941. De alguna manera remite a lo que podría haber sido, a lo que debió ocurrir si uno de los más carismáticos rectores de la Universitat de València, médico, hombre de ciencia y figura pública liberal y republicana de reconocido prestigio, no hubiese sido condenado a la pena capital y ejecutado por orden del general Franco. "Darle rostro a quien honra con su nombre el colegio y, por qué no, la apuesta por la disciplina de la paleta y el pincel -tan desdeñada por algunos de los administradores del canon contemporáneo- eran razones que se aunaban para llevar adelante el propósito", reflexiona Salvador Albiñana, director del colegio mayor Rector Peset y responsable de la iniciativa.
El propio Albiñana y el ex director del IVAM Juan Manuel Bonet presentaron en 1994 en el mismo colegio una exposición de Damián Flores, en la que se reflejaban sus dos pasiones: el retrato y la arquitectura. Y de ahí surgió la idea, ya que el rector Peset promovió, tras un incendio que en 1932 destruyó las dependencias de la Facultad de Ciencias en la vieja sede histórica de la calle de la Nave, la construcción de un edificio moderno, muy reconocible todavía hoy en la avenida de Blasco Ibáñez por la cúpula del observatorio astronómico que lo corona. Su hermano, el arquitecto Mariano Peset Aleixandre, lo diseñó, pero el rector no pudo verlo.
LEVANTE-EMV
Damián Flores: «Hay que mantener un equilibrio entre lo conceptual y lo expresivo»
El artista culmina su mural en el Colegio Mayor Rector Peset
El artista culmina su mural en el Colegio Mayor Rector Peset
R.V.M., Valencia. Damián Flores estaba en su andamio, y llevaba un vistoso mono naranja. Le daba los últimos toques al rostro fantasmagórico del Doctor Peset, para el mural que ha pintado en el Colegio Rector Peset de Valencia. El pintor de arquitecturas y retratos recibió el encargo de la Universitat de València y el lunes ultimaó esta obra que conmemora la fecha de 1937 y a una víctima de la represión. « Me lo propuso Salvador Albiñana y me dio un dossier con información sobre el personaje...Yo tenía mis dudas. Sobre todo porque se trata de un luneto de 4, 37 metros por 1,9 metros Y como soy un pintor de cuadros que se pueden llevar bajo el brazo... He pintado antes sólo una obra de más de 2 metros... » señaló el artista.
Y « no es un fresco, la técnica del fresco es muy difícil...Es un mural... No sé cómo podía Miguel Angel pintar el techo de la Capilla Sixtina o el altar frontal... Iba a tantos metros por día...durante años», agrega. Viendo sus cuadros, hay que analizar en qué medida en su obra el concepto es lo más importante, o la parte sensible, la que va directa a la sensibilidad y entra por el ojo... « Yo creo que la pintura es una cosa mental y sensible...Hay que guardar un equilibrio entre lo conceptual y lo expresivo...Para algunos artistas lo más importante es el concepto, les falla a veces el otro... Has de mirar qué ocurre, a lo largo de la historia a ver que te interesa más...y encontrar tu camino» . Hay sentimientos y una reflexión en el impulso que le ha llevado a aceptar este trabajo. « Creo que Peset hizo mucho por Valencia, en una época convulsa ... Yo tenía referencias arquitectónicas de Valencia... Me había fijado en los edificios racionalistas de los años 20 y treinta... He expuesto dos veces aquí... Y he hecho algunos homenajes» Y al fondo, dominante, se encuentra el edificio de la antigua Facultad de Ciencias, después Rectorado. « El edificio del actual Rectorado de la Universitat lo asocié enseguida... Fue un proyecto de Peset, aunque se acabó después. Y lo imaginé ne esa terraza» . Y para explicar el fondo de la cuestión dice, « yo soy un pintor de arquitecturas y de retratos» . Y tras definirse, resalta que «la arquitectura es la huella humana, incluso cuando he pintado paisajes, siempre hay una referencia a la arquitectura, a lo humano...» . La arquitectura y su amor por la arquitectura le ha llevado « a hacer maquetas...En mi casa hay ahora un montón de maquetas de edificios que existen y que coloco en paisajes que invento...He abierto una nueva vía... El arquitecto que llevo dentro ya se ha realizado... Es la poesía de edificios que pudieron existir... ».
CRÓNICA - EL MUNDO
20 de Enero de 2002
INVESTIGACIÓN MANIPULACIÓN PSIQUIÁTRICA
Un marxista es un débil mental EL FRANQUISMO, a través del psiquiatra Antonio Vallejo-Nájera, encontró una explicación médica a esta «tara» ideológica. Un reportaje televisivo aporta nuevas pruebas
Un marxista es un débil mental EL FRANQUISMO, a través del psiquiatra Antonio Vallejo-Nájera, encontró una explicación médica a esta «tara» ideológica. Un reportaje televisivo aporta nuevas pruebas
LLUM QUIÑONERO
La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible». Son palabras del comandante Antonio VallejoNájera, jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares, entresacadas del libro La locura en la guerra. Psicopatología de la guerra española, publicado en Valladolid, en el año 1939.
El documental que el prestigioso programa 30 Minuts, de TV3 emite hoy para toda Cataluña, titulado Los niños perdidos del franquismo, denuncia el papel desempeñado por este psiquiatra militar durante la postguerra. Una tarea que no se limitó al terreno teórico sino que sirvió para dar cuerpo científico a buena parte de la política penitenciaria de la dictadura. Y, de un modo particular, a las relaciones de las presas republicanas con sus hijos. Muchas de ellas vieron cómo sus bebés morían de inanición. A otras, les fueron arrancados de su cuidado y nunca más supieron de su paradero. El Régimen franquista, empeñado en distanciar a las madres detenidas de sus hijos, puso en marcha una prisión para Madres Lactantes en donde sólo se les permitían estar en contacto con sus bebés una hora al día. Poco antes de acabar el mes de agosto de 1938, un correo militar entregaba a la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros, ubicada en Burgos, el telegrama postal 1565. Llevaba fecha de 23 de agosto y el remitente era Francisco Franco Bahamonde. El destinatario, el comandante Antonio Vallejo-Nájera, jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares.
El texto, según cita Ricard Vinyes, historiador, profesor de la Universidad de Barcelona, y asesor del documental de 30 Minuts, decía así: «En contestación a su escrito del 10 del actual proponiendo la creación de un Gabinete de Investigaciones Psicológicas cuya finalidad primordial será investigar las raíces psicofísicas del marxismo, manifiesto que de conformidad con su mencionada propuesta, autorizo la creación del mismo». Y el Gabinete comenzó a funcionar. Vallejo-Nájera se convirtió en director de las Investigaciones Psicológicas de los Campos de Concentración. Su primer trabajo se centró sobre dos grupos de detenidos: brigadistas internacionales y 50 presas malagueñas. Trataba de demostrar, según su artículo publicado en la revista Semana Médica Española, bajo el título Psiquismo del fanatismo Marxista, varias hipótesis. La primera: «La inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política o desafectos». La segunda: «La perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento que promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores». Según el historiador Ricard Vinyes, en el ámbito de la personalidad social, Vallejo describía al revolucionario nato como individuo con cualidades biopsíquicas y tendencias instintivas que, «movilizadas por complejos de rencor y resentimiento» tendían a trastocar el orden social. Para Vallejo, el «imbécil social incluía a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas».
INFERIORIDAD Del análisis de los Brigadistas Internacionales, procedentes todos ellos de países americanos, dedujo que «los marxistas aspiran al comunismo y a la igualdad de clases a causa de su inferioridad, de la que seguramente tienen conciencia. Y por ello se consideran incapaces de prosperar mediante el trabajo y el esfuerzo personal.Si se quiere la igualdad de clases no es por el afán de superarse, sino de que desciendan a su nivel aquellos que poseen un puesto social destacado, sea adquirido o heredado». Por sorprendente que resulte, tras interrogar y examinar a los internacionalistas también señaló: «Acaso sea la conclusión más aprovechable de nuestro trabajo, desde el punto de vista de la educación del pueblo, el elevado porcentaje de marxistas que deben sus creencias a la Prensa revolucionaria, coligiéndose la decisiva influencia de la prensa diaria y del cinematógrafo sobre las gentes de mediana o inferior inteligencia». Su trabajo entre el grupo de presas malagueñas lo tituló Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes. Para las mujeres no cabía la consideración de presas políticas; y como presas comunes fueron siempre consideradas en las cárceles franquistas. La misoginia de Vallejo marca profundamente su análisis y afirma: «Recuérdese para comprender la activísima participación del sexo femenino en la revolución marxista su característica debilidad del equilibrio mental, la menor resistencia a las influencias ambientales, la inseguridad del control sobre la personalidad ( ) Cuando desaparecen los frenos que contienen socialmente a la mujer ( ) entonces se despiertan en el sexo femenino el instinto de crueldad y rebasa todas las posibilidades imaginadas, precisamente por faltarle las inhibiciones inteligentes y lógicas, característica de la crueldad femenina que no queda satisfecha con la ejecución del crimen, sino que aumenta durante su comisión ( ) Además, en las revueltas políticas tienen la ocasión de satisfacer sus apetencias sexuales latentes».
Pero aún iba más allá. Vallejo señalaba en sus conclusiones que en el caso de las mujeres no había realizado el estudio «antropológico del sujeto, necesario para establecer las relaciones entre la figura corporal y el temperamento, que en el sexo femenino carece de finalidad, por la impureza de sus contornos».
HORDA ROJA Entre las detenidas malagueñas, 33 de ellas estaban condenadas a muerte, 10 a reclusión perpetua y siete a penas entre de 10 y 20 años, Vallejo diagnostica a «13 sujetos» que califica de «libertarias congénitas, revolucionarias natas, que impulsadas por sus tendencias biopsíquicas constitucionales desplegaron intensa actividad sumadas a la horda roja masculina». Vallejo había estudiado el caso y establecido el diagnóstico: «La Medicina exige una política, el marxismo es una enfermedad y en nuestras manos está en gran parte su tratamiento». Sus conclusiones eran la síntesis de sus trabajos precedentes publicados en 1937, bajo los títulos Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza. Es allí donde afirma: «Agradezcamos a Nietzsche la resurrección de las ideas espartanas acerca del exterminio de los inferiores orgánicos y psíquicos, de los que llaman parásitos de la sociedad.La sociedad moderna no admite tan crueles postulados en el orden material, pero en el moral no se arredra en llevar a la práctica medidas incruentas que coloquen a los tarados biológicos en condiciones que imposibiliten su reproducción y transmisión a la progenie de las taras que les afectan El medio más sencillo y fácil de segregación consiste en internar en penales, asilos y colonias a los tarados, con separación de sexos». Vallejo-Nájera comenzó así la tarea de psiquiatrizar a la disidencia, a la vez que dio un impulso a su carrera dentro del nuevo régimen.Una carrera de éxito y prestigio, que le llevó a presidir el Primer Congreso Internacional de Psiquiatría, celebrado en París en 1950.
El coronel Antonio Vallejo Nájera, jefe de los Sevicios Psiquiátricos Militares de Franco
LA VANGUARDIA
24 de Enero de 2009
ENTREVISTA a ENRIQUE GONZALEZ DURO
"Para la psiquiatría franquista un rojo era un débil mental"
Por Victor Amela, La Vanguardia.
Tengo 66 años. Nací en La Guardia (Jaén) y vivo en Madrid. Soy psiquiatra y trabajo en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Estoy doblemente divorciado. Tengo dos hijos y un nieto. La opresión franquista me hizo de izquierdas. La opresión eclesiástica me hizo ateo.
La psiquiatría ¿es ideología?La Alemania nazi gaseó a 300.000 enfermos mentales: la psiquiatría nazi sostenía que el enfermo mental transmitía su tara a los descendientes, contaminando la pureza de la raza aria. Solución: eliminarlos. ¡Y mataron a todos los enfermos psiquiátricos! ¡Todos! Gaseados para depurar la raza.
¿Hubo aquí una psiquiatría franquista?Sí, y muy siniestra. No se ha hablado mucho...
¿Qué argumentaba esa psiquiatría?Que los rojos eran locos, débiles mentales, tarados. El marxismo era una patología psiquiátrica. ¡Ser de izquierdas era una enfermedad mental y moral! Patología que el enfermo contagiaba a su descendencia, deformando la grandeza de la raza española.
¿Quién sostenía esas barbaridades?Ilustres psiquiatras alineados con el bando franquista, sobre todo Antonio Vallejo-Nágera, y también Juan José López-Ibor, Marco Merenciano... Los psiquiatras republicanos fueron delatados como diabólicos y maléficos, como hizo en Barcelona Ramón Sarró con su insigne maestro Emilio Mira.
Guerra civil también entre psiquiatras. La floreciente psiquiatría republicana resultó barrida. La psiquiatría franquista arguyó que los insanos rojos eran antiespañoles, siendo lo sano ser español.
¿Y qué era ser español, estar sano?Ser hispanorromano, gótico y católico: ser heredero de los Reyes Católicos, vaya. Los residuos moriscos y judíos eran impurezas que eliminar, y lo mismo la ilustración y masonería, esas contaminaciones foráneas.
Captado. Toda esa impureza degeneraba a España: se la llamó "Antiespaña" y había que extirparla. Por eso Franco se complació en una guerra larga y de exterminio: quería limpiar la raza española. ¡Franco era un racista espiritual!
¿Se proponían los psiquiatras franquistas "curar" a los rojos? Sí, con reclusión en manicomios. Con sermones, adoctrinamiento, disciplina, fármacos, torturas, electrochoques... También se intentó "curar" a homosexuales y transexuales de su "delirio", incluso mediante neurocirugía, tratamientos aversivos, ¡salvajadas!
¿Usted ha visto esas cosas?Sí, y nadie osaba oponerse: yo me avergonzaba de ser cómplice callado. Los psiquiatras ¡obligaban a los internos en los manicomios a saludar brazo en alto! Vergonzoso. Poco a poco, la antipsiquiatría plantó cara. Cuando llegué a director del manicomio de Jaén, en 1982, desmantelé allí ese estado de cosas.
¿En qué sentido?Pregunté por qué estaba ingresado cada paciente. ¡Había casos en que ni los psiquiatras lo sabían! Abrí las puertas. Los psiquiatras de la vieja guardia se opusieron. Y descubrí que una mujer llevaba allí 14 años encerrada... ¡por haber sido madre soltera!
¿Con la connivencia de su familia?Sí, y el argumento psiquiátrico de que en libertad "se hará prostituta". Para evitar que se condenase su alma... ¡Era una psiquiatría inquisitorial! De hecho, Vallejo-Nágera sugirió seriamente resucitar la Inquisición.
Algún rojo sí enloquecería de verdad. Esa atmósfera opresiva enloqueció a más de uno, destrozó vidas, provocó suicidios... ¿Qué otros delirios se teorizaron?Que había rasgos físicos delatores del degenerado, del rojo: se afirmaba que era feo.
¿Qué pasaba si habías luchado en el bando republicano sin ser rojo?Todos los soldados republicanos fueron sometidos a cuarentena en campos de concentración: ¡había que descontaminarlos! Del campo de Miranda de Ebro era psiquiatra Vallejo-Nágera, jefe del servicio psiquiátrico del Ejército Nacional.
Qué miedo. Su bestia negra eran las milicianas. Que una mujer --¡depositaria de la salud de la raza!-- fuese roja le desquiciaba: las llamaba "marxistas delincuentes femeninos", para no denominarlas "mujeres". Los escarmientos en mujeres izquierdistas fueron los peores.
¿Qué más sostenía Vallejo-Nágera?Que los rojos eran seres inferiores. En esto también coincidía con Franco, que decía que los había incorregibles (y a esos se les fusilaba) y los había redimibles... mediante reeducación y trabajos forzados.
El fusilamiento como terapia social. Ya dijo Franco que "cuantos más enemigos mueran, mejor". Franco afirmaba que salvaría a España ¡aunque tuviese que fusilar a la mitad de los españoles! Esa regeneración de España proseguía en cárceles y manicomios: el interno era visto como enemigo objeto de "merecido castigo". Y muchos bebés recién nacidos allí de parturientas rojas fueron separados de sus madres y entregados en adopciones bajo cuerda, para salvarlos así del contagio rojo.
¿Consiguieron "curar" a algún rojo aquellos psiquiatras franquistas?Consiguieron aterrorizarlos y acallarlos. Pero no "curarlos", claro está. ¡Porque los rojos no estaban locos, por supuesto! López Ibor sostenía que al rojo sólo se le cura si se le recristianiza. El buen psiquiatra, pues, debía ser católico. Y en 1936 escribió esto Vallejo-Nágera: "Creará la guerra una estirpe de caballeros, frente a la plebeyez moral de los peones del marxismo y sus mefíticas toxinas antiespañolas".
¿Cómo acabó este Vallejo-Nágera?Cuando Hitler perdió la guerra, ¡se disgustó muchísimo! Se jubiló y pasó el resto de sus días escuchando música de Wagner.
Tengo 66 años. Nací en La Guardia (Jaén) y vivo en Madrid. Soy psiquiatra y trabajo en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Estoy doblemente divorciado. Tengo dos hijos y un nieto. La opresión franquista me hizo de izquierdas. La opresión eclesiástica me hizo ateo.
La psiquiatría ¿es ideología?La Alemania nazi gaseó a 300.000 enfermos mentales: la psiquiatría nazi sostenía que el enfermo mental transmitía su tara a los descendientes, contaminando la pureza de la raza aria. Solución: eliminarlos. ¡Y mataron a todos los enfermos psiquiátricos! ¡Todos! Gaseados para depurar la raza.
¿Hubo aquí una psiquiatría franquista?Sí, y muy siniestra. No se ha hablado mucho...
¿Qué argumentaba esa psiquiatría?Que los rojos eran locos, débiles mentales, tarados. El marxismo era una patología psiquiátrica. ¡Ser de izquierdas era una enfermedad mental y moral! Patología que el enfermo contagiaba a su descendencia, deformando la grandeza de la raza española.
¿Quién sostenía esas barbaridades?Ilustres psiquiatras alineados con el bando franquista, sobre todo Antonio Vallejo-Nágera, y también Juan José López-Ibor, Marco Merenciano... Los psiquiatras republicanos fueron delatados como diabólicos y maléficos, como hizo en Barcelona Ramón Sarró con su insigne maestro Emilio Mira.
Guerra civil también entre psiquiatras. La floreciente psiquiatría republicana resultó barrida. La psiquiatría franquista arguyó que los insanos rojos eran antiespañoles, siendo lo sano ser español.
¿Y qué era ser español, estar sano?Ser hispanorromano, gótico y católico: ser heredero de los Reyes Católicos, vaya. Los residuos moriscos y judíos eran impurezas que eliminar, y lo mismo la ilustración y masonería, esas contaminaciones foráneas.
Captado. Toda esa impureza degeneraba a España: se la llamó "Antiespaña" y había que extirparla. Por eso Franco se complació en una guerra larga y de exterminio: quería limpiar la raza española. ¡Franco era un racista espiritual!
¿Se proponían los psiquiatras franquistas "curar" a los rojos? Sí, con reclusión en manicomios. Con sermones, adoctrinamiento, disciplina, fármacos, torturas, electrochoques... También se intentó "curar" a homosexuales y transexuales de su "delirio", incluso mediante neurocirugía, tratamientos aversivos, ¡salvajadas!
¿Usted ha visto esas cosas?Sí, y nadie osaba oponerse: yo me avergonzaba de ser cómplice callado. Los psiquiatras ¡obligaban a los internos en los manicomios a saludar brazo en alto! Vergonzoso. Poco a poco, la antipsiquiatría plantó cara. Cuando llegué a director del manicomio de Jaén, en 1982, desmantelé allí ese estado de cosas.
¿En qué sentido?Pregunté por qué estaba ingresado cada paciente. ¡Había casos en que ni los psiquiatras lo sabían! Abrí las puertas. Los psiquiatras de la vieja guardia se opusieron. Y descubrí que una mujer llevaba allí 14 años encerrada... ¡por haber sido madre soltera!
¿Con la connivencia de su familia?Sí, y el argumento psiquiátrico de que en libertad "se hará prostituta". Para evitar que se condenase su alma... ¡Era una psiquiatría inquisitorial! De hecho, Vallejo-Nágera sugirió seriamente resucitar la Inquisición.
Algún rojo sí enloquecería de verdad. Esa atmósfera opresiva enloqueció a más de uno, destrozó vidas, provocó suicidios... ¿Qué otros delirios se teorizaron?Que había rasgos físicos delatores del degenerado, del rojo: se afirmaba que era feo.
¿Qué pasaba si habías luchado en el bando republicano sin ser rojo?Todos los soldados republicanos fueron sometidos a cuarentena en campos de concentración: ¡había que descontaminarlos! Del campo de Miranda de Ebro era psiquiatra Vallejo-Nágera, jefe del servicio psiquiátrico del Ejército Nacional.
Qué miedo. Su bestia negra eran las milicianas. Que una mujer --¡depositaria de la salud de la raza!-- fuese roja le desquiciaba: las llamaba "marxistas delincuentes femeninos", para no denominarlas "mujeres". Los escarmientos en mujeres izquierdistas fueron los peores.
¿Qué más sostenía Vallejo-Nágera?Que los rojos eran seres inferiores. En esto también coincidía con Franco, que decía que los había incorregibles (y a esos se les fusilaba) y los había redimibles... mediante reeducación y trabajos forzados.
El fusilamiento como terapia social. Ya dijo Franco que "cuantos más enemigos mueran, mejor". Franco afirmaba que salvaría a España ¡aunque tuviese que fusilar a la mitad de los españoles! Esa regeneración de España proseguía en cárceles y manicomios: el interno era visto como enemigo objeto de "merecido castigo". Y muchos bebés recién nacidos allí de parturientas rojas fueron separados de sus madres y entregados en adopciones bajo cuerda, para salvarlos así del contagio rojo.
¿Consiguieron "curar" a algún rojo aquellos psiquiatras franquistas?Consiguieron aterrorizarlos y acallarlos. Pero no "curarlos", claro está. ¡Porque los rojos no estaban locos, por supuesto! López Ibor sostenía que al rojo sólo se le cura si se le recristianiza. El buen psiquiatra, pues, debía ser católico. Y en 1936 escribió esto Vallejo-Nágera: "Creará la guerra una estirpe de caballeros, frente a la plebeyez moral de los peones del marxismo y sus mefíticas toxinas antiespañolas".
¿Cómo acabó este Vallejo-Nágera?Cuando Hitler perdió la guerra, ¡se disgustó muchísimo! Se jubiló y pasó el resto de sus días escuchando música de Wagner.
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